La noche de los Reyes es una poderosa historia sobre las tensiones en un grupo privado de su libertad
La noche de los Reyes muestra las tensiones de una comunidad carcelaria en Costa de Marfil, al mismo tiempo que se sumerge en las tradiciones de África occidental y un retrato del caos social del territorio en la década de 2010. El proyecto fue dirigido por Philippe Lacôte quien anteriormente presentó Run en 2014 y La noche de los Reyes fue seleccionada en el Festival de Cine de Venecia.
La historia comienza en la cárcel de MACA que planea un extraño ritual en donde el líder de la prisión, Barbanegra (Steve Tientcheu) nombrará a un hombre, entre los reclusos, que tendrá que contar historias sin cesar durante toda la noche para sustituirlo en su puesto. Su elección recae en Roman (Koné Bakary), un joven que acaba de llegar, asustado, sin saber qué esperar. La práctica es muy común dentro de MACA, sin embargo, fallar en en el ritual podría ocasionar la muerte antes del amanecer.
El poder de las palabras
Dado que Roman ahora tiene que contar historias para salvar su vida, el personaje crea un universo audaz para platicar la tumultuosa vida y la brutal muerte de un joven líder que pertenece a una pandilla llamado Zama King, en donde también se cruza una antigua reina guerrera que encabeza una procesión a lo largo de la costa y, finalmente, un ejército en la batalla.
La película enfatiza el poder de las palabras para alimentar los espíritus de los humanos y asegurar la vida. El aprendizaje de este poder se realiza mientras el joven aprende a usar su historia para controlar a los hombres en la cárcel y finalmente convertirse en un líder para ellos. Sin embargo, la mirada en las escenas es sofocante y la historia que inventa el joven puesta en imágenes enfatiza la violencia desde el exterior, bastante equivalente a la del interior. En esto, el filme a veces se asemeja a una obra de teatro en donde los protagonistas tienen que expresar físicamente sus emociones, con silencios y miradas fuertes.
En este punto, la película se vuelve confusa, con muchos puntos de vista que pueden dejar algunas interrogantes que no son contestadas. Mientras Roman imagina la vida, los presos demuestran ser oyentes activos y recrean su cuento con canciones y bailes, pero existe una desconexión entre lo cautivado que parece su audiencia por la historia y la experiencia real de verla en pantalla, por lo que en algunos momentos la historia pierde el ritmo.
¿Por qué deberías verla?
La puesta en escena de Philippe Lacôte es particularmente exitosa por el realismo, las condiciones difíciles de la prisión y la crudeza que se mezclan constantemente para crear una experiencia cinematográfica interesante. Además, la prisión está filmada prácticamente de forma documental y te permite formar parte de la vida carcelaria y sus propias reglas que descubrimos a lo largo de la historia.
Es necesario subrayar también el trabajo sobre la fotografía de Tobie Marier Robitaille que refuerza la impresión de asfixia ligada a las celdas masificadas frente a la mucho más abierta de la gran sala en la que los presos se reúnen para escuchar al protagonista. El trabajo sobre el sonido también es destacable por los gritos, los ruidos y los crujidos que refuerzan la sensación de sumergirse en una prisión.
En conclusión, La noche de los Reyes es una experiencia cinematográfica muy diferente pero poderosa y aterradora. Con personajes sin esperanza pero no sin voluntad, el director invita a seguirlos hasta el amanecer y su posible continuación de la vida.
La noche de los Reyes ya se encuentra en cartelera
