Esta semana ha llegado una de las cintas mas esperadas del año, especialmente por aquellos que son melómanos de corazón.
Yesterday es la más reciente película del director Danny Boyle, a quien seguramente todos recuerdan por Trainspotting o Slumdog Millionaire. Además, cuenta con Richard Curtis como guionista, con quien colaboró ya en Love Actually. Curtis también fue guionista de las primeras dos partes de Bridget Jones.
¿De qué trata Yesterday?
La premisa parte de una de las preguntas que más nos hemos hecho a lo largo de nuestra vida: “¿Qué pasaría si…?” Y en este caso: “¿Qué hubiera sido del mundo si la música de los Beatles nunca hubiera existido y sólo una persona pudiera recordarla?”.
Jack (Himesh Patel) es un cantautor fracasado que lleva años tratando de levantar su carrera. Tras sufrir un accidente, despierta siendo el único que puede recordar la música del cuarteto de Liverpool. Nuestro protagonista aprovechará su conocimiento musical para sacar ventaja de esto y finalmente catapultar su carrera.
Un mundo sin los Beatles
Es así como se nos empiezan a mostrar algunos resultados de la ausencia de la música de los Beatles. Y éste es un punto preocupante, porque sólo nos muestran pequeñas consecuencias que parecen relativamente intrascendentes.
Es innegable que los Beatles son una de las agrupaciones más influyentes en la historia de la humanidad cuyo legado abarca mucho más que la música, alcanzando cuestiones políticas y tecnológicas que definieron la cultura pop del siglo XX. Si bien siempre se ha creído que de no haber existido The Beatles ese lugar hubiera sido tomado por alguien más, aquí se imagina un mundo en el que eso no ocurre: la banda nunca existió y hasta donde podemos apreciar nadie tomó ese lugar.
Yesterday no profundiza más en esto. La cinta concluye que, si bien algunas cosas se esfumaron, el mundo siguió casi sin cambios aparentes (Se fueron Oasis y la Coca-Cola, por ejemplo). La verdad es que los Beatles han sido tanto en conjunto como en solitario el primer eslabón en una larga cadena de influencia musical en todo el mundo.
Creamos, sin embargo, que si Boyle y Curtis limitaron las consecuencias fue más que nada para poder tener la historia bajo control y no por pereza o desconocimiento del tema.
Todo lo que necesitas es amor
A la par de que Jack está levantando su carrera con la música de otros, nos adentramos en la historia de amor entre él y Ellie (Lilly James), quien además de ser su mejor amiga fue su representante/roadie/fan antes de que llegara el éxito. La relación entre ambos está bien ejecutada, oscilando entre avanzar al siguiente paso o quedarse estancado. Ya que el romance entre ambos es claro desde el primer momento, el conflicto está en que ninguno de los dos se atreve a dar el siguiente paso. Y el éxito en esa ecuación, se vuelve en un impedimento más.
La historia de amor es simple y predecible, pero no por eso deja de ser muy agradable. A pesar de que la pareja es muy distinta entre sí, no se siente forzada lo cual hace que sea mucho más fácil para nosotros como espectadores involucrarnos con ellos.
Una crítica a la industria musical
Uno de los puntos más rescatables de la película, es la forma que critica al medio musical actual. Hay situaciones y actitudes que suceden en la cinta que no sólo eran propias de la época de los Beatles, sino que siguen actuales: la frivolidad, los prejuicios, el poner las ganancias antes que otra cosa, y la facilidad con la que muchos “genios” son desechados. También aparece la crítica al marketing actual de la música, los duetos, las colaboraciones forzadas y el exceso de producción.
En este punto la cinta se torna irónica, sobre todo porque se podría decir que fueron justamente los Beatles los que provocaron o inventaron este modelo.
Yesterday: un homenaje
Danny Boyle quiere rendirle un muy merecido y digno homenaje a la música de los Beatles. No hay grandes pretensiones más allá de esto, o por lo menos la cinta no las busca. Simplemente Boyle y Curtis nos comparten su versión del “qué pasaría sí”.
Aunque es claro que Yesterday es una muy digna y recomendable película, es ciertamente un trabajo menor a comparación de otros títulos de la filmografía de Boyle y del mismo Curtis. No obstante, seguramente va a ser considerada como una cinta de culto, porque prácticamente todo lo que involucra a los Beatles se vuelve automáticamente venerable.
Varios momentos de la cinta los harán emocionarse y pararse a cantar, incluso algunos van a derramar una que otra lágrima, todo esto porque la música de los Beatles está compuesta con reglas de composición muy específicas que logran enganchar a la audiencia. De hecho, hasta el día de hoy, prácticamente todo lo que se compone es con base en las reglas poplarizadas por el cuarteto de Liverpool.
Cinéfilas y cinéfilos, ¿cuál es su canción favorita de The Beatles?
¿Cómo creen ustedes que sería el mundo sin ellos?
