Las 5 de Monterrey comparten un secreto mortal que las llevará a diferentes tipos de descontrol en sus vidas. Ésa es la premisa de la segunda temporada de Big Little Lies, la cual finalizó recientemente en HBO.
Para estos nuevos capítulos, la gran adhesión al elenco —probablemente el más talentoso jamás reunido para la televisión— fue la de Meryl Streep (todos de pie por favor). Ella interpreta a Mary Louise, la suegra de Celeste, papel que realiza Nicole Kidman. La presencia de esta mujer significará dolores de cabeza constantes para estas madres de California.
Así mismo, las cicatrices de esa fatalidad, que fueron el momento cúspide del final de la primera temporada, recalan fuertemente. Bonnie no puede ni consigo misma; Jane es sometida a tener que recordar el dolor de la violación, además de no saber lidiar con un nuevo amor; Renata se verá derrumbada al perder su estatus social y Madeline busca como puede la forma de reparar su matrimonio.
Pero sin duda la más expuesta a soportar las fuertes olas de consecuencias es Celeste, quien debe convivir con una suegra que busca cómo entrometerse por completo en su vida y, sobre todo, la de sus nietos. Esto se elevará a niveles críticos hasta llegar a un juicio de por medio.
En esto se va la segunda temporada de Big Little Lies, que, aunque nos deja momentos realmente emotivos, fuertes, auténticos y performances bellísimas; no llega a tener el nivel de la primera entrega.
Trama extendida
A pesar de contar con solamente 7 episodios, por momentos se siente que la trama se extiende sin mayor propósito. Ése es el principal problema con este conjunto de capítulos: aunque lo que tenían que contar valía la pena, me parece que no era suficiente para una temporada completa. ¿Pudo haber sido una película tal vez?
Esto no significa que hayan descuidado la producción y cinematografía, porque realmente se mantiene con gran nivel y muy parecido a lo visto en 2018; más bien, me refiero a que hubo la construcción de algunas subtramas que estaban de más o que no terminaron de desarrollarse por completo. Peor aún, hubo algunas que se alargaron sin mayor necesidad.
Actuaciones de primer nivel
Es imposible hablar de Big Little Lies y no hacer ovación a cada una de las actuaciones, que aquí nuevamente vuelven a brillar.
Lo de Meryl Streep es impecable, una suegra que con cortesía y una voz suave es capaz de lanzar los peores venenos de la historia. Es un personaje a la vez complejo, humano, errado y perfecto para el talento más que reconocido de la múltiple ganadora del Óscar.
Laura Dern, Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Zoë Kravitz igualmente se lucen en sus caracterizaciones. Punto y aparte para Renata (Dern), quien se vuelve en esa mujer que dice lo que muchas ocultan en momentos de desesperación o ira, pero lo hace con cierta picardía y humor negro que van genial con la temporada. Es un personaje directo para memes y gifs.
También hay que reconocer el trabajo de Adam Scott como Ed, quien ahora tiene mucho más que decir ante lo ocurrido con su esposa Madeline.
La polémica
No se puede hablar de esta segunda temporada sin hablar de la polémica alrededor de la misma, la cual —eso sí— es, a mi juicio, una forma de querer desprestigiar a una muy correcta y cumplidora producción de televisión.
Sucede que Jean Marc-Vallée, alabado por su trabajo en la temporada 1, en esta segunda sólo fungía como uno de los productores por cuestión de tiempo. Es así que se decidió trabajar con la directora británica Andrea Arnold. Hasta ahí todo bien, ella dirigió todos los episodios y todo parecía normal hasta el momento de la edición…
Aparentemente, en una decisión conjunta entre Marc-Vallée y HBO, se realizó una edición sin consultar ni tener presente a Arnold, con el fin de darle un toque similar al planteamiento visual de la primera temporada.
Esto desató cierta ira en seguidores de la serie, quienes ahora piden que salga la versión original de Arnold, ya que creen que es una injusticia lo que hicieron con ella. A pesar de todo, nada ha sido confirmado y HBO desmintió la noticia. Sin embargo, uno nunca sabe…
Veredicto
Big Little Lies 2 es una temporada que, aunque era muy interesante explorar, sobre todo debido al clímax del final de la anterior, no consigue ser tan necesaria.
Es cierto que escudriñar en la vida de las 5 de Monterrey lucía sumamente apetitoso, especialmente para descubrir esas secuelas psicológicas en mujeres que sobrevivieron un trauma alrededor de una mentira que las une.
Aun con todo eso planteado, desarrollado y manifestado con una enorme calidad cinematográfica (con una que otra exageración en cortes y montaje), Big Little Lies 2 resulta ser poco para lo esperado. El ritmo de la primera temporada no es alcanzado en la segunda, además de que desperdiciaron un elemento silencioso que proveía mayor naturalidad a la historia: los niños.
Acá salen muy poco y casi no influyen en la trama. El hecho de que eran madres que hacían todo por sus hijos se sintió menos, con excepción del caso de Celeste por supuesto. No obstante, hizo falta la inocencia de los pequeños en el colegio, o bien escuchando ese mix de canciones hermosas que uno descubre gracias a esta serie.
En fin, para los amantes de Big Little Lies, no es que no vayan a disfrutar de la Temporada 2, sino que si esperan algo mucho más grande y emocionante que la primera temporada, quedarán un poco decepcionados.
