Un matrimonio se ve afectado por un cambio que lucía inofensivo. Ahora que ella pueda ver otra vez, ¿Le agradará darse cuenta como es en realidad su vida?
Después de un accidente que mató a sus padres y a ella la dejó prácticamente ciega; Gina (Blake Lively) se ha acostumbrado a una vida dónde debe depender del resto de sus sentidos y del cuidado de los que están a su alrededor.
Uno de ellos es su esposo James (Jason Clarke), quién la conoció ya en ese estado. Por lo que su relación no se basa sólo en el aspecto físico. Sin dejar de ser una parte importante para ambos.
Aunque parecen felices, cuando aparece la oportunidad de someterse a una cirugía que podría regresarle la vista parcialmente a Gina; ambos aceptan sin dudarlo, sin pensar en las consecuencias que esto pueda traerles.
Y no son las consecuencias físicas, ya que la cirugía resulta un éxito. Gina por fin puede ponerle un rostro a las personas de su alrededor, su esposo incluido. ¿Es lo que ella esperaba?
Para ella, es la oportunidad de que su vida cambie; y por fin lograr todas esas cosas a las que había renunciado más por resignación que por voluntad. Para él, sería solo una oportunidad más de hacer feliz a su esposa, pero con ningún otro cambio a su vida diaria.
¿Es su matrimonio tan fuerte como habían pensado? ¿O será este el cambio que necesitaban para conocer realmente a la persona con la que se casaron?
Esto es lo que nos ofrece “Dame tus ojos”. Película que estrenó en 2016 pero que apenas llegó a salas mexicanas este fin de semana.
La película se concentra en mostrarnos como es que Gina percibe el mundo exterior. Desde las luces, las voces, el uso del tacto y hasta su imaginación. Incluyen de igual manera los cambios después de la cirugía, lo que ayuda a entender el cambio por el que pasa y lo que significa para ella. Y me agrada que el director, Marc Forster (World War Z) se tome la molestia de hacer de esta una experiencia más sensorial, porque es justo eso lo que nos genera empatía con la protagonista.
Pero aún así comete errores, y eso la convierte en un personaje más complejo. Blake Lively hace un trabajo muy creíble en todo el arco del personaje. Da una actuación muy contenida, y lo digo de una buena manera. Nunca se siente exagerada, pero aún así podemos sentir su desesperación cuando el guión así lo pide. Su co-estelar, Jason Clarke, también hace un buen trabajo como esposo manipulador, aunque siento que a él ya lo he visto interpretar el mismo papel en otras ocasiones.
Sin ser una cinta excelente, me parece una buena opción para quién les guste el drama o una opción diferente a las grandes producciones. Pero siendo muy honestos, creo que es mejor buscarla en algún servicio de streaming que ir a gastar dinero para verla en la pantalla grande. Se puede disfrutar de igual manera en la comodidad de tu sala.