Moana 2 se perfila para ser otro gran éxito para Disney. 8 años después de la primera entrega, la esperada secuela protagonizada nuevamente por Auliʻi Cravalho y Dwayne Johnson ya comenzó a romper récords, ya que con apenas un día en salas, la cinta ya recaudó 57 millones de dólares en Estados Unidos, por lo que se espera que termine el fin de semana con un estimado de más de 175 mdd.
En 2016, la historia de una princesa guerrera que apuesta todo para encontrar un camino que honre las expectativas de su familia a la vez que sus propios deseos causó conmoción e inspiró a muchas personas. Ahora, Moana es una reconocida líder establecida dentro de su comunidad, pero un nuevo camino la obliga a enfrentar una misión mucho más grande.
En Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con los directores Dana Ledoux Miller, Jason Hand y David Derrick Jr sobre cómo encontraron las ideas para retomar la historia y cómo fue trasladarla de un formato de televisión al cine.
¿Cómo trasladar a Moana de la televisión al cine?
Originalmente, esta historia de Moana iba a ser una serie para Disney+, y hay ciertos elementos que hacen evidente este hecho. Para empezar, la protagonista ahora tiene todo un grupo nuevo de amigos, incluyendo su hermana menor.
Y además, la magnitud de su viaje e historia se siente sumamente grande, especialmente porque ahora Maui debe pelear por rescatar la isla perdida de Motufetu, que según la leyenda, la malvada deidad Nalo la tiene controlada, mientras le ayuda (o no le ayuda) Matangi, una deidad que le enseña a Moana a soltar y buscar una forma alternativa de resolver sus problemas.
“Nosotros quisimos ser honestos con la historia que queríamos contar desde el principio” nos comentó David Derrick Jr. “Sí hubo retos, tuvimos que tomar decisiones difíciles sobre ciertas historias que nos gustaban mucho por cuestión de tiempo, pero en general, puedo decir que seguimos fielmente el corazón y la idea que encontramos para continuar el viaje de Moana”.
Jason Hand comentó que analizaron a detalle algunos episodios que tenían, especialmente aquellos que contaban las historias sobre los amigos de Moana “para entender de verdad quiénes eran y cuál era la característica más importante que nos interesaba explorar sobre ellos”.
Lo que hace a Moana una princesa tan diferente, es que no sueña con emanciparse de su familia o cambiar su situación. Ella añora tener la libertad de seguir su camino, pero sin deshacer sus lazos familiares. Y eso, en la primera cinta, hace que su pueblo se libere de sus ataduras y se convierta en un pueblo de exploradores.
Ahora, esos sueños se han convertido en una responsabilidad. Ella oficialmente es la líder exploradora de su pueblo, descubrir lugares y personas es parte de su trabajo, lo que hace que su misión tenga un peso añadido: no puede defraudar a su familia, a sus seres queridos, y cualquier error definirá el rumbo que tome su pueblo.
“En la primera película, su viaje fue una búsqueda personal de identidad y pertenencia. En la secuela, ese viaje se transforma en una responsabilidad hacia su comunidad, un recordatorio de que, como adultos, a veces nuestros sueños se ven ligados al bienestar de los demás.
David Derrick, Fuera de Foco
Moana ahora tiene que equilibrar su amor por su isla y su familia con la necesidad de conectarse con otras personas. Ella ya no solo se encuentra a sí misma, sino que se enfrenta a un gran sacrificio por el bien de los demás, y esa carga de responsabilidad hace su viaje aún más profundo”.
Moana: un reflejo de la riqueza cultural
“Creo que fue fácil para nosotros adaptarnos a las necesidades de la historia porque Moana es una historia muy honesta” nos comentó la directora Dana Ledoux, quien es de Samoa, país de Oceanía integrado dentro de la región Polinesia que celebra la historia.
“Una de las razones por las que es tan inspiradora, es porque Moana es una representación muy fiel de los pueblos del Pacífico, pero su historia habla sobre abrazar la multiculturalidad, construir puentes, conocer qué hay más allá” aseguró Ledoux.
A pesar de tener un equipo con diferentes habilidades, Moana duda mucho sobre las decisiones que debe tomar y si son las correctas para salvar a Maui y a la isla de Motofetu, y el concepto de “encontrar una tercera vía” está muy presente a lo largo de la historia.
La sensación de responsabilidad, lidiar con los errores, el liderazgo y tomar decisiones, son ideas que Moana 2 explora de una manera muy especial. Y de acuerdo con Ledoux, la magia de la historia está en poder celebrar la cultura polinesia mientras encuentran puntos comunes universales.
“El primer filme mostró la importancia de la identidad cultural y la conexión con el océano, un elemento que, más que un obstáculo, es un puente entre los diferentes pueblos del Pacífico.
Para nosotros, como cineastas, también fue muy importante mostrar cómo esa historia no solo pertenece a una región, sino que conecta a personas de todo el mundo, desde México hasta las islas del Pacífico. Buscamos demostrar que, aunque nuestras tradiciones puedan ser diferentes, todos compartimos el deseo de pertenecer, de conectarnos con el pasado para construir un mejor futuro.
Dana Ledoux, Fuera de Foco
“Esperamos que el público vea esto no solo como una historia de aventuras, sino como una reflexión sobre la importancia de nuestras raíces y cómo esas raíces nos empujan a crecer y avanzar” puntualizó Ledoux.
