La semana pasada, en la Ciudad de México se llevó a cabo uno de los eventos más grandes de la industria de los cómics en nuestro país La Mole Cómic Con, que cada año lleva más atracciones para los fans del medio. Se anunció desde hace meses la esperada visita del artista Frank Miller; famoso por su serie Sin City y por haber reinventado los superhéroes con el clásico The Dark Knight Returns. Entre tanto invitado de lujo, pudimos platicar con el legendario Bob Camp, dibujante de cómics y animador, famoso por haber co-creado en los años 90 la animación Ren & Stimpy.
Bob Camp, junto con John Kricfalusi y Bill Wray crearon una animación que fue muy influyente por su estilo extraño y su humor escatológico. Estuvimos con Bob en una emotiva charla (en una parte de la plática, lloró un momento) que dio durante su estancia en México para platicar con el público; dando consejos, platicando sobre la industria y pasando un buen tiempo con los fans.
¿Cómo ves el estado de las cosas (state of art) en el mundo de la animación contemporánea?
«Hoy en día la animación me parece maravillosa, especialmente las películas. Actualmente no veo programas de televisión; porque me parece que les interesa más el dinero que la historia, me consideró un snob en ese sentido.»
¿Bob, cómo fue la transición del mundo del cómic al mundo de la animación?
«Como tal no hubo una transición. Trabajaba para Marvel Cómics desde 1980 y en 1985 comencé a trabajar en Rankin Bass Productions; donde colaboré en series como Thundercats, Silverhawks, Tigersharks y Mini Monsters. Eso fue hasta 1988 cuando cerraron el estudio, y decidí decirle adiós a Nueva York e ir a Hollywood al mundo de la animación.»
Ahora vemos muchas series animadas con una estética parecida a la de Ren & Stimpy. ¿Cómo crees que hayan influido ustedes en la animación de ahora?
«Es normal que existan similitudes entre Ren & Stimpy con muchas series modernas. Yo crecí viendo a Bugs Bunny y las animaciones de Tex Avery. Todo ha sido inspirado por alguien alguna vez. Recuerdo incluso una serie que se llamó Mighty Bee que se parecía bastante a Ren & Stimpy. Creo que está bien y me siento halagado por ello.»
¿Cómo fue trabajar con Bill Wray (co creador de Ren & Stimpy)?
«¿Bill, el pintor? Fue fantástico y gracioso. ¿Sabes? Era este chico enorme, malvado y gracioso, que comenzó trabajando como un artista encargado de hacer fondos en las historias y repentinamente comenzó a escribir episodios. Siempre que Bill estaba involucrado en los episodios resultaban ser más extremos, grotescos y repugnantes. Era mi trabajo hablar con él por horas al teléfono; diciéndole que los chistes tenían que ser bajados de tono, hacerlos más amigables.»
Los cómics ahora los vemos en todos lados, sobre todo en el cine, ¿por qué crees que tienen ese poder como medio de comunicación?
«Los cómics son importantes. Todos los escritores que conozco en algún momento de su vida leyeron cómics. Es por eso que una gran cantidad de películas actuales están basadas en ellos, lo que vuelve a este mundo un lugar estupendo. Muchas personas se han acercado a mí para agradecerme que los ayude a tener un buen sentido del humor, que los volví más listos. Creo que es un gran error prohibirle a la gente leer o ver cualquier cosa que los inspire. Y pienso que sin los cómics este mundo sería un lugar muchísimo más triste.»
¿Qué diferencias ves en el mundo del cómic y en la animación?
«Son muy diferentes. Si bien no sé mucho del mundo de los cómics actualmente, dejé de trabajar en Marvel en 1988. Hacer cómics es un proceso más directo, normalmente es el trabajo de dos personas que tienen una visión el proceso se limita a escribir, dibujar e imprimir, eso es todo. Mientras que en la animación yo comencé con Los verdaderos Cazafantasmas, y siempre hay involucradas demasiadas personas. Actualmente mucha gente, grandes compañías y el uso de computadoras vuelve todo muy caro. Creo que hacer animación, hacer películas no debería ser así de difícil ni complicado, y sin embargo hay mucho en común en ambas.»
Sabemos que eres profesor de una de las mejores escuelas de arte del mundo (School of Visual Arts, en Nueva York), ¿por qué crees que es importante conocer estas herramientas en las universidades o escuelas?
«Los cómics y las películas son arte y a la vez una forma de comunicación. Pero para mantenerlo simple, sólo hablaremos de ellos como arte. Los cómics, la animación, la música, la danza, todos son arte.
