El Jockey es una película única en su tipo. Haciendo uso de una increíble fotografía y una historia que no teme retar al espectador, el director Luis Ortega nos cuenta la vida de Remo (Nahuel Pérez Biscayart), un corredor de caballos que accidentalmente mata a un semental propiedad de un peligroso jefe de la mafia Sirena (Daniel Giménez Cacho).
Entre una persecución para ajustar cuentas, Remo poco a poco va encontrando otra identidad, una que lo aleja de las carreras de caballos, del peso de su familia e incluso de su género. Y a través de una narrativa no lineal, Ortega explora temas sobre la identidad, el deseo y la reconciliación.
En Fuera de Foco, tuvimos la oportunidad de platicar con Daniel Giménez Cacho en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) sobre esta ambiciosa propuesta.
El Jockey: Entre la identidad y el peso de la responsabilidad
Daniel Giménez Cacho tiene una amplia y muy versátil carrera, y en el Jockey juega un papel crucial: no sólo es el mafioso que persigue a Remo, de cierta manera, representa todas las ataduras sociales que se le imponen al deportista por su condición, todos los estándares que debe cumplir para llevar una vida “normal”.
Y es que, si bien Sirena quiere ajustar cuentas, también ama profundamente a Remo y lo que representa. Y para Giménez Cacho, esa es una parte esencial de la idea de El Jockey, “me parece maravilloso el viaje de Remo porque muestra cómo hay dos personas enamoradas de esa persona, pero más allá de estar enamoradas de lo que es o representa, están enamoradas de su esencia”.
En El Jockey, cuando los médicos deciden desahuciar a Remo, comienza la historia de Dolores. Entre persecuciones y misterios, el personaje transiciona de identidad y se adapta a una nueva piel, una nueva vida. Y aunque Giménez Cacho nos asegura que la película “tiene muchos, muchos temas”, es imposible no pensar en que la historia se trata de una transición de género.
Y más allá de contar las vicisitudes que vive una persona que busca una nueva identidad, para el actor de Bardo lo importante de El Jockey es la forma en la que explora lo que hay más allá de la identidad de género.
“Creo que lo que se me hace hermoso del director Luis Ortega y de El Jockey, es cómo nos invita a hablar de un personaje externo, que puede ser hombre o mujer, pero que no depende de cómo se viste, de lo que hace, depende de su alma”.
Daniel Giménez Cacho, Fuera de Foco
¿Cómo prepararse para un papel como El Jockey?
El Jockey causó conmoción en El Festival de Cine de Venecia y fue la cinta elegida para representar a Argentina en los Oscars de 2025, y rápidamente compararon el estilo del director Luis Ortega con los trabajos de Pedro Almodóvar, pero Giménez Cacho niega cualquier comparativo. “A una cinta llegué como un lienzo en blanco, recibiendo lo que me decían y abierto a la oportunidad de interpretar un personaje que, de cierta manera, representa los límites en una historia que desdibuja cualquier margen”.
El Jockey no busca darnos guías, no busca mostrar héroes ni heroínas. Pero logra hacer que empaticemos de una manera especial con Remo/Dolores y su búsqueda por la libertad. Y junto con Úrsula Corbero, la historia logra explorar también lo que significa amar siendo libre.
Esta película también le queda muy bien a Daniel Giménez Cacho y el momento en el que está en su carrera. “Al principio, cuando era joven, pensaba que tenía que dejar de ser yo mismo para encarnar a otro, pero ahora creo que el encarnar a otro, pero ahora creo que al hacerlo, es una oportunidad de verdad para que veas quién eres en realidad”.
Giménez Cacho nos contó que su búsqueda por el desarrollo espiritual, la meditación y el entendimiento de la vida misma fueron herramientas que le ayudaron para transformarse en El Jockey, “para una historia así tienes que estar en el presente, relajado, no dejarse influenciar por tu compañero, o por el vestuario, ni por nada. Sólo siendo una persona abierta para recibir la historia y lo que tenía que enseñarme”.