Argo nos cuenta la historia donde una película falsa salvó la vida de 6 personas en Irán.
En 1979, durante la crisis de rehenes en Teherán, 6 diplomáticos logran escapar de la embajada Americana para refugiarse en la casa del embajador canadiense. Pero saben que su tiempo es limitado; pues vendrán a buscarlos, y quizás a matarlos, en cuanto se den cuenta de su partida.
Es aquí donde entra el agente de la CIA, Tony Méndez (Ben Affleck) para idear un plan y lograr su escape. Su idea es tan descabellada, que podría funcionar.
Junto a un productor, Lester Siegel (Alan Arkin) y un maquillista, John Chambers (John Goodman), se dedicarán a hacer creer a Hollywood que están realizando una película: Argo, un thriller de ciencia ficción.
Así, Méndez podrá viajar a Irán con la excusa de buscar locaciones desérticas donde puedan filmar. Y con esto lograr su verdadero objetivo: darle a los refugiados un pasaporte canadiense falso para poder sacarlos del país, como parte de su “equipo de producción”.
Dirigida por Ben Affleck, Argo nos trae su mejor trabajo como director. Tiene la intensidad de un drama, pero a la vez está balanceada con un humor que no se siente forzado. Y esto es gran parte logrado gracias a John Goodman y Alan Arkin.
El arte y maquillaje también están muy bien logrados. Al final de la película es impresionante ver el gran trabajo que se logró caracterizando a los actores, para que se parecieran a su contraparte en la vida real.
Ahora, este es otro ejemplo de una no favorita para llevarse este premio. En 2013, Argo competía con una impresionante Lincoln de Spielberg; los efectos visuales de Life of Pi de Ang Lee; una muy bien lograda Les Miserables de Tom Hooper; o la otra cinta con una historia basada en un conocido evento real, Zero Dark Thirty de Kathryn Bigelow.
Y no es por demeritar a estas y a las demás nominadas (Amour, Beasts of the Southern Wild, Django Unchained, Silver Linings Playbook) pero creo que el trabajo de Bigelow es el que se le pone a la par por presentar una historia con un alto nivel de estrés, y donde había vidas en peligro, de una manera emocionante. El final de ambas guarda su mejor secuencia. Un clímax esperado y que cumplió con las expectativas.
Pero creo que Affleck tenía una tarea más difícil de superar, por el simple hecho de demostrar que puede ser un gran director. Se criticó mucho a Argo por las libertades que se tomó con respecto a la historia real; por deshumanizar un conocido periodo en la historia de Estados Unidos y convertirlo en una anécdota más sobre héroes americanos.
Argo no tenía porqué contarnos todo eso. Se centró en el plan creado para rescatar a estas personas en esta situación específica. En sus involucrados, y en presentar esta historia que, justo por extravagante, hace una gran película.