Beastars es una arriesgada apuesta para la animación de Netflix.
Basada en un manga que ganó muchos premios en Japón y adaptado a la televisión para nuestras tierras gracias al financiamiento de Netflix, Beastars es una de esas gratas sorpresas que va creciendo a medida que avanzan los episodios.
En su corteza puede catalogarse como una trama juvenil, sin embargo el hecho de que sus personajes son animales antropomorfos que asisten a un mismo colegio… Bueno, las cosas se ponen un poco más raras.
El personaje principal es Legoshi, un lobo gris que lucha constantemente por no sacar su instinto carnívoro, por lo que opta a ser un animal comedido e introvertido. Prácticamente todos los carnívoros enfrentan un dilema similar, ya que asisten al mismo centro de estudios junto a herbívoros de todos los tamaños.
Las cosas se complicarán cuando Legoshi quede atrapado en una encrucijada, al atacar -cautivado por su instinto carnívoro- a una pequeña coneja llamada Haru, de quien luego no sabrá si desea comérsela (en sentido literal) o si siente amor por la misma. ¡Vaya pasión de juventud!
Apartado técnico
Con la combinación de animación en 2D y 3D hay que decir que Beastars es una soberana belleza audiovisual. Jamás había visto otro anime en que sepan mejor utilizar esta técnica, dándoles a cada personaje y superficie una dimensión real, bordes y profundidad; pero manteniendo una fluidez para cada movimiento.
Es admirable también cómo se adaptan a momentos en que esta técnica es cambiada por stop-motion (como en la canción del intro que es fabulosa) o dibujos 2D, pero con técnicas parecidas a la acuarela o rasgos muy estilizados.
Todo esto permite que la serie sea dinámica y que los capítulos puedan verse en maratón, ideal para estas fechas en que muchos están en casa.
Argumento desafiante
Pero además de la técnica de dibujo, el argumento tiene mucho que ver en que este anime no pase desapercibido por muchas personas, sobre todo las que buscan algo más que el típico show de escuela japonesa.
Aquí vamos a ver la personalidad de un protagonista retraído, más no falto de carácter; a una coneja que aunque quizás pudieron darle más tiempo para desarrollar su arco, lo que vemos es de alta madurez, explorando sin tabúes el tema de la libertad sexual.
Por si fuese poco, también tenemos un personaje como Louis, un ciervo con una rectitud tan inquebrantable como la profundidad del porqué es así, quien a la vez es la estrella -o Beastar– del que todos admiran por su nivel de actuación en el teatro de la Academia Cherryton.
En medio de eso nos encontramos con asesinatos misteriosos, bromas sobre la apariencia o tamaño de los animales, obsesiones amorosas, uso de sustancias alucinógenas, mercados negros y hasta mafia animal… Sí, es un anime que tiene mucho qué aportar pero no te sobrecarga, más bien todo fluye de una forma súper natural.
Veredicto
Al final del episodio 12 sentirán mucha empatía por Legoshi y Haru, además de otros personajes, porque habrán atravesado tantas cosas que uno aspira a que la resolución sea satisfactoria.
Si buscan algo distinto para ver, despejarse la mente pero a la vez adentrarse y emocionarse desde nivel drama hasta el cómico, este es el anime que te está esperando para que le des play.