¿Qué hay detrás del poder político, de sus bases ideológicas y del sistema organizado y exclusivo que parecen tener? En The Family Iglesia, política y poder, son tres personas distintas con un sólo fin.
Todos las formas de gobierno tienen un trasfondo. ¿Cuál es el de Washington DC, el epicentro de la política norteamericana? Honestamente, casi nadie, o muy pocos, relacionamos política con religión. No obstante, es claro que la mayoría de los mandatarios creen en algo trascendental, llámese Jesús, Jehová o Alá, pero nunca imaginamos que detrás de la democracia se encuentre el hijo de Dios.
Esta encrucijada está en el centro de la nueva serie documental de Netflix que lleva, justamente, el nombre de The Family (La Familia). En ella se retrata el poder que tiene la organización cristiana conservadora, conocida como The Fellowship, en el gobierno estadunidense, así como su influencia en varios líderes mundiales.
La idea
El documental se basa en el libro de Jeff Sharlet, quien conoció la secta «The Family» a los 20 años, junto a otros jóvenes que fueron citados a una reunión donde estudiaban a Jesús de una forma poco ortodoxa.
Sharlet comenzó a investigar sobre este grupo cuando vivía en Washington; él afirmaba que era una fraternidad muy limpia, porque no permitían el consumo de bebidas ni drogas y estaba prohibido decir malas palabras.
Sobre su líder
Si bien este grupo existe desde 1935, Doug Coe fue su líder entre 1969 hasta 2017, cuando falleció.
Este hombre fue nombrado como uno de los evangélicos más influyentes de EE.UU en 2005. Además, fue también quien instauró un voto de silencio sobre las actividades que realizaban los miembros de la secta (todos seleccionados minuciosamiente) para así conseguir más poder e influencias en la Casa Blanca y el resto del mundo.
Lo atractivo y oculto
Lo más interesante que tiene el documental es el sentido de pertenencia que ese grupo creaba: cada uno de los miembros dedicaba su vida a «La Familia».
Al comienzo del primer capítulo, le preguntan a Jeff si tiene pareja, padres, una carrera, porque todas esas cosas eran las que iba a abandonar al entrar al grupo.
Además, la serie conecta a este grupo ultra conservador y antidemocrático (como ahí lo denominan) con la casa C Street, en Washington, una institución que salió a la luz en 2010 y que se dedicaba a realizar estudios bíblicos de la fraternidad.
En ella participaron cinco congresistas republicanos y, después de su aparición pública, los pastores de otras iglesias pidieron que se les investigara para saber si pagaban o no impuestos.
Una de las cosas que más sorprende, es el papel que tiene la religión en este grupo, ya que está por encima de los partidos políticos y del cargo administrativo que se ocupa. Por eso, muchos congresistas aseguran que «el desayuno de los miércoles» o «las cenas de los jueves» eran el mejor momento de la semana.
Las apariciones de los candidatos presidenciales no son los fragmentos más escandalosos en The Family, pero sí las imágenes que involucran al expresidente George W. Bush, a Donald Trump y Bill Clinton, además de la entrevista al exmandatario Jimmy Carter.
Combinación peligrosa
La alianza entre la política y las visiones retrógradas de algunos grupos llamados cristianos o evangélicos puede continuar siendo la tónica en las próximas elecciones tanto en Estados Unidos como en América Latina.
Vivimos en tiempos en los que existen políticos que desean gobernar y/o legislar con un texto “sagrado” bajo el brazo, o que se escudan en la libertad de expresión para decir cualquier barbaridad, así que vale la pena detenerse en los límites de lo tolerable en democracia si queremos construir estaso y sociedades más justas y equitativas.
Cinéfilas y cinéfilos, ¿a ustedes qué les pareció esta serie de Netflix?