Cosas Imposibles es una feel good movie que esquiva los canones industriales, ¿a qué se debe esto?
Hace algunas semanas el actor: Tenoch Huerta, participó en un programa titulado: RACISMO: el problema que México no quiere ver, el cual levantó una enorme polémica en la agenda pública, demostrando la importancia que supone debatir el susodicho conflicto, al cual se enfrenta el país, y por lo tanto su industria audiovisual.
Puede que el arte sea lo más importante de lo menos importante, pues como hemos visto a lo largo de la historia, a través de su construcción se forjan discursos mediante los cuales se interpreta nuestra realidad colectiva e individual.
Por ello me parece relevante que la diversidad de perspectivas que cohabitan en la cotidianidad, se vean representadas en pantalla, ya que nuestro contacto con lo audiovisual, suele ser el medio al que recurrimos para conocer el mundo y a nosotros/as.
Al no vislumbrar las distintas realidades que nos componen, estamos excluyendo del relato histórico a las mismas, despojándonos de la capacidad de reconocernos en el espejo, establecer un diálogo, y ser participes del acto más bello que compone al arte: la catarsis.
Por ello me resulta paradigmático que en un país donde la mayoría de su población se reconoce de tez morena, sus contenidos audiovisuales representen todo lo contrario. Quizá de allí surge la desconexión de la audiencia nacional con su cine, la cual casi nunca ve representada su cotidianidad, y cuando lo hace es bajo relatos trágicos: lo cual es coherente y necesario con las olas de violencia que enfrenta el país.
Pero en una industria como la anterior, se han generado una serie de discursos discriminatorios, donde esta serie de clasificaciones en torno al color de piel, edad, complexión, y clase social, han orillado a diversos grupos al ostracismo, donde los relatos empoderantes, de alegría o amor, están reservados a un reducido club de Toby.
Como todo en la vida existen aristas, y en el cine mexicano hay voces que rompen con la norma, y una de esas ha sido la de Ernesto Contreras, director del filme en cuestión: Cosas Imposibles, el cual narra la historia Matilde, una mujer mayor (Nora Velázquez) que se enfrenta al fantasma de su abusivo esposo Porfirio (Salvador Garcini), y la amistad que forja la susodicha con Miguel (Benny Emmanuel), un joven huérfano que intenta ganarse la vida, al mismo tiempo que lidia con el miedo de revelar que es homosexual.
Un México diverso
Temáticamente, los largometrajes de Contreras son disruptivos al canon audiovisual nacional, en Sueño en otro idioma se aleja de lo urbano para enfocarse en lascomunidades autóctonas, bajo una historia de amor entre hombres fundamentada en un interesante juego con el lenguaje verbal.
Algo similar sucede en Cosas Imposibles, donde su relato se centra en protagonistas, contextos y problemáticas no habituales en la narrativa mexicana: una dupla conformada por una mujer de la tercera edad y un joven, quienes pertenecen a la clase social baja, lo cual les involucra en evidentes contratiempos monetarios los cuales tendrán que solventar, sin embargo su mayor conflicto es interno: gira en torno a realización personal, descubrir quienes son y que les apasiona.
Esto da lugar a una historia refrescante, pues aunque en general se trata de una feel good movie, no se ignoran las problemáticas de la cotidianidad, lo que se encuentra más cercano a describir la dualidad en que existimos: las alegrías y tristezas que enfrentamos, y esto a su vez reivindica una humanidad que durante años lo audiovisual ha privado o caricaturizado.
Esta frescura también se denota a través de los barrios que recorren sus personajes, la forma en que hablan, sus conversaciones en torno a las drogas / sexualidad, las cuales no sólo se perciben verosímiles, sino que exploran una libertad poco común en la pantalla grande nacional.
Fuera de lo temático, el trabajo de Contreras también suele caracterizarse por un lenguaje audiovisual que es capaz de transitar entre la sencillez del plano/contraplano, hasta la complejidad de lo onírico, aspecto que si bien no se explota con la majestuosidad de la imponente naturaleza como en Sueño en otro idioma, continua entregándonos algunas de las mejores secuencias en la película.
Cosas Imposibles es un lindo y entretenido relato, que rompe paradigmas convencionales de la industria audiovisual mexicana, situando su ojo en algunas de las otras realidades que componen la cotidianidad nacional, brindando una plataforma para dialogar sobre sus fantasmas, anhelos, lagrimas y risas. Demostrando -de manera paradójica a su título- que resulta viable realizar un cine diverso.