La Raya es una de las películas más innovadoras que pueden ver. Hablada en un 80% en chatino, conjunto de lenguas localizadas en la Sierra Madre del Sur, la historia es una tierna comedia que relata la vida de Sote, una pequeña niña que encuentra un refrigerador en su comunidad, lo que la inspira a intentar hacer un negocio con eso.
Junto con su amigo Erick, Sote transita la vida en el pequeño pueblo de La Raya como muchas personas: añorando que su padre, quien desde hace mucho tiempo vive en Estados Unidos, le envíe regalos o alguna noticia que indique que la vida de Sote puede mejorar, cambiar.
La cinta es enternecedora, y a través de una ficción ligera, la directora Yolanda Cruz capturó de una manera precisa cómo es la vida en el pueblo, cómo funciona el sistema de remesas, las estructuras sociales y los sueños que tiene cada persona en el pueblo.
En Fuera de Foco, platicamos con la directora Yolanda Cruz, la productora Christina Dávila y el actor José Salof sobre cómo se logró este proyecto que es revolucionario.
La Raya rompe estigmas y estereotipos
Yolanda Cruz es una prolífica documentalista que ya tuvo la oportunidad de estudiar en Estados Unidos, pero su origen es de Oaxaca. “Yo quise regresar a hacer cine a México y formar un equipo aquí porque mi sueño siempre fue hacer historias sobre mi pueblo y lo que se vivía ahí”.
Yolanda Cruz ya había explorado la idea de estar enraizada a un origen en cintas como Hope, Soledad. Pero en La Raya, ella aprovecha el carisma de sus personajes para mostrar la cotidianeidad de este pueblo, y la llegada de este refrigerador es más una metáfora de lo extraña que es en realidad la cultura dominante en un México dividido que no sabe integrar las diferentes experiencias ni visiones de sus pobladores.
Para José Salof, quien interpreta al cínico tío de Sote, el refrigerador “es un reflejo de la añoranza, de la esperanza de las personas que viven en La Raya, muestra sus deseos, pero también lo que piensan sobre su familia que vive en Estados Unidos”. La película hace un esfuerzo monumental por exponer problemáticas y temas como las remesas, la división familiar y las distancias, pero poniendo como foco la comedia y la dignidad.
Y a él, lo que más le interesaba era “poder participar en una película que, a través de una ficción conmovedora, pudiera explorar temas que resuenan mucho con México”.
Mientras el pueblo de La Raya decide qué hacer con ese misterioso refrigerador, la gente busca respuestas sobre el futuro y sobre tener una vida mejor.
Pero el éxito, según la productora Christina Dávila, sin duda viene del ojo de Yolanda Cruz para entender estas problemáticas y presentarlas de una manera entrañable.
“Lo que a mi me llamó la atención fue el instinto de Yolanda, la forma en la que logra contar temas difíciles dimensionalmente. Porque una de la naturaleza del cine es entretener, pero si ya vas a entretener, pues tienes que decir algo. ¿No?
Aun cuando es una comedia ligera y divertida, tiene una base de realismo muy fuerte”.
La Raya: El gran esfuerzo para capturar la espontaneidad
El carisma y ternura de Sote es uno de los grandes ganchos de La Raya, pues con una mente rápida y con serias convicciones, ella va poco a poco dándole sentido a su vida en el pueblo e inspira a Erick y a su tío para que piensen en cómo el refrigerador puede ayudar a su comunidad.
Pero Yolanda Cruz atravesó un intenso proceso de casting y preparación previa para lograr que la química de sus protagonistas se sintiera tan natural. “Fue un proceso de escuchar mucho a los niños, porque queríamos contar todo desde su mirada, pero también explorar cómo entienden las historias de quiénes se van, y para eso teníamos que sentarnos no sólo a escucharnos a nosotros y lo que queríamos contar, sino a quienes viven ahí también”.
José Salof regresó a Oaxaca y vivió ahí un tiempo para acostumbrarse a la vida del campo. Y para Yolanda Cruz, establecer permisos y un respeto muto con la comunidad era muy importante. “No quería que se sintiera como explotación, o como si su vida fueran herramientas, quería que fuera un trabajo colaborativo”.
Pero Dávila complementó asegurando que la mirada como documentalista de la directora, pues “de verdad integró a la comunidad dentro del trabajo. Entonces es una ficción, pero con detalles de documental” asegurando que La Raya es un experimento que busca romper con los estereotipos de género.
Según José Salof, el proyecto es revolucionario porque se logró conjuntar el cine “que a la audiencia les gusta más” presentando una mirada completamente diferente.
“Los códigos son muy conocidos. Es un formato más accesible a lo que vemos en las salas comerciales. Pero el simple hecho de que se narra de esta manera, se da una voz diferente, ya lo hace un proyecto que nos va a ayudar a romper con estructuras mentales y creencias sobre lo que debe o no debe ser el cine sobre México”.
José Salof, Fuera de Foco
La Raya se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Morelia y definitivamente es una experiencia no sólo conmovedora, sino una muestra de que el cine en México está teniendo una evolución sumamente interesante.
