Makoto Shinkai conquistó al mundo con la pelicula Your Name, ¿continuará la luna de miel con El Tiempo Contigo?
Tras su estreno en 2016 recaudando 281 millones de dólares, Your Name superó al Viaje de Chihiro como la película de anime más taquillera de la historia. Su creador Makoto Shinkai compuso una juguetona narrativa romántica que conectó en diferentes niveles con diversos públicos alrededor del mundo.
Para muchos/as -entre quienes me incluyo- fue el primer acercamiento a la obra de su director, y la entrada perfecta para explorar su trabajo previo que son igualmente encantadores, por lo que su más reciente cinta El Tiempo Contigo se trata de uno de los estrenos más esperados en el año. Tras la llegada del largometraje a salas mexicanas, ¿podemos decir que cumple con las expectativas?
Idénticos suspiros
A sus 16 años, Hodaka escapa de su poblado hacía Tokio. En búsqueda de su independencia se encontrará con Hina, una chica que, tras la muerte de su madre, ha tenido que madurar aceleradamente en vísperas de cuidar a su hermano menor. Cuando ambos son conscientes de la capacidad de cambiar el clima que posee la joven, deciden hacer negocio de ello. En el camino se enamorarán pero si desean concretar su amor tendrán que enfrentarse a una vieja profecía y un grupo de personas que los siguen.
Para quienes conozcan la filmografía de Makoto Shinkai sabrán que se sustenta bajo una serie de temáticas recurrentes, sin embargo como exponía Alfred Hitchcock lo importante es la capacidad de renovar el relato mediante las diversas herramientas que ofrece el lenguaje. Y esto último es algo que el cineasta japonés ha logrado realizar a la perfección.
Shinkai es un romántico empedernido, el elemento sobre el que sustenta y mueve todas sus narrativas es el primer amor, la creencia que existe una media naranja para todas/os en el exterior y explora la sensación de quienes tienen la noción que la/lo han encontrado: esa tenacidad para luchar contra lo que sea necesario para estar junto a quien se percibe una sinergía única.
Por esta razón, sus protagonistas suelen ser jóvenes que están en proceso de encontrar su identidad, filosofando sobre el futuro y se encuentran con dudas/miedos sobre expresar sus sentimientos, sin embargo se verán enfrentados a una situación que simbolizará un punto de inflexión en sus vidas.
Allí el trabajo del realizador nipón se pone aún más interesante, pues las adversidades que propone a nivel de guión a sus personajes son ingeniosas al jugar con tres elementos: espacio, tiempo y fantasía.
El primer elemento de los anteriormente mencionados se traduce en la distancia, esta puede verse de dos maneras: una literal donde a sus enamorados/as los separan kilómetros, mientras uno/a es de Tokio la/el otra/o reside en un poblado lejano a la capital. En otras ocasiones ocurre de una forma más metafórica, pues a pesar de encontrarse a unos pasos la imposibilidad de dialogar su emocionalidad los mantiene distantes.
La temporalidad emerge como el segundo componente que se interpone en el camino los/as susodichas/os: ya sea por el retraso de un tren en 5 centímetros por segundo o incompatibilidad al existir en épocas distintas en Your Name. Situaciones que a su vez son provocadas por fenómenos naturales: la llegada del invierno o el paso de un cometa, que permitirá y a la vez desafiará la relación sobre la que se envuelve la obra.
Tales ingredientes vuelven a estar presentes en El Tiempo Contigo, sin embargo como es característico de su director juega con los mismos. En el largometraje el tiempo y la fantasía se entrelazan en torno a la climatología, la cual representa el estado de ánimo en la pareja protagonista: la lluvia es símil de la tristeza/soledad mientras el sol funge como la alegría, acompañamiento y amor.
En cuanto al espacio, a diferencia de los anteriores filmes sus personajes se encuentran juntos desde el primer acto y ahora su objetivo principal radica en que no los separen.
Tokio me da miedo
La premisa sitúa a las/os mismos en un lugar no privilegiado en lo referente a su estatus social, esto genera que su autor explore una nueva faceta sobre Tokio.
Lejos de cualquier idealización sobre la ciudad, Shinkai muestra como puede llegar a ser un lugar frío donde no se mira empáticamente al otro/a y se guía estrictamente por reglas, sumado a que explora los rincones de la mafia, su conexión con el negocio sexual y la manera en que se desenvuelve en la cotidianidad japonesa.
Ryôsuke Tsuda regresa para la dirección fotográfica y no sólo compone bellas postales como en Your Name, sino también explora la oscuridad y los neones que componen la capital nipona. El montaje a cargo del director de la película sigue la misma línea que su filmografía: es enérgico y por lo tanto brinda dinamismo a la trama, lo cual la hace bastante digerible. Y respecto al score de El Tiempo Contigo, nuevamente el grupo Radwimps nos brinda varias canciones que irán directo a nuestro playlist -para un análisis más profundo de su banda sonora esperen un video de Jaime Altozano-.
Mis ojos siempre volarán a verte
No sé si Chieko Misaka -actual cónyuge del Makoto Shinkai- fue su primer pareja, quizá eso podría explicarnos su fijación con dicha temática. Sin embargo existe una certeza, al igual que la naturaleza en la cinta el realizador japonés vuelve al estado original, a explorar la emoción primigenia que envuelve el enamoramiento: aquel que se impone ante la locura del mundo, se entrega sin reservas y concibe con la fuerza de superar todo y el para siempre.
Con la vida entendemos que esto no se cumple, que posteriormente se ama con mayor madurez, pero dentro de nosotros/as estará presente el recuerdo de ese primer amor.