A lo largo de Room, resulta casi imposible no crear un vínculo emocional con sus principales personajes. Llevándonos de la mano en esta historia de supervivencia y amor materno bajo una circunstancia no antes vista.
El cine, siendo una de las bellas artes, no está excluida e indiferente en sus definiciones y características que lo posicionan en el 7° lugar de la privilegiada lista. Por ello, es que la conexión que surge entre un público expectante y la obra, debe ser tanta; que la mejor forma de lograrlo es una en la que estén involucrados sentimientos y emociones adquiridos de situaciones tan cotidianas como trágicas; a manera de ejemplos innumerables que existen en este arte, se encuentran temas como la muerte, pérdida, sufrimiento y desilusión.
De esta forma es como se generan vínculos con obras que trascienden épocas y géneros. Se vuelve evidente que, al pasar de los años, sumado al cambio en la sociedad; la ficción deja de ser suposiciones irreales. Y cada vez se apega más a hechos verídicos que, lamentablemente, se repiten una y otra vez.
Estrenada en el año 2015 con el título de Room, traducida al español como La Habitación; es una película Irlandesa basada en la novela homónima de Emma Donoghue, quien también figura como guionista; y dirigida por Lenny Abrahamson. Cinta que narra la sugestiva historia de una madre quien, junto a su hijo, intenta escapar de su secuestrador que los tiene en una muy pequeña habitación en un jardín. Para más tarde darse cuenta que su vida, al igual que sus relaciones; cambian radicalmente al liberarse después de años en cautiverio.
Protagonizada por Brie Larson, quien da vida a Joy Newsome, conocida concisa y brevemente por parte de su pequeño hijo como Ma. El infante de 5 años llamado Jack, (Jacob Tremblay), nació, creció y vive en una pequeña y muy claustrofóbica habitación junto a su madre. Ambos, conviven día y noche en un lugar apretado y sin ventilación alguna, dónde llevan a cabo actividades que parecieran rutinarias; pero al fin de cuenta necesarias, para conservar la poca cordura que aún conserva Ma, quien lleva años secuestrada en dicha habitación.
Al pasar el tiempo, y darse cuenta de que una habitación no puede ser concebida como el mundo entero para Jack; Ma pone en marcha un plan, que más que improvisado, es consecuencia de una desesperación acumulada; en dónde ya no hay más tiempo que aguantar o soportar en el encierro.
Por ello, la desesperada madre convence a su hijo de fingir su muerte, y con ello, hacer que su captor (Sean Bridgers); quien además es padre del niño, lleve el cuerpo al exterior, y así, el pequeño Jack pueda pedir ayuda en la calle.
Dicho plan resulta, ocasionando un rescate que no tardó en hacerse mediático por el trasfondo de la historia; cuya tragedia no sólo conmovió a la familia de la afectada, sino también a toda la comunidad aledaña. De vuelta a su vida normal, Joy Newsome se presenta a su hijo Jack con su verdadero nombre; ocasionándole un conflicto de identidad que afecta a ambos. Pues el niño conoce por primera vez el mundo exterior, alejado y diferente a todo lo que conocía e imaginó encerrado en tan asfixiante lugar; además, la madre, descubre lo mucho que ha cambiado su entorno después de años de ausencia, generándole una falta de pertenencia y depresión.
A lo largo de esta historia, resulta casi imposible no crear un vínculo y posicionarnos rápidamente en la situación de la madre. Pues la supervivencia a cualquier costo gusta y entretiene, más aún si hay un hijo de por medio. Por ello, es que si se recurre a la más antigua pero muy funcional estructura aristotélica; el primer acto es lo mejor de la cinta. Innova en la manera de presentar los personajes, y por supuesto, el conflicto: Haciendo más asequibles y sinceros los sufrimientos y anhelos que tienen tanto Ma como Jack.
Por otra parte, al situar la historia demasiado tiempo en una sola locación; es fundamental y necesario que los actores cumplan cabalmente su función escénica. Siendo así que tanto las interpretaciones de Brie Larson como la de Jacob Tremblay; resultan plausibles y sobretodo de gran reconocimiento. Por ello, no es de sorprender el buen y merecido reconocimiento de la academia hacia Larson; al otorgarle el Oscar a mejor actriz en 2016.
EN CONCLUSIÓN…
Room, destaca por sus personajes más que por la historia; ofreciendo personificaciones que conmueven a cualquier espectador. Lo involucran desde el principio es esta historia de supervivencia familiar; en la que se demuestra el amor materno bajo unas circunstancias no vistas anteriormente.