Greta Gerwig regresa con su segunda película como directora: Little Women, una nueva adaptación del clásico de la literatura estadounidense de 1868, de la autora Louisa May. Alcott.
La película de 1994 (dirigida por Gillian Armstrong), logró que Winona Ryder ganara el Oscar como mejor actriz interpretando a Jo. Pero, Gerwig toma una perspectiva que promete ser muy brillante. Para lograr esto, recurrió a un elenco de grandes estrellas: Meryl Streep, Emma Watson, Saoirse Ronan, Laura Dern, Timothée Chalamet y Louis Garrel.
Little Women siempre ha sido una historia que ha dado mucho de que hablar, una novela autobiográfica de Alcott que captura sus propias experiencias de vida mientras crecía en la época de la Guerra Civil de Massachusetts, por lo que es apropiado que Gerwig cuente la historia en retrospectiva. Gerwig demostró con Lady Bird ser una gran directora que puede convocar actuaciones memorables y contar historias brillantes.
La carrera de Greta Gerwig
Greta Gerwig estudió filosofía y literatura en la Universidad de Barnard en Nueva York, en dónde estableció un grupo de improvisación, escribió obras de teatro y musicales. Más tarde, se convirtió en el ícono del «mumblecore», un movimiento de pequeñas películas independientes estadounidenses basadas en la improvisación e interpretadas por actores no profesionales. La carrera de Greta Gerwig despegó en 2010 gracias a Greenberg una comedia dramática junto a Ben Stiller .
Greta Gerwig se había destacado por sus habilidades de actuación, luego, con su talento, sorprendió a un público más amplio en las películas de Noah Baumbach ( Frances Ha ) y Woody Allen ( a Roma con amor).
En el año 2017 Greta Gerwig decide dirigir su primera película: Lady Bird que cuenta la historia sobre la relación madre-hija, en la que brilla la actriz Saoirse Ronan, en esta película logra transmitir la nostalgia asociada a los años de secundaria. El filme empezó a ganar gran popularidad en los festivales más importantes y logró una nominación al Oscar en la categoría de mejor director, este hecho fue bastante importante debido a que en el año 2017 surgió el movimiento #MeToo y causo gran admiración que una mujer se estuviera destacando en este rubo.
A diferencia de los Globos de Oro de ese mismo año, en la que Gerwig no fue nominada lo que provoco que la actriz Natalie Portman al momento de anunciar la categoría protestara diciendo: “Y he aquí los nominados, todos exclusivamente masculinos” .
El pasado 13 de enero se anunciaron las nominaciones al Oscar y muchas personas empezaron a quejarse en redes sociales debido a que Greta Gerwig fue ignorada en la categoría de mejor director.
Hasta la fecha, sólo cinco mujeres han sido nominadas para el Globo de Oro a Mejor Director, incluidas Barbra Streisand y Kathryn Bigelow dos veces cada una, además de Jane Campion, Sofia Coppola y Ava DuVernay. Solo hay cinco para los Oscar, entre ellos Greta Gerwig, por Lady Bird.
La situación de las mujeres en el séptimo arte es complicada, la responsabilidad iniciada por el movimiento #MeToo no se aplica sólo a la conducta sexual inapropiada en el lugar de trabajo, también en la falta de contratación de directoras.
En 2018, con su primer largometraje, Greta Gerwig se convirtió en la quinta mujer en competir en la categoría de Oscar al mejor director. Ella estaba rodeada por cuatro hombres y la estatuilla la ganó Guillermo del Toro por La forma del agua . Durante esa noche, algunas actrices se tomaron la libertad de recordar cómo el cine seguía siendo un club de hombres.
La representación femenina
Como industria, Hollywood actúa de acuerdo con la oferta y la demanda. En los últimos años, la mayoría de las voces femeninas se han alzado contra el cine estadounidense: actrices, directores e incluso críticos señalan la falta de representación femenina en la pantalla. Un colectivo harto de ver solo hombres heroicos, por lo tanto, se forma una nueva perspectiva cinematográfica: la crítica toma en cuenta la importancia de las representaciones en la pantalla.
No es suficiente mostrar a varias mujeres en la pantalla para que el trabajo se jacte de ser una película femenina. La representación en el cine es una necesidad: necesitamos tantos héroes hombres, mujeres, transgénero o no binarios, de todas las nacionalidades porque representan a la humanidad. Darle vida a esas historias es dejar ver una nueva posibilidad para las niñas: un sueño de cine en el que puedan imaginar otra cosa que no sean estereotipos.
En conclusión
Gerwig se ha convertido de inmediato en su propia historia de éxito y en un símbolo del futuro de grandes películas. Las adaptaciones de «Little Women» se han transformado en las favoritas a lo largo de los años, por tantos momentos clave de la trama y los temas tan poderosos que trata.
Louisa May Alcott mostró a mujeres jóvenes que tenían grandes sueños, que querían empujar las barreras de la sociedad y su llamado sigue siendo verdadero y necesario en la actualidad.
Por otro lado , hace unos días se dio la noticia de su nuevo proyecto coescrito junto a Noah Baumbach, sobre una adaptación en pantalla de Barbie, la muñeca icónica que será interpretada por Margot Robbie y que busca destruir los estereotipos sexistas de esta figura pop.
