Una historia de redención, fracaso y aprendizaje. Inspiradora, pero sorprendentemente verdadera y más honesta de lo que se acostumbra a ver en el cine.
Más Fuerte Que El Destino, dirigida por David Gordon Green y protagonizada por Jake Gyllenhall; nos presenta a Jeff Bauman, un hombre que para animar a su novia durante el maratón de Boston en el año 2013, la espera en la etapa final, sin saber que este día sería el día que perdería ambas piernas.
La historia en sí, es sobre esta persona sobreviviendo al atentado de aquel día; y cómo después de este evento tiene que adaptarse a las circunstancias y aprender a vivir con ello. No solo vemos cómo Jeff tiene que ajustar su vida, sino aquellos que lo rodean también lo hacen; como su novia , Erin Hurley, interpretada por Tatiana Maslany.
Exploramos también, junto con el personaje, las dificultades que se tienen al pasar de ser una persona completamente normal del que nadie sabe; a ser alguien que por estar en el lugar y momento equivocado, se convierte en un héroe nacional. Y sobre todo, cómo Jeff se siente incómodo con esto; ya que el personaje no logra entender el porqué todos quieren hablarle, saludarlo, o en todo caso porque lo ven así.
Es una película sumamente emocional, con grandes actuaciones y una historia realmente inspiradora. En algunos momentos puede parecer confusa y un poco desordenada; pero no podemos olvidar que éstos personajes no son de ficción, con un arco de mentira por así decirlo; sino que realmente estamos viendo lo que Jeff sentía y por lo que estaba pasando.
Uno de los aspectos más conmovedores de la cinta es la relación que tiene con Erin, ya que desde un principio podemos ver cómo su relación no está en el mejor de los momentos; pero esta tragedia los une de nuevo, ya que ella se siente obviamente preocupada por él. Al pasar el tiempo, el shock de la tragedia empieza a desvanecerse; y vemos cómo los problemas surgen de nuevo y con más fuerza. Es intensamente emocional ver a estas dos personas querer conectar de nuevo en medio del suceso.
Gyllenhall se siente completamente real en este rol, no parece en ningún momento que está actuando; parte de esto es porque la cinta no nos intenta hacer amar al personaje. Parece que vive el momento y esto te mantiene cautivo e interesado, ya que conectas con él en su totalidad. De igual manera, Tatiana Maslany da una actuación estupenda. Pero lo que resalta de esta cinta es lo que David Gordon Green hizo con ella, y esto es que nada se siente actuado. Más bien nos hace sentir como si estuviéramos presenciando momentos increíbles entre personas enfrente de nosotros.
Más fuerte que el destino es una historia de redención, fracaso y aprendizaje. Inspiradora, pero sorprendentemente verdadera y más honesta de lo que se acostumbra a ver en el cine.