Little Fires Everywhere es una serie que promete innovar el género de los dramas familiares.
En 2016 Reese Witherspoon fundó Hello Sunshine, una prominente productora de contenidos que ponía el foco en historias contadas por mujeres fuertes que se apoderaban de la televisión. Primero fue la miniserie de HBO Big Little Lies (que luego tuvo una inexplicable segunda temporada), que logró 16 nominaciones a los Emmys. Más tarde llegaría The Morning Show por la recién debutante Apple Tv+ que tendría tres nominaciones a los Globos de Oro. Y finalmente, este año debutaría por Hulu Little Fires Everywhere, basada en el best seller de Celeste Ng.
En el medio la productora tuvo algunos estrenos menores, pero estas tres costosas series tuvieron la particularidad de estar protagonizadas por la mismísima Reese Witherspoon y en personajes con rasgos similares.
¿De qué va Little Fires Everywhere?
En Little Fires Everywhere será Elena Richardson una mujer de clase alta, madre de cuatro adolescentes, periodista y buena esposa, que vive junto a su familia en una gran mansión en Shaker Heightm una perfecta ciudad de Ohio, en la que dejar el pasto por encima de los cinco centímetros es motivo de multa.
Los decorados de esa acartonada y burguesa vida que aparenta ser perfecta, aunque en realidad no lo es, se desplomarán cuando lleguen al barrio Mia Warren (Kerry Washington) y su hija Pearl (Lexi Underwood). Una madre soltera, bohemia, artista, nómada que junto a su hija recorren el país en auto.
Elena las dejará entrar en sus vidas, le rentará un pequeño departamento, pero las diferencias de clase e incluso físicas, harán que los secretos salgan a la luz.
¿Un drama común?
La serie adaptada por Liz Tigelaar, ambientada a fines de los ’90, inicia con la casa de los Richardson en llamas, incendiada intencionalmente. Inmediatamente, el relato se traslada un par de meses antes del trágico hecho. Lo que el show hace en sus ocho capítulos es ir dando pistas de quien pudo estar atrás del incendio, mientras algunos secretos del pasado ponen contra la pared a los personajes.
Hay de por medio una subtrama sobre unos amigos de los Richardson que deciden adoptar a una bebé de rasgos asiáticos y una madre que intenta recuperarla. Esta historia menor tendrá una importancia vital en los sucesos que desencadenaran la caída de ese barrio bien acomodado.
Menciono esto porque la maternidad es el eje central de este relato. Elena y Mia están tan enfocadas en destruir a la otra, en defender sus ideas, que descuidan la relación con sus hijos. Y ese es el punto fuerte de la serie, ver como sus propios hijos adolescentes terminan sacudiendo la realidad de cada una, escupiéndole en la cara las verdades que ninguna se atreve a reconocer.
No todo es perfecto en esta vida suburbana
Sin embargo, la serie peca casi todo el tiempo, de ser poco sutil, demasiado obvia y telenovelesca. El mensaje que quiere dar acerca de las diferencias sociales, de la discriminación racial, del bullying están tan subrayadas y son tan explicitas, que no dejan lugar a segundas interpretaciones, ni tampoco invitan al espectador a debatir sobre lo que se plantea.
Algo que si sucedía en la extraordinaria Big Little Lies donde el asesinato de uno de los personajes era una mera excusa para hablar de esas mujeres en soledad, destruidas por una sociedad de la que eran cómplices. En Little Fires Everywhere ocurre todo lo contrario, la tragedia y el descubrir quien incendió la casa pesa más que cualquier crítica social.
Personajes ¿humanos?
Sin duda los aplausos se los llevan los responsables del casting que hicieron un trabajo impecable a la hora de elegir al young cast. Los adolescentes que interpretan a los hijos de las protagonistas son el gran acierto de la serie. Lexi Underwood, Megan Stott, Jade Pettyjohn, Gavin Lewis, Jordan Elsass, todos hijos de este milenio, regalan actuaciones destacadas y memorables en el caso de Lexi. Será interesante seguir de cerca sus carreras de acá en más.
El cuanto a las protagonistas, si bien las interpretaciones son correctas, Reese Witherspoon no sale de su zona de confort y su personaje sigue el arquetipo instalado en Big Little Lies. Elena tranquilamente podría ser Madeline. Kerry Washington entrega una actuación más cercana a los dramas de telenovelas de hace un par de décadas atrás y no se siente del todo natural. Sin dudas nadie olvidará el temblor en los labios de Mia.
Con un apartado técnico y fotográfico correcto, Little Fires Everywhere no ganará muchos premios, ni recibirá tantos elogios como sus predecesoras, pero sin dudas entretiene y llega a ser adictiva por momentos. Con un poco más de sutileza y sin abarcar tantos temas podría haber funcionado mejor.