Hablar de Misión Imposible es hablar de todo el legado de Tom Cruise como actor. La saga, con la que el legendario actor se ha establecido como productor y actor de riesgo, ya es uno de los referentes de acción desde hace 27 años. Y de alguna manera siempre han encontrado la manera de crear historias más grandes y más ambiciosas.
En Misión Imposible fue donde JJ Abrams debutó como director. pero también hemos visto historias hechas por grandes cineastas como Brian de Palma, John Woo y Brad Bird.
Ahora, de la mano de Christiopher McQuarrie, Tom Cruise busca afianzar su legado como las últimas estrellas de Hollywood de su estilo que quedan en pie, y con Sentencia Mortal, pretende abogar porque el cine todavía sea un gran espectáculo que deba verse en las salas de cine.
Misión Imposible: Sentencia Mortal- Tom Cruise lo logró de nuevo
Si algo destaca la nueva entrada de Misión Imposible, es la urgencia con la que habla sobre los obstáculos y peligros de los avances tecnológicos. Esta vez, el enemigo a vencer no es una organización secreta, tampoco un agente rebelde, el enemigo ahora es intangible, y la única forma que hay para luchar contra él es la información.
La misión de Ethan Hunt entonces es encontrar una llave que abre uno de los secretos mejor guardados del mundo, pues es lo único que puede dar razón sobre cómo destruir a La Entidad, un código que, al más puro estilo de Skynet, ya ha cobrado consciencia propia y se maneja de manera independiente. Quien controle a La Entidad, controlará al mundo.
Ethan no duda entonces en comprometerse por encontrar la llave. Y junto a la habilidosa ladrona Grace (Hayley Atwell), buscan desesperadamente las llaves para después descubrir exactamente qué abren.
Como ya es todo un legado de la saga, la séptima parte de Misión Imposible entrega secuencias de acción impecables. El saber que Tom Cruise es quien realiza esas peligrosas hazañas le da un gran plus, pero en realidad la construcción de cada escena, la tensión dramática, el peso del suspenso y la forma en la que se construyen los obstáculos mantienen a la audiencia al borde del asiento en cada momento.
Así, la película mantiene un paso ágil y no se sienten las 2 horas y 40 minutos de duración. En pantalla siempre ocurre algo, ya sea a través de ingeniosos empalmes y robos pequeños o grandes hazañas, la película se las ingenia para entregar continuamente giros que uno no espera, y que son sorpresas que mantienen a uno simplemente pegado a la pantalla para ver el desenlace.
Cine de Acción Nostálgico
Además de la apuesta por los efectos prácticos, dentro de la séptima parte de Misión Imposible también hacen mucho hincapié en la importancia de la tecnología analógica. La Entidad, al ser omnipresente, controla todo el mundo moderno, y es sólo a través de máquinas de escribir y radios de onda corta que tienen oportunidad de combatirlo.
A todas luces, esta cinta hace todo lo posible por hablar sobre los peligros de la obsesión con los avances tecnológicos. Y así como la primera ya se cimentó como una muestra de los avances tecnológicos que se vaticinaban con la llegada del nuevo milenio, la séptima parte de Misión Imposible puede sin problemas ser un representante de lo lejos que hemos llegado en ese rubro, y cómo ha impactado al cine.
Quizás esta película no es tan emocionante como Fallout, pero la forma en la que construyen las relaciones de Ethan con otros personajes, como Benji (Simon Pegg), Ilsa Faust (Rebecca Ferguson) y Alanna Mitsopolis (Vanessa Kirby) no sólo crean una gran tensión y dinámica, también cimentan mejor la complejidad emocional de la historia.
Y es que ante un enemigo tan grande y tan ambiguo, Ethan Hunt se acaba de convertir en un héroe que lucha porque cree en los seres humanos y su capacidad para mejorar al mundo. Al final, quien posee la información posee el poder, y Misión Imposible: Sentencia Mortal presenta un contraste interesante al no querer indagar mucho en los recovecos tecnológicos que dieron pie a la creación de la Entidad, sino más bien como los seres humanos de carne y hueso son quienes tienen las herramientas para controlarlo.
La única parte de la película que queda a medias es la presencia de Gabriel (Esai Morales) un terrorista que aparentemente es parte importante del pasado de Ethan, pero del que conocemos poco y cuyo peso en la trama se desdibuja porque ocurren cosas más interesantes sin él.
Pero esta es sólo la primera parte de dos, así que seguramente conoceremos más sobre el pasado de Ethan, así como los verdaderos secretos de la entidad, en la segunda parte. Pero la primera parte de Misión Imposible: Sentencia Mortal deja un testamento del potencial que todavía tiene la franquicia para presentar una historia emocionante, divertida, innovadora y que se tiene que ver en una sala de cine.