Crítica | Beast: ¿lo suficientemente salvaje?

La nueva película de Idris Elba quiere cambiar el significado de las historias hombre vs bestia, pero ¿lo logra?

Beast pretende cambiar el significado de las historias “Hombre vs Bestia”, pero se queda en una aventura a medias que no aprovecha del todo ni a su espacio, ni a sus actores.

Dirigida por Baltasar Kormákur (Adrift), Beast es la nueva historia de supervivencia de Universal Pictures, la cual gira alrededor de un padre de familia (Idris Elba) y sus dos hijas (Iyana Halley, Leah Jeffries), quienes tras una pérdida viajan a Sudáfrica para reconstruir su relación. Sin embargo, se ven perseguidos por un gigantesco león fuera de control, cuyo objetivo es posicionarse como el depredador máximo de la sabana africana. 

A simple vista, nos topamos con un thriller que busca poner a la raza humana contra lo más crudo de la naturaleza, pues no sólo el león jugará en contra de la familia, sino las duras condiciones del hábitat en el que se encuentra. Y en sí, la historia tiene muchos elementos para explotar y hacer que la audiencia comparta la desesperación por sobrevivir de sus personajes, pero ¿logra hacerlo de manera correcta? 

La tragedia hace a la unión

Beast nos presenta a una familia encabezada por el Dr. Nate Samuels (Elba), cuya relación con sus hijas está quebrada en un principio por la pérdida de su madre, evento que Mare (Halley) le recrimina constantemente. En su búsqueda por reconectar deciden tomar unas vacaciones en Sudáfrica con el Tío Martin (Sharlto Copley), cuyas vías para proteger a la vida salvaje de la región podrían ser un poco más extremas de lo que se imaginan.

En su segundo día en la sabana descubren que una comunidad entera ha sido masacrada por el ataque de un león, el cuál se ha salido de control luego de que cazadores furtivos asesinaran a toda su manada. 

A partir de aquí comienza un viaje de supervivencia que logra aumentar de intensidad conforme avanza la película, sin embargo, falla en desarrollar bien a sus personajes y los pierde entre sus conflictos personales y la lucha contra el animal. Es decir, no existe un arco claro por el cuál progresen o siquiera cambien quienes eran al principio, lo que los hace ver superficiales y no lo suficientemente explorados ni reales como para que la audiencia se preocupe por ellos.

La naturaleza como obstáculo para los héroes

Si bien, la elección de Kormákur de realizar la cinta en locaciones de África es sumamente acertada, tampoco se siente lo suficientemente aprovechada para contar su historia. Pues aunque por breves momentos se presenta la crudeza del espacio y lo difícil que es para cualquier persona sobrevivir al entorno, no termina por cuajar en una amenaza propiamente dicha. 

Ya que a pesar de que el león es el protagonista de esta historia, a lo lejos de pronto es acompañado por serpientes, cocodrilos y otras criaturas, que son simplemente presentadas como parte de la sabana, pero que nunca juegan en contra de sus protagonistas. Tales recursos quedan flotando (literalmente) de forma gratuita, y restan el sentido de urgencia que debería transmitir la cinta en más de una ocasión, haciendo al peligro poco creíble.

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León vs Bestia

El concepto de Hombre vs Bestia es algo que ha existido desde las historias clásicas del cine y de la literatura. Sin embargo Beast pretende cambiar el significado de ellas y no presentar al león como un monstruo que actúa sin motivos con el afán de destruir. Pues en palabras del director “no podemos culpar a un animal por su instinto”, sino a quiénes lo empujaron a reaccionar de tal forma.

Beast hace bien en no restar la importancia del peligro que representa el animal, pero sí proponer un origen para sus acciones y de cierta manera justificarlo ante el público. Esta es una crítica clara a la crisis de cacería ilegal que se vive en África, sin embargo la película se queda corta reflejando la magnitud del problema y el por qué son la causa del arranque violento de la criatura.

En cuanto a la construcción del león como enemigo de los protagonistas, podemos decir que a veces no se siente tan invencible como Beast quiere que luzca, pues las luchas contra él y un exceso de suerte del lado de los personajes, evita que se sienta como un gran peligro a conquistar. 

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El camino a la supervivencia

No todo es malo, pues en realidad Beast cuenta con varias cosas a su favor que la vuelven un momento intenso y repleto de acción. Entre ellas, destaca el trabajo de Idris Elba como figura de acción, quien realmente expone lo complicado de sobrevivir a obstáculos que por lo general no son tratados a profundidad en otras películas del género, como puede ser el riesgo de no tratar las heridas recibidas en batalla. 

Por otro lado, el debut en el género de Leah Jeffries es bastante bueno. Pues su personaje logra amenizar varios instantes a lo largo de la cinta, además de no actuar sólo como alguien que necesita protección, sino involucrándose directamente en la defensa y protección de su familia.

A partir del tercer acto, Kormákur logra realmente traer a la vida una película de supervivencia y acción, ofreciéndonos un espectáculo épico entre el personaje de Idris Elba y la bestia a la que se enfrenta.

Asimismo, es importante destacar los logros técnicos de la película, pues cumple con su mensaje en contra del maltrato animal tanto dentro como fuera de cámara, ya que todos los animales presentados en ella, fueron estudiados y creados digitalmente, aprovechando al máximo el CGI y siendo congruente con la problemática que el director busca exponer.

Si bien Beast está lejos de ser perfecta, es una buena opción para los amantes del género, quienes pueden esperar una buena mezcla de acción en su hora y media de duración.

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¿Qué opinan, cinéfilas y cinéfilos?