El fin de temporada de Star Trek: Discovery, nos trae la calma y un episodio lleno de referencias y fan service.
Durante toda la temporada pudimos disfrutar de traiciones, intrigas, revelaciones, sorpresas y muy buen desarrollo de personajes. El nuevo tipo de relato que se trató de entregar, tenía elementos que a algunos le hicieron pensar que no estaban viendo algo relacionado con Star Trek.
Este último episodio, nos quiere recordar en todo momento que estamos viendo la legendaria franquicia que lleva más de 50 años en pantalla. Razas conocidas, menciones a muchos elementos de otras series, pequeños cameos de criaturas y la vuelta a los valores que representa Starfleet, son parte de este trabajo hecho con mucho cariño. Sin duda un goce de referencias para aquellos viejos fans.
La responsabilidad de poner a Star Trek nuevamente en la televisión, obligó a adaptar el estilo a los estándares de hoy. El viejo relato episódico del que tanto disfrutábamos antes, es cosa del pasado. Ahora, el estilo dicta que veas los capítulos en orden, entregándonos una narración que se desarrolla durante toda una temporada. De esa manera se han abandonado los episodios autoconclusivos.
Después de establecer y solidificar a los personajes, dándonos indicios de lo que veríamos después, y preparando magistralmente el camino para una épica saga, saltamos a una guerra, que hacía pensar que veríamos un final épico, donde se tiraría toda la carne a la parrilla, y me decepcionaron totalmente.
Cada momento, cada diálogo hacía pensar que en algún segundo algo ocurriría y una gran batalla se presentaría. La espera fue en vano, y todo se reduciría a la diplomacia, a la salida pacífica, al más estilo del clásico Star Trek. ¿Tiene eso algo de malo?, la verdad es que no, como fan de Star Trek de toda la vida, hasta se extrañaban los viejos valores. El problema es con el espectador nuevo, al que le debe haber parecido anticlimático el desenlace. Creo que, al igual que yo, se deben de haber quedado con las ganas de ver “La Batalla final”. Todas las grandes batallas se libraron fuera de pantalla. Esto lo perdonaría si fuera por temas presupuestarios, viendo las maravillas que nos entregaron con un presupuesto destinado a una serie de TV.
Evolución Constante
Las relaciones entre los personajes, ha hecho madurar tanto los conflictos como las reconciliaciones. Mientras algunos han consolidado sus personalidades, otros han cambiado su estatus, evolucionando. Quienes parecían tener la moral más dispersa, son los que muestran una mayor entereza para imponer lo que es correcto. Esto último en una trama donde la desesperación parece hacer que el fin justifique los medios.
La unificación del Imperio Klingon, en favor de un estado basado en ideales religiosos, no es ajeno a la franquicia. En The Next Generation (1987), quedó bastante claro que el culto a Kahless era escencial en el gobierno.
La Emperatriz Georgiou
Desde el primer momento en que Michael decidió traer a la emperatriz Terrana, preveíamos que sería algo interesante. En tan sólo un par de episodios, nos establecieron a un personaje sólido y posible villano recurrente de la serie, un archinémesis que puede hacer de las suyas en un futuro. Más Michelle Yeoh, Please. Georgiou y su interacción con los esclavos de Orion, representantes de los placeres carnales desde el inicio de la franquicia, aporta más carácter al personaje.
Por otro lado tenemos las referencias a los clásicos, y las vueltas a las raíces de Star Trek. El momento para esto no fue el más propicio, pues disminuyó la intensidad de la trama, haciendo que el que debió ser un climax perfecto, decayera a un final simplón.
Por último tenemos indicios de lo que nos depara el futuro. En este apartado podemos encontrarnos con personajes marchando a otros lugares, pero quedando disponibles por si los necesitan; el misterio sobre quién será el nuevo capitán y un encuentro con la nave más icónica de la franquicia. Sin duda, es suficiente para que esperemos con ansias la nueva temporada de la serie.
Para los que querían esperar a ver la temporada completa en un maratón, ya está disponible en Netflix.