El término «bizarro» muchas veces es mal empleado para describir algo en extremo raro. Sin embargo, se ha popularizado tanto la palabra que lo aplicaremos para describir la superficie de lo que es Dorohedoro, anime disponible en Netflix.
A mi parecer, una de las razones por las que Dorohedoro ha destacado tanto este año es por tener una propuesta estética fabulosa, detallista, artística y con toques modernos que vibran bien a lo que debe dictar la modernidad.
La trama está cargada con humor negro, un poco de gore, violencia, acción, oscuridad y personajes bastante complejos. Eso sí, es una serie que sabe que tiene un hilo argumental a veces más enredado de lo que debería, aunque parece que esa es la idea: confundir y no tomarse a sí mismo demasiado en serio. Se trata más de la experiencia del viaje que comprender absolutamente todo lo que ahí encontramos.
¿De qué trata?
Desde el momento en el que uno pone los ojos en el póster o el tráiler de Dorohedoro, es evidente quién es su personaje principal: Caimán, un hombre con cabeza de lagarto que está en una ciudad muy peculiar, llamada The Hole.
Ahí es donde reside este sujeto que en realidad no recuerda quién es, pues un hechicero lo transformó en lo que es ahora. Y sí, eso es un punto fundamental en este anime, está lleno de hechiceros, capaces de controlar una especie de polvo negro, o más bien humo, que emana de alguna parte de su cuerpo.
No todos los hechiceros tienen los mismos poderes; algunos pueden curar personas, otros pueden ser divididos en pedacitos y no fallecer y otros pueden transformar absolutamente todo en un hongo (que haya tanta presencia de hongos en este anime me parece una pista de por qué Dorohedoro es tan psicodélico).
El punto es que Caimán, junto a Nikaido, su compañera, buscan al hechicero que lo transformó, por ello cada vez que encuentran a uno en The Hole lo que hace es abrir su gran boca y tratar de comerse la cabeza de su víctima, para que la persona que habita dentro de Caimán pueda ver si es o no el hechicero que lo transformó.
Una vez que Caimán retira su boca a la persona, hace siempre la misma pregunta “¿Que dijo el hombre de dentro de mi cabeza?”… ¿Bastante raro, no?.
Más capas de lo que parece
En esta búsqueda del responsable de que ahora tenga cabeza de reptil es que el anime vamos conociendo más personajes y más explicaciones de qué tipo de mundo es, ya que The Hole es una zona semi-abandonada. Pero es importante destacar que este es un mundo donde mandan los hechiceros, pues los humanos comunes y corrientes son vistos como conejillos de india.
Y en este mundo de hechiceros, que a la vez están medio controlados por unos demonios alados, se encuentra En, quien se podría decir que es el villano de la historia. Es un jefe corporativo de una empresa que vende productos a base de hongos. (¿Ven? Los hongos están en todas partes
Además, En tiene su propio grupo de mafiosos, matones fieles como lo son Noi y Shin (¡personajazos!), y Fujita y Ebisu, otros grandes elementos que suman muchísimo a la dinámica de este anime tan especial.
Sin duda que Dorohedoro, a medida que avanzan los episodios se va poniendo mejor, con una historia de misterio casi detectivesca que va agregando puntos a buen ritmo, pero igual con esos espacios para el humor negro y el absurdo que definitivamente ponen a prueba toda la creatividad y locuras que alguien puede situar en un mundo lleno de hechiceros, semi-humanos y perros que reviven gente.
Veredicto
La versión anime de este manga del 2000 fue lanzada en 2020 y rápidamente llegó a Netflix, lo cual es de agradecer. Cuenta de 12 episodios y aparentemente hay seis OVA’s (que espero también suba Netflix).
Si te gusta el anime que te haga explorar el talento japonés cuando tiene creatividad pura y libre, y si disfrutas el humor negro cruel y directo, Dorohedoro realmente es para que ya te lo pongas a maratonear.