Crítica| Thor: Amor y Trueno: ¿Una Historia Infantil?

En un mundo que exige seriedad y realismo, Thor: Love and Thunder nos recuerda que la inocencia es lo que ha hecho que los superhéroes sean tan trascendentales

En un mundo que exige seriedad y realismo, Thor: Love and Thunder nos recuerda que la inocencia es lo que ha hecho que los superhéroes sean tan trascendentales

Después de revitalizar al personaje con Thor: Ragnarok, Taika Waititi regresa con mucho más control creativo e irreverencia en Thor: Love & Thunder, la más reciente aventura de Thor que comienza a vislumbrar el futuro de los héroes clásicos en la fase 5 de Marvel: convertirse en mentores.

En esta nueva historia, el villano Gorr (Christian Bale), en su afán por destruir a todos los dioses del universo decide llevar a cabo un complicado plan para conseguir la stormbreaker de Thor (Chris Hemsworth), lo que provoca que el Dios del Trueno emprenda un arduo viaje para salvar a todos los infantes del nuevo reino de Asgard. 

En su camino no estará solo, ya que Valkiria (Tessa Thompson), Korg (Taika Waititi) estarán con él, además de que ahora también cuenta con Jane Foster como Mighty Thor (Natalie Portman). Y por más intrincada que suene la historia, en realidad lo que busca Waititi es devolverle la esencia a las historias de superhéroes mientras se pregunta exactamente por qué seguimos tan obsesionados con ellos. 

Thor: Amor y Trueno

Superhéroes: ¿Los nuevos dioses? 

Desde hace varios años, se ha comenzado a discutir si los superhéroes de Marvel y DC han subido los peldaños del inconsciente colectivo hasta convertirse en mitos y leyendas a la par de las grandes epopeyas que estelarizan dioses griegos. Después de todo, sus historias de origen son conocidas por un gran número de personas, y cada iteración inspira a nuevas generaciones mientras promueven valores como el liderazgo, el autosacrificio y la valentía. 

Con esto en mente, en 2012 Jason Aaron escribió la historia de Thor donde se introduce a Gorr. Una historia híper compleja y violenta que trata acerca de la necesidad del hombre por servir a un poder superior, sobre la indiferencia del universo y cómo los designios de los dioses nunca han estado realmente a favor de la humanidad. 

Parte de esa esencia se conserva en la aventura de Waititi, especialmente la idea de que, de existir, los dioses serían completamente indiferentes a nuestras patéticas existencias y deseos. Sin embargo, el villano de Bale no tiene la misma brutalidad y oscuridad que su contraparte comiquera, y aunque la interpretación del actor y su diseño son increíbles, la intención ligera y aventuresca de la historia dejan a Gorr y sus exploraciones metafísicas sobre el lugar de los mortales en el universo, sin sus armas más interesantes para desarrollarse como un gran villano y uno nunca termina de sentir por qué su amenaza es tan urgente o tan importante. 

Thor

¿Los superhéroes son para las infancias?

Pero parece que Taika Waititi en realidad utilizó a Gorr para explorar otra perspectiva el impacto de El Universo Cinematogrráfico de Marvel. Es curioso que Thor: Love & Thunder sea una película tan ligera en vista de todo lo que ha vivido el dios asgardiano desde Ragnarok, Infinity War y Endgame. Sus duras pérdidas, su depresión y su aumento de peso sin duda daban mucho material para explorar a Thor desde una perspectiva más personal, pero Waititi optó por el glam y la nostalgia ochentera para entregarnos a un superhéroe de acción que las infancias pueden admirar. 

Ver a Thor derrotar con sus piernas a criaturas madmaxianas en un planeta colorido mientras grita frases graciosas y resuelve el día es algo que se repite constantemente en la cinta y son momentos muy divertidos. La pelea con Gorr es sumamente épica y la forma en la que Waititi juega con los colores, reflejos y sombras hace que la cinta se sienta muy dinámica todo el tiempo, aunque el frenesí de escenas y la rapidez con la que ocurren los eventos jugó en detrimento de su impacto emocional. 

