The Batman logra capturar la esencia de su protagonista al mismo tiempo de presentarnos una versión completamente nueva. ¿Cómo se logró?
En una conferencia de prensa, Matt Reeves, el director de The Batman declaró lo siguiente: “La ambientación fue sumamente importante para mí. Hay una escena donde hacemos una comparación de Batman con el Riddler, y ahí nos dimos cuenta que no son tan diferentes. Todo eso se logró gracias a las respiraciones, la luz, al movimiento de la cámara. Todo dependía del ambiente”.
Cuando se anunció que Robert Pattinson se convertiría en una nueva adaptación del Caballero de la Noche bajo el mando del director de El Planeta de los Simios: Confrontación, las controversias llovieron desde los que odiaban al actor por su fama en Crepúsculo y los fans que clamaban por el regreso de Zack Snyder. Mucho ha cambiado desde entonces, y ahora estamos frente a una de las mejores y más innovadoras historias del murciélago.
Nuevo Batman, Nuevo Gotham
Esta nueva adaptación nos presenta a un Batman que apenas lleva un par de años en el trabajo y comienza a tener cierta fama dentro de las calles de Gotham. La actuación de Pattinson es increíble, pero lo mejor es ver cómo detrás del superhéroe que siempre toma las mejores decisiones y tiene todas las respuestas, se esconde un hombre muy roto y descuidado, que sin realmente medir las consecuencias, ni de sus actos, ni de los efectos que tiene su figura dentro de las jerarquías criminales.
Lo que dijo Matt Reeves sobre la ambientación lo podemos ver desde el inicio de la película. Sin entrar a los terrenos de spóilers, los primeros minutos del metraje están hechos para confundir: no sabes lo que estás viendo, quién lo está viendo ni qué está pasando. Las respuestas vienen desde las sombras, en las esquinas de un cuarto iluminado solamente por la luz de la pantalla, por la temible máscara de Riddler (Paul Dano), por un hombre inocente que después descubrimos que en realidad era un político corrupto.
Los elementos noir de las historias de detectives están más presentes a la hora en la que Batman desentraña el misterio detrás de los asesinatos de Riddler, quien con sus muertes calculadas comienza también a desenterrar la complicada historia de corrupción en la que está sumergida Ciudad Gótica.
Por eso, Reeves tomó inspiraciones de cómics como Batman Earth One y Batman: Ego. En la conferencia, dijo que en realidad buscó historias en donde la ciudad fuera igual o más importante que el héroe: “Esas historias fueron una inspiración, aunque no mucho. Quería encontrar relatos que me adentraran a Ciudad Gótica, para que pudiéramos adentrarnos de verdad a la mente del personaje y hacer una historia más psicológica”.
Robert Pattinson estuvo muy de acuerdo con esa idea, quien reiteró que “una de las razones por las que me encantó desde el guión esta encarnación de Batman, es porque realmente no se sabe cómo sus actos superheroicos afectan a la ciudad o a la gente”.
Y para Paul Dano, esa fue una buena fuente de inspiración para la construcción de su Riddler: “El hecho de que Matt Reeves quisiera hacer más una historia thriller que una película de acción superheroica, me dio chance de explorar la oscuridad del personaje. Ahí me di cuenta de que todos los villanos de Batman tienen el potencial para ser muy oscuros, pero porque Batman también tiene una oscuridad muy intrínseca”.
¿Cómo crearon la nueva vibra de Batman?
A pesar de que la ambientación ambigua y oscura de Matt Reeves hace a la película más introspectiva y a ratos demasiado melancólica, en realidad muestra un abanico muy diverso de estilos de peleas, escenas de acción y coreografías. Pero sin duda, uno de los atributos más destacables fue la imponente presencia que transmite Batman a través de su maquillaje y vestuario.
Al respecto, «No te debes dejar intimidar por el legado que tienen los personajes» nos contó en entrevista exclusiva Naomi Donne, maquillista nominada al Óscar por su trabajo en 1917 y que fungió como la maquillista personal de Emma Stone en Cruella: «Tienes que aventurarte a crear algo nuevo. Ya tienes las bases de otros Batman, o la base de Catwoman, lo importante es que tomes esos diseños que ya fueron tan icónicos como inspiración y que te aventures a crear algo nuevo».
Donne confirma el empeño de Matt Reeves por crear la atmósfera correcta. «Todo primero vino del director. Matt tenía una idea muy específica para la película, nos habló de cómo quería que Bruce Wayne evocara a Kurt Cobain y al estilo rock grunge para hacer un ambiente melancólico». Pero también asegura que fue un trabajo muy colaborativo, pues también tenían mucha comunicación con los actores para construir a personajes que se sintieran realistas, pero se alejaran de otro tipo de atmósfera de superhéroes:
«Zoë, por ejemplo, quería utilizar largas uñas de acrílico para dar una sensación muy felina, y eso le añadió una textura diferente al personaje, que en general tiene un estilo muy crudo y seco. Pero la idea era mostrar a todos como personas nuevas en el trabajo, no tan experimentadas».
