Crítica | Killers of the Flower Moon: ¿Digna de Scorsese?

Martin Scorsese presenta Killers of the Flower Moon, cinta centrada en los crímenes contra la Nación Osage en 1920, pero ¿qué tan buena es?

Killers of the Flower Moon es sin duda uno de los estrenos más esperados del año, pues Martin Scorsese regresa a la pantalla con una historia repleta de temáticas que si bien, han sido exploradas anteriormente por el cineasta, éste no teme abordar a través de un nuevo género y experimentarlo por medio de argumentos frescos y curiosamente vigentes.

Para Killers of the Flower Moon, mucho se ha hablado de la gran investigación que su equipo realizó para hacer justicia a la representación de la comunidad Osage, el pueblo que sufre una serie de asesinatos inexplicables a manos de ambiciosos recién llegados que quieren adueñarse de las riquezas del territorio.

Pero, ¿qué tan buena es la nueva apuesta de Martin Scorsese y por qué es una cinta que tienes que ver en la pantalla grande? ¡Te lo contamos!

Killers of the Flower Moon
Imagen: Apple Films

Killers of the Flower Moon: Amor, confianza y traición.

Martin Scorsese es uno de los cineastas más icónicos que aún presenta cosas nuevas a la industria, más allá de gigantescas propiedades intelectuales. Pues a sus ochenta años, el director continúa planteando historias repletas de temáticas que, como su cine, no caducan.

En el caso en particular de Killers of the Flower Moon, la recolección de elementos y detalles del histórico cinematográfico de Scorsese es evidente. No particularmente por un estilo, sino por el manejo y acercamiento de temáticas que ha manejado en producciones anteriores.

A grandes rasgos, Killers of the Flower Moon puede resumirse en tres claves: amor, confianza y traición. Una colección de instantes que, más allá de retratar los eventos que arrasaron con la comunidad Osage a finales de la primera mundial, se vuelve una historia entrañable, a partir de una narrativa romántica.

Y es que a pesar de la documentación cultural que se requirió para la cinta, el enfoque de Scorsese sobre la historia es claro: esta va más allá de ser un drama y un whodunnit al estilo western, para plantear una dura y controvertida historia de amor, la cual está desde el principio condenada y que es brillantemente interpretada a través de todas sus etapas por Leonardo DiCaprio y Lily Gladstone.

Aquí yace una de las virtudes más grandes de la cinta, pues si bien, el desenlace y la manera en que los eventos se desarrollarán a partir de su planteamiento son bastante obvios —y para quienes están familiarizados con los eventos que inspiraron la película, lo son aún más—, esto no resta la gran habilidad del director para conducir al público a través de cada descubrimiento y crimen retratados, dejando al público en ansias por el siguiente gran momento.

Y si bien, aunque al principio algunos de sus personajes y/o historias paralelas podrían parecer fragmentos que se presentan y concluyen en pocos minutos, todos estos son rescatados para entretejerse en la conclusión, en la que se demuestra que todos y cada uno de los instantes introducidos en los minutos previos son necesarios e importantes.

Killers of the Flower Moon
Imagen: Apple Films

Killers of the Flower Moon brilla dentro del cine

Con Killers of the Flower Moon, Martin Scorsese demuestra que la manera más tradicional de hacer cine es un arte. Cada cuadro goza de su momento en pantalla, cada retrato y juego de iluminación implementados por el fotógrafo Rodrigo Prieto tienen un por qué y el director busca que el público absorba y analice todos y cada uno de ellos.

Lo más interesante entonces de Killers of the Flower Moon vive más allá de sus diálogos —los cuáles también cargan el peso más espiritual de la película—, y se siente directamente en imagen, cuyas composiciones retratan a través de analogías y literalidad lo que Scorsese quiere decir, pero que también permiten que las actuaciones de su brillante elenco se luzcan por completo.

Robert DeNiro se luce como William Hale, el antagonista de esta historia cuya sutileza convence incluso al público más cerrado de que, detrás de sus nefarias acciones, sus intenciones tienen sentido. No obstante, conforme la historia y la visión de Ernest (DiCaprio) evolucionan, el personaje gana un peso y presencia brutales, en los que no sólo los Osage temen bajo su yugo, sino todos sus acólitos.

Asimismo, es sencillo entender la manipulación de Hale sobre el pueblo al reflejarse tal poder en Ernest, un personaje que realmente logra generar una gran indignación por lo fácil que es convencerlo de los actos más atroces.

Sin embargo, aquello no lo libera de recaer también en un espacio frustrante, donde a veces resulta poco creíble el hecho de que sí esté enamorado de Mollie (Glasdstone), al deliberadamente acceder a dañarla a ella y su familia por un fin que ni siquiera es suyo.

Imagen: Apple Films

¿Killers of the Flower Moon pudo ser más corta?

Si bien, cada pincelada en Killers of the Flower Moon tiene una razón de ser, en ocasiones la cinta sí llega a caer en rutinas cíclicas que hacen sentir el peso de su duración. No obstante, dicho efecto es completamente intencional, y se traduce en una sensación tangible de la misma desesperación y claustrofobia en la que sus personajes habitan.

Donde más llega a percibirse esta gran repetición, es en la historia de Mollie (Lily Gladstone), quien si bien parte siendo uno de los personajes más interesantes y con mayor poder en la cinta, termina viéndose encerrada en una misma emoción a partir del segundo y tercer acto, lo que limita mucho el gran trabajo de su actriz.

Igualmente, su evolución y relación con Ernest llega a quedarse sumamente estancada y a su vez, a resolver su conflicto final de manera muy repentina, lo que tras tanto tiempo compartiendo esta historia, es extrañamente insatisfactorio.

Asimismo, aunque la cultura Osage ha sido destacada dentro de cada conversación de Martin Scorsese, inevitablemente la comunidad —que es centro de los asesinatos perpetrados— también comienza a quedarse de lado, por lo que en ocasiones Killers of the Flower Moon se arriesga demasiado a ser un western con gángsters muy parecido a otras producciones del director y olvida la identidad que estuvo construyendo desde su apertura.

A pesar de ello, el ritmo y la manera en que su drama se desenvuelve hacia los últimos actos sí logran empujar a la audiencia a experimentar la ansiedad y urgencia de los personajes y su entorno, e incluso a generar preguntas alrededor de qué tan lejos está dispuesto el ser humano a ir, con el fin de ganarse el poder, respeto y riquezas de quienes llegaron primero a esta tierra.

Killers of the Flower Moon ya está en cines.
Poster Killers of the Flower Moon
Killers of the Flower Moon
Género(s)

Drama

Director(es)

Martin Scorsese

Reparto

Leonardo DiCaprio, Robert DeNiro, Lily Gladstone

Disponible en

Cine

Crítica | Killers of the Flower Moon

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