Vikings terminó con su sexta temporada. Y aquí te contamos si su final le hizo justicia al legado de la serie
El ocaso llegó a Vikings. La serie que narraba la epopeya vikinga y la leyenda de Ragnar Lothbrok, que nos acompañó desde 2013, cerró su último ciclo con la Temporada 6, Parte 2, disponible en Netflix para Latinoamérica.
Vikings siempre fue una serie que gozó de buen prestigio, sobre todo siendo de una cadena de menos impacto como es History Channel, la cual no se destaca por ser un servicio que ofrezca producciones de alto calibre como HBO, Netflix o Amazon Prime Video.
Sin embargo, ese «origen», por decirlo de alguna forma más humilde, fue el que justamente le otorgó a la serie la oportunidad de ser, hasta cierto punto, más auténtica, a pesar de que se tomaron mucha libertad creativa con respecto a lo que la mitología y la historia dice de los vikingos. Pero, gracias a su drama y una pulcra producción, logró formar una base de seguidores que semana a semana estaban atentos a la nueva incursión vikinga.
Es así que mientras uno de los hijos de Ragnar mira hacia el horizonte a orillas del mar, pensando en el futuro y en su padre, que decimos adiós a esta serie. La cual, desgraciadamente, no pudo cerrar con el mismo nivel de sus primeras temporadas,. Pero, desde mi punto de vista, creo que logró conservar un buen porcentaje de dignidad. (Y después de Game of Thrones, ya sabemos que eso puede ser difícil para cualquier show prestigioso).
Tramas forzadas y hasta confusas
Lo que fue mermando la calidad de Vikings después de lo que ocurre en la Temporada 4, es que no supieron contar de la mejor manera la historia de los hijos de Ragnar. Tampoco supieron lidiar con el peso narrativo que significó Lagertha, o con la importancia de Athelstan, ni exploraron a profundidad la relación amor/odio de algunos vikingos con la cristiandad, a pesar de que todo indicaba que estos giros argumentales tendrían un peso más importante en la historia.
Algunos de estos elementos tratan de mantenerlos, de hecho en estos últimos 10 episodios el tema de la religiosidad y espiritualidad es bastante expuesto con ceremonias y representaciones épicas. Lástima que no conectan demasiado con la trama en sí porque la edificación de la misma no funciona.
Para ser más claros, la aventura de Ivar y Hvitserk con los Rus tiene una conclusión apresurada, medio absurda por tratar de ensalzar situaciones que no tenían más contenido profundo. Y qué decir de los cambios de poder en Cattegat, casi una burla para la base con la que comenzó esta serie.
Creo que lo peor y donde más se notan las costuras de este final de Vikings, es el desperdicio de tiempo con personajes terciarios, los cuales a la fuerza intentan vendernos como principales, sin embargo no tuvieron ni el tiempo suficiente ni tienen la personalidad como para que nos importen.
¿Un cierre digno?
A pesar de todos estos errores de construcción argumental, no puedo negar que a nivel de dirección, fotografía, diseño de vestuario y demás tiene una enorme calidad. Se nota la pasión que impregnaron en cada toma y eso se hace con amor.
Aunque prácticamente la mayor parte de estos últimos 10 episodios se sienten casi de relleno, con excepción del primero que estuvo bastante genial (hasta me sacó unas cuantas lágrimas), me parece que lo que es la última media hora de la serie tiene eso por la que la amamos tanto: eventos épicos en medio de gritos de guerra, espadas y hachas blandiéndose para ver qué facción es la más fuerte.
Y, en definitiva, lo más rescatable del final de Vikings es sin duda la travesía de Ubbe y Torvi, con ese anhelo de descubrir nuevas tierras para alcanzar la prosperidad.
Me gustaría decir a más detalle qué ocurre, pero sería dar spóilers y no es la idea de este escrito. Solo diré que me pareció bien logrado que cada hijo de Ragnar terminara representando todos los lados de su padre: el guerrero, el valiente, el héroe, el despiadado, el conquistador y hasta el religioso.
Con eso me despido de Vikings, hará falta sin duda, pero también es un alivio que ya haya terminado, porque haberlo estirado más hubiese sido hasta cruel.