(Des)encanto

Una aventura medieval animada para adultos.

Una aventura medieval animada para adultos, con princesas borrachas, diablillos y elfos.

Matt Groening se lanza al ruedo una vez más y busca unirse a la categoría donde series como BoJack Horseman y Rick and Morty ya venían pisando fuerte; y si Futurama nos llevó al año 3000, (Des)encanto nos regresa al pasado.

La fantasía épica de Groening, que transcurre en la época medieval, es una serie animada para adultos que recuerda que no nos hemos burlado lo suficiente de las princesas, los castillos, la brujería y las creencias de antaño.

Entran una princesa, un diablillo y un elfo a un bar…

Tiabeanie (Abbi Jacobson), que parece tomar el relevo de Bart Simpson y Bender, es una princesa que se ve forzada a casarse para conveniencia de su padre, el rey Zog (John DiMaggio). Ella hace todo lo que está a su alcance para no formar parte del sistema y huye, ganándose unos compañeros fuera de lo común: el provocador diablillo Luci (Eric André), a quien siempre confunden con un gato; y Elfo (Nat Faxon), quien escapó de su tierra de dulces y colores en busca de un cambio.

Si esperabas una princesa de Disney, sigue buscando. Bean gusta de emborracharse, meterse en peleas y que nadie le diga lo que tenga que hacer; mientras Luci actúa como la voz de su conciencia. Ambos son tal para cual, porque este diablillo busca constantemente sacar el lado negativo de las cosas y le dirá que incumpla las reglas, cosa que el alma rebelde de Tiabeanie siempre deseará hacer.

Lo mejor

El cuento que Groening propone es bastante interesante. Esta animación de princesas borrachas y malhabladas, con referencias sexuales que un niño no entendería y varios guiños a Game of Thrones, consigue ser entretenida sin parecer brillante. Su estilo visual nos recuerda mucho a Futurama, de la que por cierto se ha distanciado bastante bien.

Sus personajes son el principal punto fuerte, cada uno tiene características bien definidas y la oportunidad de que crezcan siempre está presente. Es claro que todo gira alrededor de Bean; pero cada personaje, por más secundario que sea, se desenvuelve de forma muy natural y aporta uno que otro chiste que le da chispa a la trama.

Aunque la idea original es novedosa y sus personajes son de lo mejor, (Des)encanto no está exenta de problemas. A medida que avanza la temporada, nos damos un gran tropezón con un problema que pone fin a todo lo que era felicidad y expectativa.

Lo malo

El ritmo irregular de (Des)encantodesencanta por completo. Su compás pausado es extraño, sobre todo porque en muchas ocasiones pretende mostrar escenas de acción, o el inicio de un nuevo arco, y al poco rato se queda sin combustible. Ésto provocará seguramente que no todos terminen de ver la primera temporada.

No sabemos si es porque Groening intenta probar qué elementos gustan más, o si lo que afecta la producción es la trama transversal que se desarrolla de episodio a episodio; pero lo cierto es que muchas de sus escenas terminan por hacernos perder el interés rápidamente. Hay que recordar, además, que en Futurama o Los Simpson la historia quedaba completa en un solo episodio y no había necesidad de un arco superior.

(Des)encanto es una serie de ambientación fantástica que vale la pena (intentar) ver. Sabemos que el nombre pesa demasiado; y si bien es una serie irregular, tiene muchos puntos buenos que hacen que la temporada merezca ser vista por completo. Quizás si olvidamos quién es su creador disfrutemos más de ella, o a la inversa: si recordamos sus series hermanas, sabremos que cuanto más avanza una historia de Matt Groening, es cuando mejor se ponen las cosas.