Inspirada en hechos reales, la nueva película de Spike Lee es brutal, honesta y sumamente entretenida.
Producida por Jordan Peele (Get Out!, 2017) y basada en la novela autobiográfica de Ron Stallworth, el viaje a los 70 que vemos en Blackkklansman sirve como denuncia social a un problema que, lamentablemente, sigue vigente.
¿De qué se trata?
Situado en Colorado Springs, el novato Ron Stallworth (Washington) llega a su primer día de trabajo en la policía local. Al ser el único oficial afroamericano, la situación es rutinariamente tensa.
Como si fuera un premio y con desdén a la vez, después de un tiempo recluido en la burocracia, Stallworth es promovido al área de inteligencia. Un día en la oficina, ve un clasificado del Ku Klux Klan al que decide llamar.
La situación no podría ser más irónica. Del otro lado de la línea, el reclutador de «La Organización» queda embelesado por el falso discurso de odio que Ron inventa sobre la marcha. Es tanto el encanto que genera que no pueden esperar a conocerlo en persona.
Convenciendo a su capitán y a su compañero Flip (Driver) de jugar como agentes dobles, les autorizan la operación de infiltrarse al KKK. Ron será encargado de mantener las comunicaciones por teléfono y Flip actuará como Ron cuando sea necesario dar la cara.
Paralelamente, Ron frecuenta a Patrice (Harrier), afín a las ideas de las Panteras negras, con quien discute los problemas del racismo y la opresión. Ambos hablan sobre cómo los prejuicios e ideologías están perfilando una inminente guerra civil.
En Blackkklansman Spike Lee nos presentará las motivaciones y puntos de vista de ambos grupos con una narrativa cruda, que en varios momentos resulta hasta incómoda. Persuadidos de que los planes del KKK irán más allá de quemar cruces, Ron y Flip seguirán hasta las últimas consecuencias su singular investigación.
Recepción e impacto social…
La cinta ya ha dado mucho de qué hablar. No sólo por la nominación al Oscar que se avizora para Washington, sino por la polémica que puede desatar. Y es que la advertencia que sale al inicio no es mentira: Blackkklansman está «basada en una, de verdad, verdadera, real mie%$@»
La historia es tan disparatada, irónica y emblemática que sobrepasa cualquier guion de los hermanos Coen. Llevar a cabo este proyecto en estos tiempos no fue coincidencia; es, más bien, una manifestación contra los discursos de odio en su totalidad.
El montaje final es estremecedor. Tiene como preámbulo la historia del linchamiento de Jesse Washington, intercalada con flashes de la iniciación de miembros del KKK, mientras proyectan la clásica The birth of a Nation (D. W. Griffith, 1915). El ritmo y la edición, con el sello inconfundible de Spike Lee, son impecables. El soundtrack es genial y los diálogos son tan agudos que no puedes dejar de prestar atención un segundo.
En cuanto corrieron los créditos, la metí en mi top 5 de 2018. Es una historia poderosa, entretenida y con mucho peso. Las actuaciones son excelentes y el guion, impecable.
La distribución estará un poco sesgada, pero si tienes suerte de verla en tu cartelera más cercana ¡no te la puedes perder!