El otro Tom es una producción mexicana rodada en El Paso, Texas de la mano creativa de la pareja de cineastas uruguayos Rodrigo Plá y Laura Santullo.
El film ha sido presentado en el Festival internacional de Cine de Toronto (TIFF), y estrenado mundialmente el Festival de Cine de Venecia, explora la complejidad de la medicación en niños diagnosticados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad en una sociedad que no está lista para acompañar a los padres en el proceso de integración de sus pequeños.
¿De qué va?
El otro Tom gira en torno a la historia de Tommy, un niño con problemas de comportamiento que vive con su madre Elena, quien además, trabaja para sostener a su pequeña familia a causa de su separación con el padre de Tom, una imagen ausente que de forma ocasional mantiene comunicación con su hijo.
Elena está aprendiendo a conocer a Tom, luego de que fuera canalizado a terapia para comenzar un tratamiento que incluye medicación psiquiátrica. Poco a poco Tom comienza a presentar efectos secundarios que ponen en riesgo su vida; ante esta situación Elena necesita respuestas, pero nadie está dispuesto a brindarle la atención que necesitan.
Después de un episodio de gravedad, Elena empieza a cuestionar la terapia y el cómo la sociedad percibe a Tom y a su rol como madre soltera, desembocando en un viaje que explora la complejidad de un sistema que no se interesa por entender y apoyar los trastornos infantiles.
Una de las mejores impresiones durante el desarrollo de la película, es el papel de Elena, pues a pesar de las circunstancias en las que se ve envuelta constantemente con Tom, encuentra un equilibrio entre la desesperación y la comprensión con la que cada día intenta entender la condición de su hijo, pero también, a conectar con ella misma y sus propios deseos.
El otro Tom se desarrolla en medio de un contexto sociopolítico que retrata las condiciones de vida de los inmigrantes que radican en el sur de los Estados Unidos, quienes no encuentran un lugar en común con la sociedad que los excluye continuamente por sus raíces México-americanas. Dicha problemática reafirma el desinterés por crear mejores oportunidades para la población.
Una historia necesaria
Una de las primeras impresiones sobre El otro Tom, son la poca experiencia de sus protagonistas y el resultado tan natural que logran con sus interpretaciones; tal es el caso de la amateur Julia Chávez (Elena) que debuta con un personaje que logra conectar con el espectador, en los zapaos de una madre dispuesta a sacar adelante a su hijo.
El otro Tom, además, abre un debate acerca de la fuerte medicación a los pequeños diagnosticados con TDHA, pues expone los efectos de un tratamiento psiquiátrico incompleto en niños y la poca empatía de las autoridades educativas y sociales ante situaciones que ignoran.
Aunque el cine ya nos ha presentados historias acerca de diferentes trastornos, esta cinta resulta única en su género, pues desenmascara una realidad cercana que aun, pocos están dispuestos a comprender. Pla, explica que estadísticamente los niños latinos presentan un alto índice de medicación psiquiátrica, donde encontraron una oportunidad para hablarle al mundo.
El otro Tom es conmovedora, con muchos toques que juegan con las emociones del espectador; el filme mexicano nos recuerda la importancia de abrir los ojos a otras realidades que nos acompañan día a día, por lo que hablar del tema debe ser una cuestión de interés público que la pareja de uruguayos se atrevió a llevar a la gran pantalla.
¿Qué opinan Cinéfilos y Cinéfilas? ¿Se atreven a conocer a El otro Tom? ¡Recuerden que es parte del Tour de Cine Francés 2021!