Close es la segunda película del director Lukas Dhont, quien previamente llegó a las audiencias internacionales a través de Girl, la historia de una joven trans que tiene por objetivo convertirse en bailarina. Si bien, su cinta anterior llegó a un gran público y puso sobre la mesa la discusión alrededor de juventudes LGBTQ+ y en específico, sobre la experiencia trans, fue altamente controversial debido a su final, donde su protagonista opta por automutilarse en un acto desesperado por transicionar.
En Close, Dhont toma una segunda oportunidad para explorar temáticas de dicha comunidad a través de la adolescencia, donde aunque se retrata más como una amistad, no deja de ser una gran lupa sobre la realidad de cientos de jóvenes queer que sufren rechazo por sus identidades.
Pero, ¿qué hace a Close una de las películas favoritas para ganar el Oscar a Mejor Película Internacional? ¿Y qué tanta atención pone realmente sobre temas LGBTQ+, salud mental y los conflictos de la adolescencia? ¡Te lo contamos!
Una historia de amistad, rechazo y duelo
La historia de Close se desenvuelve a través de tres diferentes puntos. El primero, enfocándose en la relación entre Leo (Eden Dambrine) y Rémi (Gustav de Waele), dos niños de trece años, cuya amistad los ha llevado prácticamente a fusionarse en un misma persona, pues comparten juntos cada minuto del día: Leo suele quedarse en casa de su mejor amigo a dormir, cena con su familia, van en bicicleta juntos a la escuela, juegan en el bosque, y están en la misma clase al empezar el año.
El nivel de intimidad entre ambos es tan palpable y evidente, que alrededor de ellos la gente se cuestiona si más que una amistad, existe un romance entre los dos niños, quienes hasta entonces no ven su interacción como algo extraño.
Sin embargo, es a partir de comentarios y burlas que Leo comienza a alienar a Rémi, buscando actividades para hacer lejos de él, y excusas para apartarse cada vez más. Rémi resiente el rechazo, el cual culmina en una pelea entre ambos que pone fin definitivo a su relación.
Hasta este punto, Lukas Dhont ha jugado con una serie de momentos rutinarios que establecen fuertemente cuál es la relación de ambos personajes dentro de la historia. Explica a detalle cómo es su día a día y por qué el mínimo cambio comienza a afectar grandemente a uno de ellos.
Sutilmente, inserta claves sobre el estado de Rémi. Pues si bien, la historia se centra en su mayoría en Leo, es Rémi quien termina detonando los siguientes acontecimientos.
No obstante, es justamente en esta sutileza —la cual se refleja brillantemente en las actuaciones de sus jóvenes protagonistas— que Close sobresale narrativamente. Pues los pequeños cambios y la naturalidad en el quiebre en la amistad de Leo y Rémi hacen sentir a la conexión entre ambos muy real y por lo tanto, entrañable.
Lukas Dhont plantea la pregunta: ¿hasta qué punto la conexión humana es demasiado? Y ¿qué pasa cuando anteponemos la percepción de otros sobre nuestros sentimientos? Pues, aunque nunca se deja de manera explícita tanto si Leo se sentía atraído por su Rémi o viceversa, es la confusión respecto a tales emociones lo que impulsa a las decisiones de cada uno.
Por un lado, Leo no quiere ser asociado de esa manera con Rémi y él mismo comienza a limitar ciertas interacciones que ha compartido toda su vida con su mejor amigo; y por el otro, los sentimientos de Rémi son tan confusos que no logra comprender por qué tal ruptura le duele con tanta fuerza.
El punto de quiebre
A partir de este subtítulo, esta crítica tendrá spoilers importantes de la cinta Close.
La emoción es el núcleo de la historia. Y el hecho de que Rémi no tenga idea de lo que siente o por qué el impacto del fin de su relación con Leo le ha dolido tanto, lo lleva a suicidarse.
Es desde este punto que la cinta transforma la amistad en un duelo, que si bien podría interpretarse como el fin de una conexión entre dos personas, lo retrata de una manera directa y dura a través de la muerte.
Lukas Dhont juega con la diferentes fases de la pérdida y las hace aún más dolorosas a través de Leo, quien experimenta desde el shock de descubrir que su mejor amigo ha muerto, hasta la culpa de sentir que fue él el causante del suicidio.
Aunque el director hace muy evidentes las metáforas entre el ciclo de sembradío en el terreno que Leo trabaja con su familia, las estaciones y posteriormente en el brazo roto del protagonista; el verdadero sentir de la historia recae completamente sobre Eden Dambrine, quien lleva al personaje a través de cada etapa de una manera magistral.
Sin embargo, el duelo no lo limita a una depresión y culpa constantes, pues incluso cuando le da permiso a sus personajes de quebrarse en pantalla, obliga a la audiencia a recomponerse y volver a la nueva rutina de Leo: los entrenamientos de hockey, la escuela, sus nuevos amigos, la relación con su familia.
Es interesante la forma en la que en Close, Dhont establece la pérdida desde los ojos de un niño, quien a pesar de que lo sufre, no puede darse la licencia de frenar o vivir en pena por el resto de su vida.
Eso no quiere decir que Leo no vaya a experimentar el verdadero dolor de perder a Rémi. Pues incluso al intentar hablar con la mamá del otro, le cuesta verbalizar su sentir con respecto al haber sido la causa de muerte de su amigo.
Para ello también tuerce la memoria de Rémi y pone en evidencia lo vacíos que pueden ser los recuerdos de personas que no lo conocían ante alguien que, como Leo, vivió toda su vida junto a él. Leo vive todo y siente todo después de la partida de Rémi, y es ese viaje el que vuelve a Close una cinta profunda y verdaderamente triste.
Una discusión sobre salud mental
Aunque Close es un gran ejemplo de crecer a partir de la pérdida y retomar la vida después de la muerte, no es del todo perfecta. Aquí entra una discusión sobre la responsabilidad al hablar sobre temas de salud mental en juventudes LGBTQ+.
El hecho de que la historia se enfoque más en Leo que en Rémi hace sentir superficiales los problemas del otro, lo que deja a la audiencia preguntándose: “¿Y esa fue la causa de su muerte?”. Pues al no tener realmente una visión más profunda de la psíque de Rémi, la ruptura de la amistad como causa de su suicidio no logra condensarse a totalidad, y despide al personaje incluso antes de que logremos entenderlo.
Que si bien, puede ser realmente intencional al querer retratar cómo uno nunca sabe qué pasa por la cabeza de alguien en un estado de depresión, sí deja mucho al aire lo que sentía Rémi y el por qué el final de su amistad con Leo fue un detonante. Pues aunque la depresión no es siempre evidente, Close podría haber puesto un poco más de atención en lo que tal relación representaba para Rémi y por qué fue tan importante.
Lo que es una realidad, es que a la fecha varias de las víctimas de suicidio son jóvenes que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ+, quienes sufren un rechazo o abusos tanto en sus círculos familiares como en ámbitos externos.
Hacer un comentario en la salud mental de las juventudes queer es algo necesario y urgente, por lo que debería ser retratado también con el fin de comprender qué es lo que sucede y cómo puede evitarse. Y es que aunque no sea el punto principal de Close, sí tendría que haber algún elemento que desate la conversación al respecto después de su último acto.
A pesar de ello, podemos decir que Close realmente logra su propósito principal: evocar la sensación de pérdida y duelo en su audiencia, quien después de empatizar con su protagonista, tiene que aprender también a vivir con ese dolor en la rutina y al final, seguir adelante.