Más que una película es una historia que te está contando una muy buena amiga que hace mucho no ves.
La primera escena de Lady Bird es un momento de unión entre Christine «Lady Bird» McPherson y su mamá. Vienen de regreso de un viaje y escuchan el final de un audio libro que habían escuchado todo el camino; lloran juntas por el final y luego ríen. No pasa un minuto de esto y la conversación cambia a una discusión que termina en Lady Bird saltando del auto. Esta pequeña escena es un gran prefacio de lo que vendrá.
La historia que nos cuenta esta película no es para nada compleja. Christine está cansada de su ciudad y sueña con estudiar en Nueva York. Su madre lidia con la escasez de dinero y el desempleo de su esposo; mientras intenta convencerla de quedarse en la ciudad donde viven, Sacramento California.
La carta fuerte de Lady Bird es lo real y humana de su historia. Cada personaje de esta historia se siente real y genuino. Te invita a reflexionar que motiva a cada persona que interactúa con Christine; interpretada por Saoirse Ronan, a ser de la manera que es. Las actuaciones son tan buenas y sutiles que es fácil perderse en la historia. A veces se puede sentir que más que una película es una historia que te está contando una muy buena amiga que hace mucho no ves.
Pareciera que no hay personaje secundario que no haya sido pensado…
La cereza del pastel sin duda es la relación de Lady Bird y su madre, Marion McPherson, interpretada con maestría por Laurie Metcalf. Cada escena donde comparten pantalla es un deleite, el ir y venir de sus diálogos, las situaciones tan comunes y las constantes peleas. Las discusiones entre ellas son recurrentes durante la trama y son la espina dorsal de la historia. La tristeza de Lady Bird al sentir que su mamá no la quiere o la apoya; la frustración de esta al verse incapaz de demostrar su cariño. No solo es desgarrador de ver si no también es muy fácil sentirse identificado.
La escritora y directora Greta Gerwig hace un trabajo fantástico desarrollando la historia de Lady Bird. Mantiene un equilibrio que se agradece mucho; no deja que la película sea solo un drama o uno más de esos filmes independientes donde al final parece no sucedió nada durante toda la historia.
En un mundo lleno de universos cinematográficos y grandes héroes de acción peleando entre sí; es una bocanada de aire fresco ver un filme que cuente una historia tan compacta, que se del tiempo de conocer a las personas. Esta historia le da al espectador razones para interesarse en cada persona que aparece en pantalla.
Porque eso logra la directora en esta película. Pareciera que no hay personaje secundario que no haya sido pensado, que haya sido puesto en pantalla para llenar un espacio de cuadro. Cada personaje sobre el cual se posa el lente de esta directora está peleando su propia batalla interna; aunque Christine sea nuestra protagonista es fácil apreciar el cariño que se le dio a la creación de cada personaje.
Pocas películas logran conectar de manera tan humana con el espectador, y aunque tal vez Lady Bird no sea la película más sorprendente técnicamente, al terminarla quería seguir viéndola. Quería saber que pasaría con todos los personajes y ese es el cumplido más grande que le puedo dar.