Entre las decenas de preguntas que generó La Guerra del Infinito fue ¿Dónde está Ant-man?. Puedo apostar que más de uno tenía la esperanza en la sala de cine de que de pronto saldría a apoyar en la batalla. Pero bueno, todos sabemos como termino eso, ¿cierto?
Ant-man and The Wasp se encarga de explicar su ausencia en Infinity War con una aventura decente a la que Marvel ya nos tiene acostumbrados. Éste siendo su mayor virtud, y pecado;¿porqué? ¡revisemos!
Una secuela de Civil War y precuela de Infinity War
Para quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó Avengers Infinity War sale Ant-man and The Wasp entre el polvo, literalmente. La secuela del pequeño gran héroe empieza 2 o 3 años después de los eventos de Civil War; obviamente hubo repercusiones para Scott Lang quien tuvo sentencia de arresto domiciliario por unos años.
En el filme, el ya habrá pasado por un largo tiempo encerrado y se encuentra listo para cuidar lo que más le importa, su hija. Pero su viaje al mundo cuántico le trae visiones y sueños un tanto extraños sobre lo que parece ser la madre Hope; así que se pondrá en contacto con Hank Pym para después ayudarle a traerla de regreso de este sub-atómico universo. Obviamente cruzando con varios problemas, siendo el principal un ser intangible apodado «The Ghost»; entre otros conflictos con el FBI y el mercado negro.
En esta nueva aventura veremos más desarrollo de Hope como La Avispa; esto resultando en buenas escenas de combate al lado del Hombre Hormiga, una dupla que emociona mucho cuando trabajan juntos.
No le pongas más sal a la herida
La película tiene el mismo enfoque que la primera entrega, hacerte reír hasta no poder más. Obviamente estos momentos van acompañados de acción, pero su verdadero objetivo no es dejarte con un sentimiento heroico o de preocupación. A lo largo de un poco más de 2 horas se nos muestra una historia muy relajada sobre el Hombre Hormiga y su nueva compañera La Avispa; que por un rato logra hacernos olvidar el destrozo emocional que fue Infinity War. Un papel que solo Ant-man pudo haber desempeñado a mi parecer.
En este aspecto de entretener esta muy bien logrado, los efectos visuales juegan mucho con los tamaños de las cosas lo cual hace muy vistosa la película; sin mencionar el mundo cuántico recuerda un poco a el caleidoscopio que fue Doctor Strange. Las risas no faltan en ningún momento y la mayoría de ellos encajan sin resultar cansados o incómodos. Con todo esto se podría decir que mantiene la esencia de la primera y llega en un buen momento.
…Algo curioso es que ambas entregas se estrenan después de una película de Avengers en la que todo se va al caño.
Antagonista no es igual a Supervillano
Ya estando más centrado en la trama de película, el personaje de «Ghost» resulta ser un antagonista que no llegara a trascender mucho; pero la interpretación que le da Hannah John-Kamen la hace un poco más memorable que otros personajes parecidos y vuelve sus escenas interesantes. Cabe aclarar que para nada es un villano con ganas de acabar con el mundo; sino alguien trastornado que siente dolor. Claro todo esto se rebaja cuando se combina con todo el humor y acción que tiene la película.
Alguien que no tiene mucha justificación de aparecer más de 3 minutos en la historia es el ex compañero de Hank, Bill Foster. Su personaje no resulta indispensable para la trama y no tiene muy marcado sus objetivos.
No todo esta perdido ¿o si?
Para finalizar, la misma sencillez de la película puede ser para muchos su mayor virtud y para otros su mayor carencia. El conflicto de Ant-man and The Wasp se pudo solucionar en 45 minutos sin chiste; pero aún así en toda la película nunca se siente una necesidad de salirse de la sala o de cabecear, más que nada es un «todo a su tiempo» para quienes ya necesitan la continuación de Infinity War pero también una buena secuela para el arco del dúo de superhéroes diminutos que no te puedes perder.