Monzón: de campeón a femicida

La serie argentina del año llegó a Netflix

En el último tiempo el cine y la tv se han plagado de biopics sobre diferentes artistas y personalidades famosas, desde tanques cinematográficos como Bohemian Rhapsody hasta exitosas series como la de Luis Miguel.

Argentina no se quedó afuera de esta movida y, en el último tiempo, las productoras locales se han encargado de llevar a la pantalla chica las vidas de Sandro, Carlos Tevez, o de Diego Maradona, por nombrar algunos.

Este 2019, Disney Media Distribution Latin America y Pampa Films, productora que ya había incursionado en el género con la biografía del Papa Francisco, llevaron a la pantalla de Space la historia de Carlos Monzón, un joven oriundo de Santa Fe que terminó por convertirse en campeón del mundo del boxeo. Sin embargo, la serie no se propone rendirle homenaje al boxeador, sino que lo sienta en el banquillo de los acusados para, a partir de ahí, narrar la historia del femicidio que lo condenó a once años de prisión.


¿Quién era Carlos Monzón?

Carlos Monzón nació en 1942 y vivió, hasta ya entrado en la adolescencia, en la extrema pobreza. Su vida cambiaría rotundamente gracias al boxeo, deporte en el que logró ganar el campeonato del mundo en tres oportunidades. En 1977 se retiró de ese ambiente, como un ejemplo deportivo, un héroe respetado por todos. Hasta esa fatídica noche del 14 de febrero de 1988.

Alicia Muñiz, su pareja y madre de su hijo Maximiliano, fue asesinada por el ídolo y arrojada del balcón de la casa de veraneo que tenían en la ciudad costera de Mar del Plata. El crimen copó los medios nacionales e internacionales dándole lugar, por primera vez en la historia de la televisión argentina, a la violencia doméstica, la violencia machista.

Mientras muchos medios tildaban de Monzón de asesino, otros intentaban justificarlo e incluso delegar responsabilidad a la víctima quien ya no tenía voz para defenderse. El hecho trágico sirvió para que se hablara del femicidio, aunque no lo llamaban de esa forma.


La serie

Cuando se anunció que la vida del boxeador sería llevada a la televisión muchos dudábamos acerca del eje que tendría la misma. Si se glorificaría y homenajearía a un ídolo deportivo o si se contaría de forma responsable la historia de un asesinato. Ya en la primera escena del primero de los trece capítulos la duda queda despejada. El crimen de Alicia Muñiz es el eje principal de una serie que utilizará todos los elementos del policial clásico, e incluso algunas herramientas del thriller, para contar un caso policial más que las andanzas deportivas de Monzón.

Jesús Braceras, director de la mayoría de los capítulos, decide marcar el asesinato como eje central de la trama para luego ir, a través de dos líneas temporales, contando el ascenso de la figura deportiva y la caída de un hombre machista que golpeaba a todas sus parejas. El director, además, utiliza archivos históricos para dar un contexto mediático a la tragedia, evitable, de la que hablaba el mundo.

La serie gana desde todas sus aristas, desde la reconstrucción de la época, hasta la fotografía que no tiene nada que envidiarle a la mejor temporada de True Detective. Además, la narración no cae en ningún momento porque, aunque ya todos conozcamos el final de la historia, el guion se encarga de que el relato sea entretenido.


El elenco

Mauricio Paniagua y Jorge Román hacen un gran trabajo personificando las dos caras de Monzón, pero sin duda Carla Quevedo (Show Me A Hero, El Hipnotizador) es quien se roba el show. La actriz que interpreta a Alicia Muñiz logra con su actuación erizarnos la piel en más de una oportunidad. La serie le da la posibilidad a Quevedo de lucirse en el capítulo once que se centra exclusivamente en su figura y en el capítulo final donde seremos testigos de una pesadilla digna de una película de terror.

El resto del cast acompaña muy bien. Celeste Cid (como la exitosa estrella de la tv argentina Susana Gimenez), Gustavo Garzón, Diego Cremonesi, Florencia Raggi y Soledad Silveyra tienen la oportunidad de lucirse en varias escenas y así lo hacen.

Monzón es la historia de un boxeador que pegaba no solo arriba del ring. Es la historia de un misógino, de un femicida que arruinó la vida de muchas mujeres. La serie gana por knockout, te deja sin aire en más de una oportunidad y te invita a reflexionar sobre cómo se idolatra a personas que fuera de cámara, debajo del escenario o del ring, tienen actitudes deplorables y patéticas.

Monzón tranquilamente podría funcionar como una temporada de American Crime Story, porque es un producto que nada tiene que envidiarle a producciones hollywoodenses.


Los trece capítulos ya están disponibles para ser vistos en toda Latinoamérica en Netflix.

Cinéfilas y cinéfilos, no se pierdan Monzón, y no olviden decirnos qué les pareció en los comentarios.