Acusado por un crimen que no cometió, Henri Charriere (Charlie Hunnam) mejor conocido como “Papillon”, es enviado a una colonia penal en la Guayana Francesa. Resignado a que nadie querrá escucharlo o defenderlo, deberá buscar la manera de sobrevivir en un lugar tan hostil; y la encontrará en Louis Dega (Rami Malek), un tipo de aspecto frágil pero con el dinero suficiente para ofrecerles a ambos una oportunidad de salir de ese lugar.
Así de rápido es como la película nos presenta a los personajes y su situación. Sabemos que veremos a dos personas buscando escapar, ¿pero es eso suficiente para mantenernos interesados en la historia?
Pañuelos no necesarios
Me parece que estas historias, donde el protagonista es sometido a castigos de forma cruel e injusta, atraen demasiado por la esperanza que tenemos de que, al final, este consiga su libertad. Y claro, en el camino sufriremos y aprenderemos junto con él.
Películas como Inquebrantable o 12 Años de Esclavitud nos envuelven por completo en ese viaje de sufrimiento pero también de superación. Se crea una conexión, sentimos empatía por el personaje. Y ese es el gran ausente en este caso.
Jamás vemos la vida previa de “Papi”. Conocemos a su novia, pero sólo por 5 minutos. Claro que se entiende por qué querría escapar cuando se le acusa de algo que no cometió, pero no se desarrolla esa conexión emocional. No estás ahí apoyándolo para que logre su cometido.
Esto es en parte por el ritmo tan irregular de la cinta. Empieza rápido, pero frena en cuanto llegamos a la parte importante. Las escenas de acción son pocas y cero emocionantes, e intentan enfocarse en el sufrimiento emocional, sin lograrlo por completo.
El otro error: la falta de un gran villano. Está ahí, pero no creo que cumpla su propósito de ser esa presencia desagradable y sin escrúpulos.
“¿Apoco es un remake?”
Si tienen menos de 30 años, seguramente también se sorprenderán al saber que esta no es la primera película que nos cuenta esta historia. En 1973, fue protagonizada por Steve McQueen y Dustin Hoffman ¿Por qué esto es relevante? Porque funciona como otro ejemplo de que la moda por los remakes debería empezar a disminuir.
Si bien resulta una buena idea acercar estas historias a nuevas generaciones, ésta no parece la mejor manera de hacerlo. Y es una pena, porque las actuaciones de los protagonistas son de lo poco rescatable.
Hunnam se entrega al papel, y es agradable ver de lo que puede ser capaz, tras verlo en aquella cosa aún más horrible llamada El Rey Arturo. Malek por su parte, con mucho menos tiempo en pantalla, entrega un personaje creíble, a pesar de las deficiencias del guión.
Por mi parte, creo que lo mejor que he sacado de esta cinta son las ganas de investigar más sobre la historia real (que algunos han puesto en duda) y ver la versión original.
¿Les gustan este tipo de historias? Esperamos sus comentarios.