De esas tácticas de guerra o la mera improvisación que es sinónimo
de Ivar es lo que están preocupados en Kattegat
En el 7mo episodio de la 5ta temporada de Vikings saboreamos más cerca que nunca la inminente guerra, esa Luna Llena anuncia la llegada de sangre, espadas y sudor al campo de batalla vikingo, un enfrentamiento entre hermanos que abrirá el camino para el legado del siempre presente Lagnar Rothbrok.
Entre ellos tenemos al vil y enigmático Ivar, ese que llaman El Deshuesado, quien tiene de mascota al Obispo Heahmund y gusta de provocarlo al mismo tiempo de estudiarlo. ¿Qué ve Ivar en él? Un guerrero dice, un hombre valiente a quien admirar y del que siente un poco de envidia. Los complejos de inferioridad por su condición física es algo que el hijo más ambicioso de Ragnar no puede dejar de manifestar.
Aún así, se mantiene analizando cada palabra u oración cristiana que emite Heahmund, simbólicamente este juego de análisis mutuo lo representan con Hnefatafl, un juego de mesa parecido al ajedrez.
Estrategia y saber qué va hacer el contrario es fundamental para saber el paso siguiente a dar, algo en lo que Ivar es todo un experto, aunque el propio Obispo también sabe un poco al respecto.
De esas tácticas de guerra o la mera improvisación que es sinónimo de Ivar es lo que están preocupados en Kattegat, lugar donde finalmente arribó Bjorn Ironside para dar un abrazo a su madre Laggertha, quien rápidamente lo actualizó con lo último ocurrido e inmediatamente se pone a disposición para enfrentarse a sus hermanos menores -eso sí- con la ayuda de Ubbe, el más sensato quizás de los hijos de la Princesa Aslaug.
Bjorn desde que viajó por el mundo y conoció el desierto y los camellos se ha afianzado como ese hombre que respira aventura y quien ahora es un nómada en el amor, motivo por el que ya no siente el mismo cariño por Torvi. Una pena. ¿Será que Ubbe se quede con ella? La tiene difícil porque la ambición de Margrethe se elevó hacia los cielos y buscar ser reina, para lo cual quiere convencerlo de que apoye a la facción que quiere derrocar a Laggertha.
Pero bien, Ironside siendo un hombre decidido ya hasta se casó con una nueva mujer, la Princesa Snaefrid de los sami, la cual parecía ser más inocente de lo que terminó realmente siendo (las historias de castración y bonding en la cama fueron algo inesperado)
Pero si nos vamos un poco al otro lado de Kattegat llegamos a los terrenos del Rey Harald quien ya hizo alianza -temporal al menos- con Ivar para ir con todo sobre Laggertha, plan que se ejecutará en «dos lunas llenas«, algo que Astrid escucha y no puede evitar demostrar que aún es fiel a su antigua pareja, por la cual tuvo que entregar dinero y hasta su cuerpo con tal que le llevaran una carta con la advertencia de la guerra inminente.
En el lado de Inglaterra el heredero Alfred llega hasta el monasterio en donde toda esta historia comenzó, ahí donde Athelstan se encontró por primera vez a Ragnar. En una oración incluso logra escuchar desde el Más Allá al sacerdote, quien lo cuida desde otro plano astral.
Y para finalizar en otros planos llegamos hasta la tierra prometida de Floki, ese lugar bendecido por los Dioses y en donde el mismo espigado de risa curiosa se pregunta por qué no se manifiestan con estos nuevos creyentes, ¿será que no son dignos? La duda se siembra entre su gente pero un geyser ayuda a apaciguar los ánimos. Ya veremos en qué queda eso.