Shawn Levy nos contó el mensaje detrás de Proyecto Adam y cómo fue encontrar a un niño que compaginara con la comedia de Ryan Reynolds.
Hace exactamente 10 años comenzó la producción de Proyecto Adam (The Adam Project). En ese entonces, Paramount produciría la historia y Tom Cruise se convertiría en Adam Reed, un piloto de guerra que debe viajar al pasado y aliarse con su yo de 12 años para salvar a la humanidad. Sin embargo, el proyecto fue descartado.
En 2020, la dupla de Shawn Levy y Ryan Reynolds revivieron el proyecto junto con Netflix, y la épica historia de ciencia ficción está por estrenarse el próximo 11 de marzo a través de la plataforma de streaming. El proyecto cuenta con la característica simpatía de Reynolds y también incluye al actor Walker Scobell, quien hará su debut cinematográfico como la versión joven de Adam.
Una Aventura Divertida y Profunda
Si bien podría parecer que esta será una historia de aventura y viajes en el tiempo, parece que también tocará terrenos muy existenciales. En entrevista para Fuera de Foco, Shawn Levy nos comentó que la verdadera esencia de la película se encuentra en una frase: “Diviértete, es más tarde de lo que crees”.
“Esa línea de la película es muy fácil de olvidar, yo la olvido todo el tiempo. Pero es un recordatorio importante porque te hace saborear el tiempo y las experiencias que tienes ahora”.
Levy nos contó que para él, el secreto del éxito “está en despertarse con hambre” todos los días para seguir teniendo la motivación y la fuerza para seguir adelante. Sin embargo, con El Proyecto Adam, el cineasta dijo que le gustaría que quede como un testamento de lo importante que es el presente:
“[Es un recordatorio] Del presente, y de las cosas que necesitas decir ahora. No queremos vivir con arrepentimiento una vez que perdemos a nuestros padres o a nuestros amigos y no dijimos lo que teníamos que decir. Me gustaría que la película fuera un recordatorio de eso”.
Parte del encanto de esta película es que nos recuerda cómo los eventos de nuestra infancia pueden impactarnos de tal modo, que realmente nunca se van. Levy dice que por eso recuerda mucho Star Wars como la película que “le abrió la mente hacia las posibilidades del cine”. Pero también recuerda haber entendido el valor de la comedia a una edad muy temprana:
“De niño solía ver una serie que se llamaba Tres son Multitud. Era tan divertida, tan tonta, pero me dio risas en una infancia donde no había mucha. Eso me hizo conocer el valor de la comedia y el escape tan fantástico que puede ser”.
Doctorado en Ryan Reynolds
Y al contar con un talento como el de Ryan Reynolds, la cinta no sólo se llena de comedia, sino de un estilo cínico muy especial. El talento de Reynolds es muy grande, pero también muy específico, por lo que encontrar a un niño que pudiera no sólo trabajar con él, sino entender su método cómico y emularlo para que se sintiera una versión joven de Reynolds, lo cual fue uno de los más grandes retos que tuvo que enfrentar la película.
Pero como nos contó Shawn Levy, Walker Scobell fue la elección perfecta porque: “es un experto en Ryan Reynolds desde los 7 años”. Esto porque el joven actor es un fan acérrimo de Deadpool, lo que hizo que tuviera una habilidad especial para entender la comedia que necesitaban transmitir en la cinta:
“En el momento en el que vimos la audición de Walker, Ryan de inmediato notó que [Walker] entendía la música de la comedia. Luego descubrimos que es fan de Deadpool, y ahí supimos que era porque llevaba años estudiando a Ryan Reynolds”.