El cineasta checo de 83 años estuvo en la ciudad de México para platicar de su trayectoria de más de 4 décadas de obra artística.
Desde el collage, teatro, arte y uno de los géneros por los que se ha reconocido mundialmente: el cine animado. En la República Checa después de la Segunda Guerra Mundial, con el régimen comunista en su apogeo, era muy difícil crear arte. El estado controlaba cualquier producto que se mostrara y el gobierno censor impedía la exhibición de mucho material. Jan Svankmajer utilizó su arte par expresar sus inquietudes; tanto que el gobierno checo le prohibió hacer cine durante 7 años.
Sus cortometrajes y películas son subversivas, más si pensamos lo que es vivir en un régimen autoritario durante todo ese tiempo. El problema del diálogo absurdo; y la constante lucha por identificarse como individuos se ve coartada todo el tiempo por el estado o por algo que le impide ser y expresarse. Svankmajer es un artista que usa el cine como herramienta para la creación. Sus historias son absurdas, con situaciones de pesadilla, donde los personajes continuamente están en una lucha interna.
En la clase maestra que impartió en la Cineteca y la entrega, por parte del director Alejandro Pelayo, de la Medalla Salvador Toscano; Jan Svankmajer comentó sobre la creación de sus historias como producto del subconsciente en él mismo no sabe sus significados. Promueve que el público sea él mismo el que le de sentido a sus películas, sin intentar explicarlo.
Muchos de sus cortometrajes tienen que ver con la comida —una de sus obsesiones—, en los cuales odia la cebolla cocida. La comida reluce como un elemento de vida y de transformación en su cortometraje Food; un homenaje al pintor Arcimboldo, precursor de los surrealistas. Así como Kafka, cuando los hombres se transforman en insectos o cuando el poder de la burocracia los oprimía; sus historias son cíclicas, como loops en los cuales Dante no puede salir de ese infierno. La serie Desayuno, Comida y Cena es una muestra de ellos; la comida y sus procesos, canibalismo, humor negro y frustración.
El humor negro es uno de sus presentes en varios cortometrajes. Jan menciona que es la única manera de poder comprender el mundo de ahora; si antes se tenían otra historias o filosofías ahora el humor es lo único que puede darnos algún marco para comprender el mundo en el que vivimos.
La animación cuadro por cuadro, el stop motion, la pixilación son las herramientas para poder contar historias para Jan Svankmajer. Aunque él no se considera un cineasta, o animador; sino un artista que usa estas técnicas para poder expresarse: Ya sea el collage, el teatro o de plano la ausencia del diálogo y de la imagen. Su técnica llamada dactilismo la desarrolló precisamente por la censura a la que se veía afectada por el gobierno comunista; un proceso sinestésico en el cual se muestran otros sentidos a partir de imágenes.
Jan Svankmajer en exhibición
La Cineteca Nacional de la Ciudad de México exhibirá una retrospectiva con todos sus cortometrajes y largometrajes. Además de que se puede consultar en videoteca la mayoría de sus películas que han sido publicadas en video.