Una famosa escritora tiene que vencer el temor a escribir su nueva novela. Para su sorpresa, será una admiradora de su trabajo quién la empujará de su zona confort, y así vencer el miedo a la página en blanco.
La exitosa escritora Delphine Dayrieux (Emmanuelle Seigner) está presentando su último libro, un éxito en ventas. Agotada después de una firma con sus admiradores, piensa retirarse de ahí antes de tiempo. En el último momento, conoce a la enigmática Elle (Eva Green).
Aunque llama su atención, sigue con su decisión de retirarse del lugar. Pero el destino las junta en un evento esa misma noche, logrando una conexión casi instantánea.
Esa conexión se irá desarrollando a lo largo de la cinta, mostrándonos las afinidades y diferencias entre ambas. Aunque son escritoras, Delphine puede presumir de su éxito; al grado de sentirse presionada al momento de crear su siguiente obra. Y Elle, como escritora fantasma, debe ser discreta y obedecer a los deseos de sus clientes, no hay mucho espacio para crear algo propio.
Justo como puede verse, el sufrimiento de una es el deseo de la otra. Por lo que Elle se ofrece a ayudar a Delphine a organizar sus correos, entrevistas y demás distracciones para que esta última pueda dedicarse a esa novela que tantas veces ha postergado. ¿Pero por qué? ¿Por miedo al fracaso, a escribir sobre ese tema que resulta tan personal para ella? Delphine aún parece estar descifrándolo, pero Elle la presiona para que se decida a escribirla; y su relación empieza a tornarse en algo tóxico. Muy obvio para el espectador, pero no tanto para la famosa escritora.
Basada en el libro del mismo nombre de Delphine de Vigan, este thriller psicológico nos presenta una premisa interesante con dos personajes que guardan muchos secretos. Y lo esperado sería descubrir esos secretos en el ambiente de misterio que se siente durante toda la película. Pero eso no pasa. No conocemos por completo las motivaciones ni de Delphine ni de Elle, lo que deja un sentimiento de vacío cuando termina la película. Porque, además de que llega un punto en el que se puede ver cuál será el desenlace, este sucede de una manera nada emocionante. Sí, se cumple un círculo en la vida de la protagonista, pero el camino hasta ese punto pudo estar mucho mejor llevado. Sobre todo al venir de un director como Polanski.
En conclusión
No es que sea una película mala. Presenta los personajes y la premisa de una manera atractiva. Aunque Emmanuelle Seigner puede con el peso de un papel protagónico, es Eva Green quien roba las miradas, con su interpretación de una mujer segura que va revelando una personalidad más controladora.
Pero el atractivo termina en la primera mitad. Creo que la relación entre los dos personajes se estanca. Aunque podemos ver que la motiva a escribir de nuevo, me hubiera gustado ver mas de ese proceso de creación para Delphine. Como decía antes, el final se queda corto también en este aspecto.