El Grinch

No arriesgar nada no es una buena idea.

Llega otro intento de repetir una fórmula “modernizando” la historia para nuevas generaciones. Sin embargo, parece que Dr. Seuss no ha encontrado una adaptación que le haga justicia a la peculiar estética de los personajes que desarrolló. Esta nueva adaptación del cuento infantil ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! (1957) llega a la pantalla grande de mano de Illumination y, sinceramente, no da mucho de qué hablar.

Llegó la historia otra vez: la del Scrooge que aborrece el espíritu navideño y decide terminar con la felicidad de los demá, porque él no puede ser feliz.

Llegó, otra vez, el típico personaje cuyo trauma es un pasado en soledad y falto de amor.

Llegó…, pero no es mejor, ni más “moderno”, ni nada.

Mejor vean la de Ron Howard…

A leguas se nota que  Michael LeSieur quiso profundizar en el personaje gruñón que odia la Navidad por culpa de un pasado frío y solitario. Algo parecido a lo que se hizo en Maléfica (Robert Stromberg, 2014), pero a pequeña escala. Ya saben, para empatizar con el personaje se intenta justificar la maldad por medio de flashbacks. Sí, quizá se vuelve más interesante, pero no es suficiente.

La verdad es que no encontramos alguna novedad en el argumento; por el contrario, pareciera que a la cinta le sobró más o menos la mitad de su tiempo total. Pudo haber contado exactamente la misma historia en media hora y la gente no se hubiera perdido de absolutamente nada.

¿Cumple su cometido?

La película presenta una calidad de animación que le queda corta a un contenido de por sí corto. Pero esta vez el elemento visual no es suficiente para salvar un argumento pobre. Tanto el humor como la cinta en general es dirigida a un público infantil; no obstante, la cinta no parece hecha para la perspicacia de la niñez actual.

Un personaje como El Grinch pudo ser explotado de tantas maneras en la cultura del presente para favorecer el humor de la cinta, que duele en lo más hondo del corazón ver el resultado. Se pensó sólo para entretener a los más pequeños, por supuesto. Pero aun en ese sentido, la saga de Mi Villano Favorito va más allá…, tanto en el mensaje, como en el humor. ¿Por qué conformarse con repetir una historia sin pizca de novedad?

Illumination creció visualmente, pero ¿por qué detenerse ahí?

¿Y tú, cinéfilo, qué opinas del Grinch? ¿Alegró tus navidades?