El live-action de Pinocho entiende bien por qué la cinta animada fue tan icónica y trata de innovar su historia, pero no se atreve a profundizar en eso
Pinocho es simplemente uno de los personajes más importantes de la literatura y la cultura pop en general. La historia creada por Carlo Collodi es considerada una de las obras más importantes de la literatura italiana, y algunos críticos y expertos la consideran una verdadera historia épica, que bien podría estar inspirada en epopeyas mitológicas como la leyenda de Gilgamesh, Odiseo o Dante.
Entre las razones por las que trascendió tanto, se encuentra la forma pícara en la que Pinocho se encuentra en diferentes situaciones fantásticas que lo hacen aprender sobre el valor del trabajo duro, la honestidad y la devoción a sus padres para poder convertirse en un niño de verdad ha inspirado cientos de análisis. Pero sin duda, la cinta de Disney creada en 1940 también marcó a toda una generación.
En 2022, Robert Zemeckis fue el encargado de modernizar la historia. Y aunque tiene muchos de los errores que se le critican a los live-actions de Disney, también presenta una propuesta diferente que parece analizar con cuidado lo que hizo tan icónica a la película animada.
Pinocho no Teme ser Oscura
Las moralejas de Pinocho siempre han sido muy claras: mentir, engañar, dejar tus estudios y desobedecer a tus padres es malo. Sin embargo, las oscuras consecuencias que enfrenta la ingenua marioneta son muy fuertes y escalofriantes. Tan solo en la versión animada, ver cómo lo encierran en el circo, cuando se emborracha, la transformación de los niños hedonistas en burros y la intensa persecusión de la ballena son escenas intensas, duras y muy raras y sin duda se mantienen en la mente de quien las ve mucho tiempo después.
Este nuevo live-action apostó por intentar atrapar la esencia de la historia pasada: aunque el diseño de Pinocho es encantador y sumamente fiel a su diseño original, la atmósfera que rodea al personaje tiene un aura muy tétrica. Esto en parte por el hecho de que Geppetto (interpretado por Tom Hanks) se presenta ahora como un hombre solitario que, desesperado por tener algo de compañía, decide crear a Pinocho para que forme parte de su familia, conformada por el gato Fígaro y la pez Cleo.
Otros elementos de la historia, como la escena en la isla del placer también dejan entrever una versión más oscura, encaminada a asustar y sorprender a la parte más joven de la audiencia. Esto lo logra con creces gracias a su pulido diseño de producción, que además de estar plagado de referencias y detalles al mundo de Disney, sabe adentrarnos bien a cada una de las aventuras que vive el joven Pinocho.
Pero Tampoco se atreve a tanto
A pesar de que la ambientación, la atmósfera y la nueva presentación de Geppetto ofrecen una dimensión distinta a la historia, realmente la historia no profundiza en estos detalles y prefiere recitar punto por punto los segmentos más famosos de la historia original, pero despojándolos de su poder emocional, ya que esos pequeños cambios en las historias de los personajes no terminan de cerrar el curso de la historia.
Por ejemplo, a pesar de que Pinocho se enfrenta a situaciones densas y difíciles, realmente nunca lo vemos interactuar con las partes “más incorrectas” de las tentaciones que se le presentan. Y más bien se presenta como una brújula moral que apoya mucho la idea del “pensamiento positivo” desde el inicio, por lo que realmente no tiene qué aprender mucho ni cambiar tanto su forma de ser.
Mientras intentan construir otra historia para Pinocho, él conoce a los personajes característicos de la historia original, como El zorro, el gato y el maestro de ceremonias, cuyas bromas a veces no salen tan bien. Lo mismo pasa con el personaje de Pepe Grillo, quien queda relegado a decir algunas frases graciosas que no siempre aportan a la escena.
Los Cambios Cruciales
La película es sumamente entretenida y los números musicales son de las mejores cosas que ofrece, ya que están muy bien dirigidas y es aquí donde se da rienda suelta a todos los easter-eggs y sorpresas que resultan muy divertidos e incluso darían pie a que se vea una segunda vez,
Pero ahora, decidieron hacer un cambio crucial en la historia de Pinocho que es sumamente sorprendente y plantea una moraleja completamente distinta a lo que habíamos visto antes, que aboga más por un mensaje más moderno de aceptación e inclusión. Además de que abre la ventana para que el final resulte muy ambiguo, lo que seguramente inspirará teorías y lecturas muy diferentes entre la audiencia.
Sin embargo, la sorpresa no se siente bien cimentada a lo largo de la historia, provocando que el final simplemente no cierre bien.
Al final, Pinocho es una de las historias live-action que han entendido mejor lo que hizo tan icónica a su versión animada y ofrece un espectáculo que entretiene mucho mientras intenta innovar su premisa, pero como no se atreven a explorar las partes más oscuras de la historia, impide que sea realmente genial y brille con luz propia.