You have failed this fandom.
Estamos perdidos. Perdidos nivel: no tenemos villano formal para el segundo arco de la temporada, y seguimos dándole vueltas al mismo tema.
Es doloroso ver la decadencia de un show como Arrow, el cual inició con el gran auge que más tarde tendría el Arrowverse en la televisión. No sólo se sufre como fanático sino, me imagino, los escritores, productores y demás equipo, deben estar un poco cansados de esto.
En Collision Course se esperaba ver al villano con el que tantas ansias nos dejaron esperando antes del break; Ricardo Diaz, aka Richard Dragon. No obstante, entre que si el Team Arrow Original y el… lo que sea que la asociación de Dinah, Curtis y Rene sea; éste episodio se suma al montón de líneas difusas que nos ha presentado la serie durante sus últimos 14 capítulos.
Y es que el problema no está en que hayan dos equipos; sino en la insistencia por que los desertores continúen exponiendo sus razones como si estuvieran siempre en lo correcto. No es así.
Dinah Drake es un personaje decepcionante por varios motivos: Vincent Sobel, un liderazgo flojo, y una sobreactuación de ira de Juliana Harkavy que frustra a la audiencia. Rene Ramirez se aleja cada día más de la empatía con la que nos lo habían vendido previamente, y se mantiene en una posición de enojo contra Oliver, como si él no hubiera hecho nada para llegar a tales consecuencias. Y Curtis… Curtis no funciona más que para presentar gadgets clásicos en el show; pero episodio con episodio, su presencia se vuelve más tediosa.
Sobra decir el otro millar de argumentos por el cual éste equipo ha fallado innumerables veces; pues si eres seguidor de la serie te habrás dado cuenta de ellos por ti mismo.
Collision Course aterriza un regreso casi invisible para Arrow; donde la meta principal es recuperar el dinero que el Ayuntamiento entregó a Cayden James bajo chantajes, y para ello, ubicar a Black Siren. Una historia que a fin de cuentas resulta meramente transitoria, y no construye más.
Lo que nos deja el 6×14 es una sensación de furia y ninguna conclusión. Los fans estamos molestos con la presencia del nuevo Team Arrow, y a menos que ésta haya sido la meta de los escritores (hacernos odiar a éstos personajes); le han fallado a éste fandom.
De nuevo vemos a Dinah prácticamente gruñir para matar a Laurel, sin avisar la meta principal: recuperar los recursos de Star City. Curtis y Rene actúan como reverendos cretinos, y comprometen al Team Arrow, para finalmente deslindarse por completo de ellos.
No hay forma de explicar la frustración con la que nos deja este regreso, pues son 45 minutos invertidos en nada… Bueno, no en nada. Sí hay algo que podemos rescatar.
La teoría de que Laurel Lance (Katie Cassidy) podría formar parte de los héroes para la próxima temporada de Arrow (si es que la hay), es cada vez más tangible. Por su lado, el trabajo del Original Team Arrow retoma a sus orígenes básicos, y se sabe trabajar.
Sin embargo no es suficiente para rescatar a Collision Course; cuya escena más satisfactoria es la pelea entre los dos equipos… Hasta que regresamos al mismo lugar donde comenzamos.
Bien decían los profetas: