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Eraserhead: Lynch y la Deshumanización

Lynch nos envuelve en una pesadilla donde lo humano no tiene pies ni cabeza. Por cierto, ¿sabías que tenemos cabeza de borrador?
Eraserhead: Lynch y la Deshumanización
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¿Qué pasa cuando ves un filme de Lynch? Yo veo a Kafka, ¿veo a Buñuel? En esta ocasión, veo un hombre con cabeza de borrador, una habitación decadente.

Al inicio de la cinta una palanca sea activa ¿algo acabó? ¿o será que fue un inicio? El comienzo de la era de la máquina ¿el inicio del humano mecanizado? Fanny, se te zafó un tornillo. Tal vez es sólo surrealismo, pero no; Eraserhead es mucho, mucho más que eso.

Decae el humano…

He leído ya varias interpretaciones de esta cinta que insisten en asegurar que su tema principal es el miedo a la paternidad; pero yo creo que la cosa va un poco más allá. La película se sitúa en medio de un panorama de decadencia industrial donde existe Henry Spencer, y digo “existe” porque no parece ser consciente del desalentador contexto que lo envuelve. El personaje es un algo, que vive en la nada; algo que recuerda a la desesperanza y el sentido inhumano que causó la revolución industrial.

En una escena Henry pierde la cabeza (literalmente). Vemos a un niño que la lleva a una fábrica de lápices con borrador, donde luego de ser meticulosamente analizada y aprobada por el jefe, terminan por usarla como materia prima. Sí, ahora Henry es materia, ha sido deshumanizado.

Otra: Cuando Henry llega a casa de Mary parece haber entrado al universo de las metáforas; el pollo del tamaño de su mano; un padre exageradamente optimista que señala que el pollo de ese tamaño está de “moda”…¿consumismo? ¿conformismo del obrero? Igualmente, la madre que parece manipular a la abuela para que fume o revuelva la ensalada bien puede hablar de la metodología cíclica del trabajador (Ya Fanny, te estás volando).

Nace la máquina…

No. No estoy diciendo que Eraserhead hable del impacto de las industrias y nada más, pero sí es el tema que más impera; la sexualidad, la paternidad, la ansiedad por un mundo cambiante, son otros de los conceptos que parece plantear. Desde el inicio, el espectador se sumerge en una sensación de incomodidad y perturbación producida por un sonido de bajos decibeles que parece envolverlo todo, que aumenta de intensidad cada vez que el protagonista se pierde en sus pensamientos, cada vez se queda mirando fijamente la suciedad entre la que vive, como si se concientizara por un segundo de la deshumanizante realidad.

La estética onírica y surrealista es un medio excelente para jugar con metáforas, ¿saben? A pesar de que estos géneros se desvalorizan constantemente, son adecuadísimos para representar conceptos abstractos, como la libertad o la soledad. En esta cinta, Lynch es más. Acá, es deshumanización, es rutina, es ignorancia, pero oigan ¿será que tenemos todos cabeza de borrador?

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