Adentrarnos al mundo oscuro de Mindhunter es una delicia que vale la pena, aunque eso te sumerja en las profundidades de las peores crueldades que puede hacer el ser humano.
Esta serie, cuya Temporada 2 se estrenó recientemente en Netflix, va escalando en distintos niveles de la psicología interna que tienen personas desquiciadas, o con algún trastorno, a las que les da cierto placer o satisfacción quitarle la vida a otros sin mostrar remordimiento.
Para los que conocen cómo va este show dirigido y producido, en parte, por el grandioso David Fincher, sabrán que son dos detectives del FBI en la época del 70-80 que buscan escudriñar las mentes de asesinos en serie —términos que ellos mismos inventaron— para descubrir sus motivaciones, sus perfiles, sus características y, con suerte, anticipar la próxima jugada de alguien parecido a ellos.
El dúo policial
La dinámica entre Holden y Bill estará presente nuevamente en esta temporada, aunque ahora explorará con mayor detenimiento sus individualidades y diferencias.
El primero está recuperándose de una crisis nerviosa producida por el imponente Ed Kemper (tenebroso y elocuente como ninguno); mientras que el segundo tiene que lidiar más que nunca con su familia, con su hijo que se mete en un problema inimaginable que pondrá a prueba el temple y el profesionalismo del pragmático detective.
Si bien es cierto que esta temporada de Mindhunter, la cual cuenta con nueve episodios, no se enfoca expresamente en entrevistas de asesinos en serie; cada uno de los que aparecen son muy especiales, rodeados de ese espectro único de ambientación que se logra a la perfección para crear tensión pura, que va más allá del peligro físico, y de la proyección macabra que tienen estas personas tan alejadas de las normas sociales.
Como dije antes, estos dos detectives no siempre estarán juntos para visitar cárceles, sino que la segunda parte de esta temporada recorrerá los días de angustia e investigación frustrante en Atlanta, cuando hubo una «epidemia» de asesinatos a menores de edad.
Ambos serán asignados a asistir a la policía local, para disgusto de Wendy, y serán quienes llevarán sus ideas novedosas intentando descubrir al asesino. He aquí donde recaen las diferencias, con un Holden que no sabe controlarse al olfatear pistas que le sirven para situar al asesino en un perfil psicológico, y un Bill que buscará la manera de controlarlo.
A final de cuentas, el control es la tarea que le asignó el nuevo jefe del departamento en que trabajan dentro del FBI, un muy curioso Ted Gunn, quien casi que se lame los labios al poder estar al frente de esta unidad, sobre todo para congraciarse con sus superiores.
Los asesinos en serie
Sabemos que el encanto de Mindhunter es ver de cerca a los asesinos en serie. Y aquí tenemos a varios sumamente interesantes, por decirlo de una forma educada.
La grabadora característica del intro de la serie la veremos continuamente, firme y expectante de lo que tienen que decir infames sujetos como William “Junior” Pierce, David Berkowitz «Hijo de Sam», William Henry Hance, Elmer Wayne Henley, Paul Bateson y, los notorios Charles Manson, Tex Watson y Wayne Williams.
A diferencia de la Temporada 1, aquí los asesinos tienen un poco de menos impacto en conjunto, aunque sin duda se percibe que el centro no recae exclusivamente en ellos.
Crítica al morbo
Si algo repiten constantemente con conversaciones casuales en distintas instancias, desde jefes del FBI, jueces, policías hasta civiles, es que siempre hay un interés, o un gusto culposo, por saber qué dijeron cada uno de esos asesinos en serie. Esos que salían en portadas de periódicos y despertaban el imaginario colectivo. Por algo, el género true crime es tan apetecido en Estados Unidos.
Desde mi punto de vista, ésta es una manera sutil de decirnos que, aunque es cierto que Mindhunter es experta en mostrar el comportamiento criminal hasta la médula, no sólo va a concentrarse en eso, sino en otras vertientes depositadas en las repercusiones que tiene estar tan cerca de ese fuego, en el que sin duda se sufrirá más de alguna quemadura.
El caso más notable es el de Bill con su esposa, principalmente con su hijo, luego de una revelación terrible y que someterá duramente a un matrimonio que de por sí tenía grietas desde antes.
¿Y Wendy?
Bill no es el único que pasa un mal momento,algo parecido ocurre con Wendy, quien hace el intento de llevar por su cuenta las entrevistas a asesinos, no obteniendo los resultados más satisfactorios. Ella es quizás el personaje menos desarrollado en la temporada, pero no por ello su historia importa menos.
Está situada en una encrucijada bastante incómoda, «ninguneada» luego de ser desplazada por el nuevo jefe, buscando cierto refugio en un romance con otra mujer, el cual tiene momentos interesantes e introspectivos, y que ojalá sepan hacerlos evolucionar en una temporada posterior.
El caso Atlanta
El núcleo de la Temporada 2 de Mindhunter es la serie de asesinatos en Atlanta. Se siente un poco a lo True Detective, pero con una estética fincheriana en su punto más fino, con la puesta en escena llena de calor, humedad y desesperación, planos bellísimos desde la sobriedad y humo de cigarros, auqnue el reflejo de la época no es precisamente el punto más fuerte de la serie.
El factor racial es sumamente importante. Queda muy claro que esto transcurre en una época complicada (1979-1981), en que aún hay vestigios del Ku-Klux-Klan y, a pesar de que es un territorio mixto entre blancos y negros, sus diferencias todavía existen por estratos sociales.
Este viaje detectivesco llevará al borde tanto a Holden como a Bill, y a la policía local, con momentos muy emocionantes cuando logran dar con el supuesto asesino y empiezan a salir las pruebas.
Veredicto
Para los que esperan exactamente una continuación de lo que se vivió en la Temporada 1, les informo que tal vez salgan un poco decepcionados. Esto es una evolución, una muestra de cómo una serie puede crecer sin temor a dejar cosas atrás.
Acá los protagonistas no son las confesiones de los asesinos en serie, sino lo que cuesta involucrarse desde el punto de vista psicológico con ellos, así como con los familiares de las víctimas y las personas encargadas de investigar los crímenes. Entendido eso, esta temporada resulta igual de grandiosa que la anterior.