También se destaca mucho la presencia de infantes en la cinta, no sólo como objetos que deben ser salvados, sino también como seres con agencia que pueden escoger sus propios nombres y pelear para defenderse si las condiciones y la ayuda es la adecuada. De hecho, una de las mejores escenas de acción de la cinta es completamente estelarizada por un grupo de menores, donde parece que la historia nos insiste en que esto es una cinta dirigida a audiencias infantiles. 

Eso no está mal ni quiere decir que sea infantil, al contrario. La vibra épica de cuento de hadas es lo que nos ayuda a entender justamente el contraste entre Gorr, los dioses y como se diferencían de Thor. Y parece que nos ofrecen una razón por la que los superhéroes superaron hace mucho a los dioses: mientras que las infancias aprenden a temerle a las deidades, los superhéroes están ahí para inspirarles. Y ese sentimiento trasciende incluso el odio más grande y perdura por mucho más tiempo.

Thor

¿Una historia demasiado ambiciosa?

Eso podrá ser suficiente para divertir a las personas más pequeñas y a muchos adultos, pues la interpretación de Chris Hemsworth es bastante graciosa y hace buena mancuerna con el estilo cómico/cínico de Tessa Thompson. Pero esta no era sólo una aventura de crecimiento para el Dios del Trueno, también marcó el regreso de Natalie Portman como Jane Foster, quien a su vez se convierte en Mighty Thor. 

Waititi buscó otra de las complejas historias de Jason Aaron e introdujo a Jane Foster con la problemática de que, una vez que se convierte en la elegida del Mjolnir, su cuerpo rechaza cualquier tipo de tratamiento para curar su avanzado cáncer, por lo que cada acto heróico la acerca más a la muerte. 

Waititi y Portman confirmaron que hay una edición de 4 horas y que se cortaron muchas escenas importantes, principalmente entre Valkiria y Jane. Y desafortunadamente, lo que quedó en el corte original no le hace justicia al personaje, no sólo porque su introducción está solamente en función del arco de Thor, sino porque realmente su desarrollo, aunque tiene momentos extremadamente épicos, se siente poco explorado, por lo que su desenlace se siente más conveniente que emotivo y al final está ahí sólo para servir la trama del héroe. 

Thor

El Futuro de Thor: El Mentor del Trueno

Valkiria sufre el mismo destino que Jane Foster, ya que su presencia está ahí sólo para fungir como herramienta cómica, y aunque gracias a ella la película logra explorar e introducir algunas temáticas queer, todo sigue tratándose de una manera muy tibia: entre conversaciones, recuerdos y escenas rápidas. Y casi no se siente que prácticamente todos los personajes tienen características queer a lo largo de la historia. 

Aún así, los personajes constantemente hablan de sus experiencias queer y es una característica de su personalidad que se trata con soltura y de forma orgánica. Incluso sirve para encaminar a Thor por el camino que están por recorrer todos los héroes veteranos de Marvel: convertirse en mentores. 

Realmente la cinta no nos da un norte preciso sobre hacia dónde se dirige el Dios de Asgard y cómo encajará en las próximas fases de Marvel, pero Waititi apuesta por mantener a Thor como un héroe sencillo, carismático y aventurero, entregándonos una película que, a pesar de tropezarse con sus propias ambiciones, resulta sumamente entretenida. 

Y en un mundo donde se le exige a los superhéroes ser más oscuros, más serios, más realistas e incluso deconstruirse y reconstruirse constantemente, Thor: Love & Thunder pretende devolver algo de la magia y diversión que hizo a los superhéroes tan icónicos en primer lugar, para tratar de entender cómo es que lograron trascender de la manera que lo hicieron. Y esa parece una apuesta muy arriesgada, pero también muy necesaria.