Nightmare Alley es lo nuevo de Guillermo del Toro, y tratamos de descifrar por qué es una película tan distinta a los otros trabajos del director.
Al cine de Guillermo del Toro se le conoce por sus monstruos, pero eso no es del todo correcto. Sería mejor decir que el cine de Guillermo del Toro se define por buscar humanidad en las criaturas que acechan las sombras, por atreverse a mirar en la oscuridad, hacer un retrato de la crueldad del ser humano y de la bondad de lo diferente. El cine del mexicano encuentra la belleza en el horror y la saca a la luz.
Y en Nightmare Alley, lo que buscó fue hacer un experimento que fuera exactamente el inverso de esta visión que ya es tan característica del cineasta tapatío.
De los monstruos Fantásticos a los Monstruos Reales
Stanton Carlisle (Bradley Cooper) es un hombre que, en busca de una vida nueva, termina subiendo los peldaños de la jerarquía de un carnaval hasta convertirse él mismo en un mentalista durante la década de los 40. Y el carnaval es todo lo que podríamos esperar de una película de Del Toro: un mundo tan sorprendente como aterrador, lleno de una magia especial pero también de sangre, venganza, rencor y personajes sumamente complejos.
Guillermo del Toro ha querido hacer una película basada en la novela Nightmare Alley de William Lindsay Gresham desde 1993, cuando terminó de filmar la película Chronos. En entrevistas, el tapatío ha explicado que en ese momento nadie quería apostar por él y era poco probable que pudiera obtener los derechos del material original, así que tuvo que esperar a que su fama se cimentara con La Forma del Agua para poder iniciar este proyecto.
Por eso, en una sesión de preguntas y respuestas a la que Fuera de Foco tuvo la suerte de asistir, Guillermo nos comentó que antes “tenía una visión más centrada en el carnaval y en su gente. Me hubiera centrado más en los geeks, en cómo vivían y sus complejas historias. Seguramente habría más homenajes a Tod Browning o Barnum. Eso lo pensé durante muchos años. Pero ahora, después de ver todo lo que está pasando, los gobernantes que estamos teniendo, la polarización en redes sociales, me di cuenta que era la oportunidad para contar una historia sobre la búsqueda de la verdad”.
Conforme avanza la película, el violento pasado de Stanton se hace presente y comienza a tener estragos en su vida, la cual depende por completo del estatus y las mentiras.
“Stanton es un personaje que sólo usa máscaras y máscaras porque no quiere enfrentarse a sí mismo, huye de la verdad. ¿Qué pasa cuando la verdad lo alcanza? ¿Qué pasa cuando se caen esas máscaras? Esas máscaras son parte de todo, de la sociedad, de nosotros. ¿Qué pasa cuando se caen?
Guillermo del Toro
Explorando el Cine Noir
Esa es una de las razones por las que Del Toro se alejó de la fantasía e incursionó en el género del noir, el cual ha definido como la verdadera tragedia mitológica de Estados Unidos:
“Lo que yo entiendo como Noir es la verdadera oscuridad del realismo americano […] Es la poesía de la desilusión y el existencialismo. La tragedia entre los que tienen y los que no, y como los que no tienen nada intentan imponer su ambición con violencia y al final terminan adorando a un dios vacío: el dinero. Es literalmente una exploración de la otra cara del Sueño Americano”.
Es interesante que Del Toro haya situado su película durante los años del ascenso de Hitler al poder, no sólo por la idea de un líder populista que obtiene poder a base de la manipulación y explotación de los sentimientos de desesperanza de millones de personas, sino porque es también la época en la que Estados Unidos logra salir de la gran depresión y comienza su camino para convertirse en la potencia más grande del mundo.
Y entonces Stanton sigue el viejo camino del sueño americano: comienza lavando establos y está ansioso por aprender todo lo que puede de Clem Hoatley (Willem Dafoe), el director del circo que tiene un sentimiento de lealtad sumamente fuerte, pero que sabe exactamente lo que se necesita para romper a un hombre. Pero la tragedia está en que nunca entendió las advertencias de Pete (David Strathairn), un mago en decadencia que termina por convertirse en su mentor y le enseña los secretos del mentalismo.
La Esencia de un Monstruo
Con eso, Stanton viaja a la ciudad y encuentra gran éxito, y aquí es donde la película regresa al terreno de los monstruos que Guillermo del Toro conoce muy bien, sólo que esta vez, en lugar de enseñarnos que los monstruos también son personas, ahora se pregunta: ¿Cómo se crean en primer lugar?
La respuesta que da Guillermo del Toro en Nightmare Alley es sencilla: los monstruos se crean dentro de las grandes oficinas y grupos de élite donde se traman corrupciones, engaños y abusos. Stanton busca venderse como un vidente salvador para personas adineradas que buscan encontrarle sentido al mundo y a su dolor, sin importarle la salud mental de su esposa Molly (Rooney Mara) o que tenga que esculcar los secretos industriales de la psicóloga Lilith Ritter (Cate Blanchett).
La película entonces hace una exploración profunda sobre la ira masculina que lleva a la misoginia, los círculos de violencia, el peligro de los traumas no procesados y del dinero. Y contrario a sus otras películas, aquí la catarsis no llega cuando se descubre que los monstruos y los marginados sí pueden encontrar la felicidad, llega cuando un hombre por fin acepta su verdad y descubre que se ha convertido en uno.