Cuando escuchamos que Steve Coogan protagoniza una película llamada Penguin Lessons, es fácil imaginar una comedia ligera o una historia familiar protagonizada por animales adorables.
Pero la realidad detrás de esta nueva cinta es mucho más compleja, conmovedora y, sobre todo, inesperada.
El actor británico, conocido por su agudo humor y sus papeles profundamente humanos, aceptó el reto de contar una historia que mezcla ternura, política y memoria histórica en el marco de uno de los capítulos más oscuros de América Latina: la dictadura militar en Argentina.
En entrevista, Coogan reveló que uno de los motivos principales para sumarse al proyecto fue su interés personal por la historia argentina. “Siempre he estado interesado en la historia de Argentina y especialmente en la muy difícil época que vivió durante la dictadura militar”, comentó.
Esta declaración marca el tono de una película que, lejos de ser una simple aventura con animales, utiliza la figura de un pingüino como metáfora y catalizador emocional en un contexto político turbulento.

Penguin Lessons: Una historia improbable, pero poderosa
Penguin Lessons se inspira en la historia real de Tom Michell, un joven británico que en los años 70 viajó a Sudamérica y, en medio de la convulsión política, salvó a un pingüino cubierto de petróleo en una playa uruguaya. Lo que parecía un gesto aislado se convirtió en el inicio de una relación simbólica y profundamente humana que cambiaría la vida de ambos.
Aunque el libro en el que se basa la cinta ya presentaba esta dualidad entre ternura y contexto social, la película profundiza en esa dimensión política. Coogan interpreta a Tom Michel como un hombre atrapado entre la necesidad de encontrar sentido personal y la responsabilidad de entender el país que lo rodea. El pingüino no es solo un animal simpático; es, según palabras del actor, “un catalizador” que desencadena reflexiones sobre la empatía, la compasión y la lucha por mantener la humanidad en tiempos difíciles.t
Steve Coogan compartió que trabajar con el director Peter Cattaneo fue una de las razones por las que el proyecto le resultó tan especial. “Conocí a Peter y realmente disfruté trabajar con él porque es bastante colaborativo. Siempre he tenido muchas sugerencias y él está completamente involucrado”, comentó. Esta dinámica creativa permitió que la historia se alejara de los clichés y se convirtiera en una obra íntima y comprometida, en la que el humor británico y la tragedia latinoamericana se entrelazan con sensibilidad.
Además, la cinta cuenta con la participación de Sir Jonathan Pryce, otro titán del cine británico, que da vida a un personaje clave en el recorrido emocional del protagonista. Coogan no escatimó elogios al hablar de su colega: “Es un profesional. Cuando trabajas con estos profesionales consumados que tienen un tiempo de experiencia, te mantienen en tus pies, te levantan el juego”.
La química entre ambos actores promete ser uno de los grandes atractivos de la película, que apuesta por un tono equilibrado entre la comedia sutil, el drama histórico y la reflexión emocional.

¿Puede un pingüino ser político?
Aunque suene extraño, Penguin Lessons demuestra que sí. Y es que en un mundo donde las narrativas cada vez buscan conmover sin dejar de cuestionar, la idea de un animal como símbolo de resistencia o revelación moral no es nueva. Filmes como La vida es bella o Jojo Rabbit ya han mostrado cómo el absurdo o la ternura pueden servir para explorar los horrores de la guerra o la represión sin caer en el morbo.
En este caso, el pingüino es testigo mudo pero potente del despertar de conciencia de un hombre que, como tantos extranjeros en Latinoamérica, llega buscando aventuras y se encuentra con una realidad que lo transforma para siempre.
“Todas esas cosas juntas se complementan entre sí. No creo que haya otro filme como éste. Escuchar, aprender y amar”, concluyó
Steve Coogan al describir su experiencia en Penguin Lessons. Sus palabras resumen el espíritu de una película que apuesta por conmover desde la honestidad, por enseñar sin sermonear y por recordarnos que incluso en los momentos más oscuros, un pequeño gesto puede marcar una diferencia profunda.
En tiempos donde el cine muchas veces opta por fórmulas seguras, Penguin Lessons es una propuesta diferente en cines, valiente y profundamente humana.
Una historia que mezcla lo improbable con lo inevitable: que cuidar a otro ser vivo, aunque parezca un acto mínimo, puede abrir el corazón a una causa mucho más grande.
