La figura de Leonora Carrington siempre ha estado rodeada de misterio, magia y resiliencia. Reconocida como una de las artistas más influyentes del surrealismo mexicano, su vida fue un viaje marcado por el exilio, la locura, la amistad con figuras como Remedios Varo y un vínculo profundo con México, país que transformó su manera de entender el mundo y la muerte.
Ahora, su legado llega a la pantalla grande con “Leonora”, una película dirigida por Thor Klein y producida por Lena Vurma, inspirada en la novela “Leonora” de Elena Poniatowska, que narra los episodios más intensos y reveladores de la vida de la pintora, así como su filosofía de vida y lo que la llevaba a crear arte.
En entrevista exclusiva, Klein y Vurma compartieron los retos de llevar esta historia al cine, la importancia de México en la vida de Carrington y cómo la artista encontró en el arte una forma de sobrevivir a sus propios demonios.

La visión de Thor Klein y Lena Vurma para Leonora
Para Thor Klein, contar la vida de Leonora significaba adentrarse en una mente que oscilaba entre la lucidez y la locura.
“Leonora famosamente dijo que podía hablar con animales, y creo que realmente tenía un don especial, aunque la gente lo llamara locura. Ella tuvo que aprender a vivir con ello durante toda su vida.
¿Cómo entender esa visión, esa mente tan llena de ideas y que miraba al mundo de una forma tan distinta? Fue una gran experiencia ir ensamblando esas piezas”.
Thor Klein, Fuera de Foco
La película no busca solo reproducir episodios biográficos, sino capturar la esencia de una mujer que se movió entre lo racional y lo irracional. “Fue un viaje de lo irracional a lo racional, de alguna manera, para lidiar con ello. Ese fue nuestro punto de partida para acercarnos a Leonora”, añadió Vurma.
Ese recorrido narrativo también se refleja en la construcción visual de la película, que adopta el simbolismo como hilo conductor. Lena Vurma explicó que la decisión de dividir la cinta en capítulos surgió en la edición y se inspiró en el propio lenguaje de Carrington.
“La amistad de Remedios Varo y Leonora Carrington, cuando ponen los carteles de Tarot, fue una imagen tan poderosa que pensamos: quizá los capítulos del filme podían inspirarse en estas cartas. Una idea llevó a otra y sentimos que debía haber el mismo simbolismo en la forma en la que contamos su historia”.
Lena Vurma, Fuera de Foco.
Para lograr esta aproximación, el equipo creativo siguió los pasos de Carrington a través de un viaje por los lugares más significativos de su vida: su infancia en Crook Hall, Inglaterra, su juventud en París y el sur de Francia, y finalmente su llegada a México y Las Pozas en San Luis Potosí.
Ese contraste cultural resultó fundamental en la visión de Klein. “Venir de Europa y aterrizar en México fue transformador para Leonora. Estamos convencidos de que ella no sería la artista que es ahora sin haber vivido tanto tiempo aquí”, afirmó.
La novela de Elena Poniatowska sirvió como punto de partida, pero no como una guía literal. “Por supuesto, la novela cuenta mucho más de lo que cabe en una película. Tuvimos que condensar y pensar qué detalles fueron los que realmente formaron a Carrington en la persona y artista que era”, comentó Vurma.
El resultado es un retrato íntimo y fragmentado que mezcla memoria, arte y simbolismo, evocando la manera en que la propia Leonora entendía la vida: no de forma lineal, sino como un entramado de imágenes y energías.

El arte como forma de enfrentar la muerte
Uno de los temas que más impactó a Klein y Vurma durante la investigación fue la manera en que Carrington se relacionó con la muerte, un miedo constante que se transformó al entrar en contacto con México. “En Europa, la muerte se encierra en una habitación y no se habla de ella hasta que sucede. Pero en México, la cultura la abraza, se cocina para ella y se le celebra. Eso fue muy liberador para Leonora”, compartió Klein.
El director también relacionó esta visión con su propia experiencia personal:
“Puedo decir que estar en México y haber filmado aquí me cambió la manera de ver la muerte. No resolvió el problema, pero me dio más confort. Creo que el arte y el miedo a la muerte están conectados en un nivel muy profundo. El arte es un intento de lidiar con el hecho de que todo termina en algún momento”.
Thor Klein, Fuera de Foco
En este sentido, la película se convierte en un homenaje no solo a la pintora, sino a la resiliencia que encontró en la creación. Carrington sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, al encarcelamiento de su pareja Max Ernst, a sus problemas de salud mental y a una vida marcada por el dolor, pero nunca dejó de crear.
“Leonora me enseñó cuánta resiliencia tenía para continuar a pesar de tantas cosas malas que le sucedieron. Siempre encontraba un camino a través del arte.
Eso me inspira casi cada día como cineasta y productora, porque en nuestro trabajo siempre hay dificultades. Ella me dio la fuerza para continuar y quizá hacer el próximo filme”.
Lena Vurma, Fuera de Foco
Esta dimensión convierte a Leonora en algo más que una biografía: es una reflexión sobre cómo el arte permite sobrevivir a la fragilidad de la existencia y resignificar el dolor.
Con “Leonora”, Thor Klein y Lena Vurma ofrecen mucho más que un retrato biográfico: presentan una obra que dialoga con el surrealismo, la muerte y la transformación personal a través del arte. Inspirada en la novela de Elena Poniatowska, la película consigue capturar el espíritu de Leonora Carrington, una mujer que convirtió su locura en un lenguaje artístico universal y que encontró en México la libertad para redefinir su vida.
Como bien resume Klein: “Quizá terminar no significa terminar. El arte de Leonora nos muestra que siempre es posible transformar el miedo y la pérdida en algo nuevo”.