Así, Donne nos platicó que hubo mucha libertad para hacer cambios y experimentar con los diferentes estilos, pues también nos aseguró que todo tenía que estar perfectamente coordinado: «Es una ambientación muy específica y muchas escenas dependían de cómo se veía Robert no sólo con maquillaje en el rostro, sino cómo se coordinaba ese maquillaje con la capa y la capucha. Todo tenía que evocar esta atmósfera específica, pero nos las ingeniamos para que fuera a través de diferentes detalles».
Un balance perfecto
Esto nos deja una película perfectamente detallada, en donde vemos a un Batman sumamente inexperto, pero también más ingenioso y que hace uso de muchas más herramientas y habilidades para cumplir con sus cometidos. La construcción de su mundo está tan cuidada como la construcción de la psique del héroe, y ese es un balance muy difícil de lograr.
Otra de las razones por las que se logró, creo que fue por la visión de Mattson Tomlin, guionista que fungió como ayudante en la película y que lanzó el año pasado el cómic Batman: The Imposter, historia dónde conocemos la verdad detrás de un Impostor del murciélago que inculpó a Batman de asesinar a 3 personas, pero todo es contado a través de las sesiones de terapia que Bruce Wayne tiene con la doctora Leslie Thompkins.
En las páginas de Tomlin, están bien documentadas las investigaciones de Batman, pero también la vida de Bruce Wayne y lo difícil que es para él separar su doble vida. Lo vemos hablar sobre cómo la búsqueda de respuestas lo lleva a enamorarse de una detective, pero también lo vemos ser cada vez más violento con sus enemigos.
El Hombre Detrás del héroe
Eso es algo que se plasma a la perfección en la nueva película de Batman. Él es obligado a interactuar con la policía, con la élite, con la mafia, con otros criminales. Y en medio del caos, de las masacres y de la obsesión por encontrar a Riddler, vemos a Batman crear lazos afectivos tanto con James Gordon (Jeffrey Wright) como con Catwoman (Zoë Kravitz). Y en un acto sorpresivo, también lo vemos negando la figura paterna de Alfred (Andy Serkis). Esas relaciones afectan directamente los pensamientos y la ideología de Bruce Wayne.
Él sabe que quiere ser un símbolo de cambio y prosperidad, pero realmente sólo está reaccionando al miedo y rabia que le provocó la muerte de sus padres. Eso lo hace egoísta y no se de cuenta de los privilegios con los que ha contado, los cuales si bien le han conseguido bonitos juguetes y un disfraz muy completo, realmente no ataca las problemáticas reales de Ciudad Gótica. Y la romantización de la moralidad de sus padres resulta un obstáculo difícil de superar que ofusca su visión por completo.
Por eso Riddler destaca tanto en la película. Su atemorizante voz, mezclada con la desesperación de un hombre que siempre ha vivido en el olvido, es la contraparte perfecta para un sujeto que utiliza su privilegio para golpear bandidos con menos experiencia y menos herramientas que él. Desafortunadamente, todavía peca de esta nueva tendencia de poner villanos sumamente atractivos y empáticos cuyo único pecado real es querer matar a personas inocentes, pero al menos reconocen la participación de Batman/Bruce Wayne como parte del problema.
Un Símbolo en Construcción
Ver a Thomas Wayne hablando sobre el pasado de su esposa Martha es también algo sumamente nuevo y diferente, pues es un rompecabezas del que nos vamos dando cuenta junto a Bruce, y que hace que la misma ciudad cuestione todo lo que representa Batman. Catwoman pone a prueba la idea de reparación de daño y cómo subestima el dolor de las víctimas en aras de cumplir sus objetivos.
El James Gordon de Jeffrey Wright nos da un mejor panorama de cómo la policía de Ciudad Gótica interactúa con Batman. Grandes figuras de la mafia como Carmine Falcone y El Pingüino no sólo ponen en perspectiva la romantización que Bruce siente hacia sus padres y su legado familiar, sus propios dramas auguran una increíble historia en los dos nuevos spin-offs del Pingüino y The Gotham PD que prepara HBO Max . Incluso, nos muestran la complicada relación entre un Alfred que todavía no aprueba ni apoya su decisión de convertirse en vigilante, pero que también se convierte en el símbolo de que Batman no puede salvarlos a todos.
Robert Pattinson dijo que: “Me gustan los personajes conflictivos. De hecho, mi agente se sorprendió muchísimo cuando acepté ser Batman, porque me dijo: “creí que buscabas personajes más locos y zafados”. Pero yo le dije: “¿Has visto a ese hombre? ¡Es la persona más desquiciada que hay!”. Y si bien sus palabras tal vez son muy duras para el Caballero de la Noche, sin duda The Batman marca el inicio de la historia de un hombre que busca ser un héroe y busca cambiar para serlo, pero que realmente no se sabe si podrá hacerlo.
Y aunque básicamente esta es una cinta sobre un Batman que es un mal Batman, la esperanza de que pueda convertirse en uno nos promete que se viene una exploración del personaje sumamente distinta e innovadora.