El Padre, protagonizada por unos excelentes Anthony Hopkins y Olivia Colman nos muestra a una familia quebrada presencial, pero no emocionalmente.
Uno de los atractivos más hermosos y atractivos del cine, es que ir a ver una película, es ir a vivir una experiencia. En algunos casos, la experiencia es esperanzadora, en algunos otros, destrozante; pero existen películas que, debido a su maestría en la elaboración, simplemente nos hacen darnos un vistazo de lo que es la vida misma y cómo nosotros los humanos nos hacemos nuestro camino a través de ella. El Padre entra en este último rubro.
Los seres humanos tenemos fecha de expiración y nuestras habilidades, capacidades y, en algunos casos, hasta nuestra esencia se irán perdiendo con el tiempo, hasta que dejaremos este mundo tal cual vinimos: sin nada. Es así como la ópera prima de Florian Zeller (quien adapta su propia obra de teatro) nos hará valorar nuestra sanidad y la de nuestros familiares mientras que, al mismo tiempo, nos daremos cuenta del verdadero valor de la familia.
El apartamento de 30 años…
Anthony y Anne son los miembros restantes de una familia londinense, él fue ingeniero alguna vez y ella se encarga de que las cosas salgan bien en su vida. Cuando Anne se da cuenta de que, a medida que su padre envejece, sus vidas deben cambiar, es él quien se muestra reticente a aceptar la evidente realidad… Todo esto mientras comienza a dudar de sus seres queridos, su hogar y, a fin de cuentas, su propia percepción de la realidad.
El Padre es la adaptación de la obra de teatro francesa titulada Le Pére, que en 2014 ganó el Premio Moliére a la Mejor Obra y que, además, fue considerada como «la obra de teatro más aclamada de la década» en París, Londres y Nueva York. Tal fue el deseo del director Zeller de llevarla a la gran pantalla que fue así mismo como lo hizo: a lo grande.
El Padre nos demuestra cómo no se necesitan de muchas locaciones, una gran cantidad de personajes ni muchas pretensiones para entregarnos un producto cinematográfico con expertiz y completamente memorable, ya que gracias al trabajo tanto de sir Anthony Hopkins como de Olivia Colman esta película es capaz de calarnos hasta lo más profundo de nuestra alma y de hacernos valorar a la vida misma.
Demora únicamente la modesta cantidad de una hora y treinta y siete minutos, así que, si no has visto El Padre, toma a toda tu familia (con las medidas de protección adecuadas, claro está) y llévalos a ver esta película. No te arrepentirás y todos querrán abrazarse mucho al terminar.
El alma y corazón de El Padre
Se llaman Anthony Hopkins y Olivia Colman. Ambos están ahí en el podio de «los mejores actores» de sus respectivas generaciones, tanto así que Florian Zeller dijo que si Hopkins no aceptaba hacer la película, hubiera tomado la decisión de hacerla en francés y buscar a otro actor; es por eso que el personaje lleva por nombre «Anthony»: porque o era Hopkins o no era nadie.
Hablando específicamente del trabajo que hace el galés nacido en víspera de año nuevo, no es descabellado decir que esta es su mejor interpretación desde hace treinta años en su perosnaje más famoso: Hannibal Lecter en El Silencio de los Inocentes.
Hopkins interpreta de manera magistral a Anthony (con la ayuda de una dirección excepcional de Zeller de la cual hablaremos más adelante) al grado de hacerle sentir a la audiencia que el personaje es tierno, inocente, necesitado de ayuda y, hasta en algún momento, desgraciado… A veces quieres darle un abrazo, y a veces quieres abofetearlo. Necesitaron pasar muchos años para volver a ver a Hopkins al límite de sus capacidades histriónicas en una de las actuaciones de su prolífica carrera.
Cada quién tiene su opinión y sus gustos, pero, honestamente, creemos que la interpretación de Hopkins es superior a la de Chadwick Boseman en Ma Rainey’s Black Bottom, pero dudamos seriamente de si le otorgarán los mayores galardones al británico… Ya que la oportunidad de entregar un Oscar póstumo a Boseman podría ser un bonito detalle; además, podríamos tener una situación similar a la que tuvieron Christian Bale y Rami Malek recientemente: la mejor interpretación era la de Bale, pero el premio era más atractivo entregárselo a Rami. Tendremos que esperar y ver.
¿Cómo no adorar a Olivia Colman? Es pregunta seria.
Para más de uno, Colman le parecerá la mejor actriz del momento y aquí sigue demostrándonos por qué: Olivia actúa con los ojos, con su sonrisa, con su presencia, sus movimientos y… Francamente, lo hace fenomenal en cada una de las situaciones mencionadas. Anne es alguien que se encuentra en la dificilísima situación de si debe tomar decisiones basándose en lo que a ella le conviene o en lo que a su padre le conviene, la cual es una situación en la que muchos hemos estado y sabemos que es de las más dificíles que tomar en la vida.
En la categoría a la Mejor Actriz de Reparto es difícil predecir a la ganadora, ya que hemos visto cómo todos los grandes premios no se pueden decidir ni siquiera en las nominaciones… Así que tendremos que esperar a ver por quién se decantan, pero que a nadie le sorprenda que Olivia Colman les quite el premio a las demás; así como le hizo a Glenn Close hace poco tiempo.
El experto sin expertiz
Si no nos dicen que Florian Zeller no había dirigido una película hasta El Padre, ni nos enteramos. Como platicamos anteriormente en nuestra crítica a Ma Rainey’s Black Bottom, cuando un director logra adaptar una obra de teatro al cine haciéndola sentir como una auténtica película pero conservando la esencia de una obra teatral, el logro es mayúsculo.
Y es aquí donde Zeller se luce. 3/4 de El Padre transcurren en el apartamento de Anthony, haciéndola sentir como una aproximación muy íntima a la privacidad de nuestros protagonistas; pero en donde mejor y mayormente está el logro narrativo, es en la distorsión a la realidad que sucede enfrente del anciano interpretado por Hopkins.
Debe ser aquí la mayor diferencia con respecto a la obra de teatro (obviamente hablamos a partir de la especulación, ya que no la hemos visto), pero a diferencia de lo maravilloso que puede ser una puesta en escena, es el cine el que le otorga mayores posibilidades a un realizador para hacer uso de la realidad por medio de una edición magistral.
Tenemos muchas ganas de platicar más de este apartado pero El Padre es una de esas películas que se disfrutan mucho más si se sabe lo menos posible sobre ella; así que no investigues más, además de leer esta maravillosa crítica (a la que no hay nada que criticarle) que prepramos para ti.
Con sólo un puñado de locaciones, no más de cinco personajes y, eso sí, muchísimo corazón; El Padre se consolida fortísimamente como una de las mejores películas del año, cosa que se está viendo reflejada en las nominaciones a los premios más importantes de la industria en este comienzo de año. Mientras que Anthony Hopkins y Olivia nos reafirman cómo son actualmente un par de titanes en el mundo actoral…
Le deseamos mucho éxito a ambos y al largometraje en general de cara a la temporada de premios.