La serie de The Sandman es una ambiciosa adaptación que vale la pena ver, aunque se tropieza con sus promesas a futuro
The Sandman, la obra maestra de Neil Gaiman que revolucionó el mundo de los cómics en los 80, por fin fue adaptada a la pantalla chica de la mano de Netflix. No fue una tarea fácil, el mismo Gaiman confirmó que rechazó cientos de intentos de adaptaciones que supuestamente no entendían la trama en su totalidad y la intentaban cuadrar con las exigencias del género de superhéroes, convirtiendo a Morpheus, el rey de los sueños, en un héroe genérico dentro de una historia de fantasía.
Siendo el cómic una historia que mezcla personajes poco conocidos del universo de DC Cómics con ideas sobre la vida, la muerte, el valor de las historias o el poder de la esperanza, The Sandman se consideraba “inadaptable” por su premisa tan ambigua y sus complejas temáticas.
Pero la nueva serie protagonizada por Tom Sturridge entiende perfecto la esencia de la historia original y la adapta de una forma inteligente y digerible para una nueva audiencia, pero depende por completo de sus esperanzas a futuro y, además de que eso hace que la serie se sienta demasiado contenida, puede dejar demasiados cabos sueltos para generar un interés que perdure a lo largo del tiempo. No obstante, definitivamente el viaje es demasiado bueno como para perdérselo.
Es lo mismo, pero no es igual
Para ser una adaptación de una historia que se escribió hace más de 30 años, el show de The Sandman es extrañamente fiel al material original: Conocemos a Morpheus (Sturridge), a través del líder de un culto (Charles Dance), que buscaba aprisionar a la muerte para traer a su hijo de regreso, pero en su lugar vive su vida como el carcelero del Rey de los Sueños, quien al ser un Eterno no se rige por las mismas leyes del tiempo que los seres humanos.
Los siguientes episodios nos cuentan la historia de cómo logra escapar y cómo Morpheus pone en marcha un plan para restaurar todos los cambios que causó su ausencia, tanto en el mundo de los sueños, —ya que pesadillas como El Corinthian (Boyd Holbrook) decidieron aprovecharse del mundo humano— como en la tierra mortal, en donde una extraña enfermedad del sueño hizo que millones de personas durmieran para jamás despertar.
The Sandman sigue exactamente los pasos de la novela original y ajusta ciertas partes para hacer que los personajes más famosos de la historia tengan una conexión más cercana con el viaje de Morpheus y su historia. Y entonces aprovechan para mostrarnos, a través de un formato episódico aparentemente autoconclusivos, personajes como Lucifer, comandante del infierno interpretado por Gwendoline Christie, Johanna Constantine (Jenna Coleman) y hasta se las ingenian para hacer que un altercado cósmico en un restaurante y una convención de asesinos seriales tengan peso y coherencia dentro de su historia.
Lo que más destaca de los primeros capítulos, sin lugar a dudas, es la forma en la que se presenta Morpheus. Su físico, que muestra una figura andrógina mezclada con un sentido de privilegio y narcisismo lleno de culpa, hace a un protagonista sumamente intrigante, pero también muy frustrante.
The Sandman logra capturar la altivez e indiferencia que siente el Eterno por la vida humana, pero también nos muestra su enojo y aceptación renuente a los cambios que se dan en su reino y en la jerarquía que él tenía planeada. Gracias a él, cada episodio se llena con discusiones súper intensas sobre el poder de las historias, de la esperanza, y nuestro lugar en el mundo.
El ser Antropomórfico más egoísta de este o cualquier otro plano
Kirby Howell-Baptiste como la personificación de la Muerte es tan genial que casi es un pecado que no tenga más importancia en la historia. Pero como mencionamos anteriormente, su presencia en el episodio se convierte en una gran forma de explorar la idea de la muerte, la frugalidad de la vida y el egoísmo de los humanos (y Eternos) al vivir centrados en sí mismos.
Cada episodio es una intensa colección de historias con profundas implicaciones. Que además tiene un excelente diseño de producción y efectos especiales, y nos adentra de verdad a los mundos por los que Morpheus pasa sin temor a mostrar sangre, caos y terror. De cierta manera, esta serie se siente más como la antología hecha en 2016 titulada Gaiman’s Likely Stories, en donde adaptaron algunos de los trabajos más oscuros del escritor en episodios igual de oscuros y extraños.
Sin embargo, el sentido de fantasía y epicidad se mantiene y de una manera mucho más efectiva que American Gods o incluso que Good Omens, entregándonos de verdad una propuesta de fantasía diferente que no habíamos visto en mucho tiempo, al menos no de esa magnitud.
Aún así, El Corinthian se convierte en el “verdadero villano” de esta temporada, lo que nos brinda un sentido de intención y urgencia a la historia principal de Morpheus. Pero están ocurriendo tantas cosas y su resolución es tan rápida, que puede sentirse desconectado. Especialmente si tomamos en cuenta que The Sandman cambia su formato a la mitad para presentarnos una ambiciosa adaptación del arco de La Casa de Muñecas, la cual se siente como una historia de fantasía más sencilla y directa en comparación con sus otros episodios.
Pero Nada es Perfecto, Ni siquiera el Mundo de los Sueños
Adentrarse a la serie es una gran opción para los/as fans del género y quienes buscan historias fantásticas diferentes. Pero la constante promesa de que se vienen historias más grandes y el sentimiento de que todas estas historias no son más que hilos sueltos que están por unirse a una historia mucho más completa puede hacer que la The Sandman se sienta repetitiva.
Además, el hecho de no poder cimentar el amor por ninguno de los personajes excepto por los invitados en cada episodio, puede que sea difícil para una persona que no esté familiarizada con el material original, ya que la expectativa de todos estos teasers y tráilers dependen de que sí tengamos una idea de lo que podría venir después.
Aún así, esta es una historia que es un homenaje a las historias fantásticas, que busca hacernos ver un mundo nuevo mientras nos preguntamos si una figura tan etérea y eterna como la ensoñación, tiene también el poder de cambiar y convertirse en algo nuevo. También habla sobre el verdadero poder de las historias, por qué las contamos, por qué escogemos la esperanza y simplemente, qué es lo que nos hace seguir con vida.
Una novela gráfica difícil se convirtió en un show al que es un poco difícil entrar, pero si le dan una oportunidad, definitivamente encontrarán una historia que vale mucho la pena ver y explorar, así logre crear todas las historias que prometió a futuro o se quede sólo con una temporada.