Juliet, Naked

Una historia de música y segundas oportunidades.

Amigos de Fuera de Foco.

Acaba de estrenar en cines de México una cinta que bien se podría considerar como de “bajo perfil”, pero que es de esas que te deja con un buen sabor de boca.

Juliet, Naked está basada en la novela homónima de Nick Hornby y es protagonizada por Rose Byrne, Ethan Hawke y Chris O’Dowd; quienes están dirigidos por Jesse Peretz; el cual, si bien no tiene mucha experiencia en largometrajes, la tiene en el rubro de las series, habiendo dirigido varios episodios de Girls, Orange Is The New Black, Glow, New Girl, entre muchos otros.

¿De qué va la historia?

Ésta se centra en Annie, una mujer que vive en un pequeño pueblo en Inglaterra, y quien se siente estancada y frustrada con respecto a su propia vida. Le gustaría aspirar a más, pero ella misma se detiene de hacerlo.

Ella vive con su novio, Duncan, quien maneja un blog dedicado a Tucker Crowe —una desaparecida estrella de rock de los años noventa—; y en especial al último disco de éste, Juliet.

Esta obsesión que siente Duncan por Tucker Crowe llega a tal grado que casi todo su tiempo y esfuerzos están dedicados a revelar los misterios alrededor de la desaparición y el actual paradero del artista. Fijación con la cual Annie no coincide y siente que la ha relegado en la vida de su novio; empeorando la forma en la que ella se siente.

Un día por correo llega un disco que contiene una versión “naked” de Juliet, (de ahí el nombre de la película); la cual incluye los demos del disco. Annie se adelanta a escuchar, provocando la molestia de Duncan quien lo toma como una traición. Para molestarlo, Annie hace un comentario negativo de las canciones en el blog, provocando que el mismísimo Crowe se comunique con ella. Así, ambos empezarán una relación a distancia que genera una serie de eventos que cambiarán la vida de todos.

Es aquí donde empieza una historia que nos habla de las segundas oportunidades, las relaciones de pareja, el éxito, el fracaso, la paternidad y el miedo a madurar; miedos que se creen que sólo son propios de los jóvenes, cuando en realidad son temores que tenemos en cualquier etapa de nuestra vida.

Lo bueno:

Es lo desastroso y real de los personajes lo que nos permite involucrarnos con estos con suma facilidad. Me parece que a la mayoría de las personas de cierta edad se van a identificar con alguno, si no es que, con todos los personajes, porque estos están pasando por situaciones en las que todos nos hemos identificado.

Porque Amor de Vinilo no se siente como el estereotipo de una película romántica; de hecho, me pareció que nunca pretendió serlo. No es melosa, ni cursi, ni abrumadoramente emotiva, siendo de esas historias que te dejan la impresión de que en verdad podrían pasarle a cualquiera.

El ritmo con el que la historia esta contada es bastante acertado, deja que las cosas se vayan dando a su ritmo, sin forzar nada, y cuando las cosas se llegan a acelerar lo hace con toda la intensión y justificación.

Si bien este tipo de películas son bastante predecibles esta se va manejando de una manera bastante entretenida.

Lo malo:

Tal vez el mayor y único desacierto de la cinta, radica en la poca precisión de la traducción del nombre: Amor de Vinilo. Pues no sólo es impreciso, sino también un tanto engañoso. No hay vinilos involucrados en la historia, de hecho, es un CD el que desata toda la trama.

El extra:

Tiene algunas canciones originales que valen la pena escuchar, aquí te dejo el soundtrack.

Y si bien la película es bastante discreta y convencional, tiene un encanto muy peculiar. No es pretenciosa ni moralista (no tiene material para serlo), y tiene la cantidad necesaria de comedia; haciendo que esta cinta sea de esas que tienes que ver si quieres pasar un rato relajado. Además, las actuaciones de Rose Byrne e Ethan Hawke funcionan muy bien.

Si tu ya viste Juliet, Naked o Amor de Vinilo cuéntanos qué tal te pareció.