«Cada que comienza un curso en la universidad es mi deber lavarle el cerebro a mis estudiantes. Me paro frente a ellos con esas caras enormes con ojos brillantes. Y les preguntó ¿quién de ustedes se considera un artista? ¡Vamos no sean tímidos, levanten bien sus manos y no las bajen! Bueno ahora por favor, volteen y observen a las personas que tienen al lado. Estas personas son sus hermanas y hermanos para toda la vida.»
Los artistas deben apoyarse y soportarse entre ellos mismos. Ya que son como niños y siempre van a necesitar protección. Aunque no lo sepan en este momento ustedes tienen un superpoder. El poder comunicarse con los demás. ¿alguna vez han ido al cine a ver una película y han salido con lágrimas en los ojos? ¡Eso es arte! Y solo se consigue con la verdad. Sólo se logra cuando lo que hacen viene de dentro de ustedes, cuando viene del corazón. Pero, si están mintiendo bajen sus manos en este momento y dejen de llamarse artistas, ya que todo lo que está mal en el mundo, lo está porque las personas hacen las cosas por avaricia y riqueza.
Trabajaste como artista de storyboard y das clases de eso, ¿qué importancia tiene en el proceso creativo de hacer una animación?
«El artista que realiza los storyboards es un genio invisible. Él hace todo lo que hay en una caricatura. Se encarga de dibujar, de hacer chistes, de marcar el ritmo. A diferencia de los animadores que sólo siguen adelante. Los artistas que hacen storyboard tienen que imaginar todo en su mente para traerlo a la vida.
De hecho donde doy clases yo enseño a hacer storyboards. Siempre les digo a mis alumnos que les enseñaré si ellos creen que lo único que Dios puso en su camino es hacer storyboards. Pero que si su corazón alberga la menor duda, que lo olviden ya que es un camino lleno de rechazo, enojo, cambio y procesos. Es un trabajo jodidamente difícil, más en las películas que en la televisión. Es un trabajo diferente pero uno muy necesario.»
¿Qué recomendaciones podrías darle a futuros artistas mexicanos?
¿Recomendaciones? Bueno, si tienen internet, vayan a este sitio llamado Secretos del Storyboard. Es el blog de Sherm Cohen quien trabajó para Ren & Stimpy y Bob Esponja. En él van a encontrar un curso que consiste en una caja con 10 DVDs. Son una excelente herramienta de aprendizaje. Úsenlo y estúdienlo honestamente, cuesta alrededor de 300 dólares americanos. En el sitio también existe una versión más barata que se puede descargar, o incluso pueden escribirle a él, y estará dispuesto a ayudarles.
Carguen una libreta para dibujar con ustedes a todos lados. Bajen sus malditos teléfonos y pónganse a trabajar en papel, en arcilla, si tienen tiempo dibujen y si no, háganse de ese tiempo.
Cuando era un pequeño en Texas, solía tomar el camión e iba a los museos, y dibujaba lo que veía en ellos. Me gustaba dibujar coches, al cabo de un tiempo me di cuenta, que una vez que había dibujado algo, el objeto permanecía en mi mente y podía volverlo a hacer. Mientras más dibujen mejor se volverán haciéndolo.
Creen arte. Quiero compartirles este descubrimiento. El problema es que el arte no puede ser un negocio. Y esa es la cuestión cuando uno tiene un jefe al que solo le importa el dinero, y al artista el arte, es por eso que muchas películas son malas hoy en día. De hecho me sorprende que no todas lo sean. Por un tiempo tuve la costumbre de corregir los storyboard que no me agradaban y cuando el jefe me mandaba a llamar les decía que ya había arreglado el problema con sus historias y que no tenía que agradecerme por ello, lo que ocasionó más de un despido.
Alguna vez me mandaron a llamar pidiéndome desarrollar una serie con personajes graciosos que estuvieran en un lugar extraño y que debían actuar como niños. Les contesté: “…mmm algo como…¿Bob Esponja?”, “Si algo así me dijeron”. A lo que respondí “¿porqué haría algo así si ya trabajaba en Bob Esponja?» Esas personas con trajes son todos unos comediantes. Actualmente no me gusta ver televisión, amo hacer la animación, pero no verla. De vez en cuando veo Netflix.
*Un agradecimiento muy especial para Daniel Corzo, quien hizo la traducción simultánea del inglés al español y realizó la transcripción de la misma.