ACS: Versace 2×8 «Creator/Destroyer»

Al ver hacia atrás, conocemos que la conducta violenta de Andrew proviene de lo que hizo su padre.

Si tú eres una mentira, yo también lo soy.

En la recta final de la 2da temporada de American Crime Story: The Assassination Of Gianni Versacenos encontramos con «Creator/Destroyer«; uno de los mejores episodios hasta la fecha. Conocer ciertas acciones que moldearían al Andrew sociópata y despiadado es un placer audiovisual.

La actuación de Jon Jon Briones; quien interpreta a Modesto Cunanan, padre del infame asesino, es genuinamente grandiosa. Igualmente hay que decir del propio Darren Criss que tiene un compromiso total al encarnar al asesino de Versace.

El capítulo comienza en el año 1957 con un Gianni de infante. A pesar que no nos muestran mucho de él sí aprendimos que desde pequeño adquirió el gusto por la costura a través de su madre; es ella quien lo alienta a perseguir sus sueños, sin importar lo que le digan las demás personas. También le inculca que se debe trabajar duro para conseguirlo.

Esa frase crea el contraste con la infancia cómoda en 1980 de Andrew, el hijo favorito de su padre; un hombre tenebrosamente optimista y sonriente. Modesto ha perseguido el «sueño americano» y logra mover a su familia a una casa más grande, con facilidades, además de obtener un empleo en Merril Lynch como corredor de valores.

La espiral va en ascenso y los beneficios son específicamente para el pequeño Andrew; al cual le entrega un cariño extremo y sospechoso. Es tanto así que le regala un carro cuando éste claramente no tiene edad para manejarlo. La madre de Andrew reacciona y reclama, solo para recibir violencia física por parte de Modesto; todo esto ante los ojos atentos de quien se convertiría en un mentiroso compulsivo.

Y de las mentiras también tuvo a su padre como un modelo a seguir, aunque no lo percibiera en un primer instante.

Saltamos el tiempo al año 1987, ahí es un adolescente muy llamativo en su colegio, quien no parece tener temor a ser abiertamente gay. Quizás el poder adquisitivo le ayudó a no ser objeto de bullying. Todo parece estar normal, pero en realidad su padre ya no es el hombre exitoso que siempre presumió ser.

Ya no trabaja para la prestigiosa empresa y ahora se ha disminuido en un puesto menor. La burbuja explota rápidamente cuando el FBI se da cuenta que ha estado vendiendo acciones no existentes a gente mayor… algo «no ético moralmente y además ilegal«, a como le avisan sus superiores.

La desesperación corre por sus venas y escapa de la oficina donde es buscado para el arresto. Llega a su casa, arma su maleta y empuja a su esposa violentamente con tal de salir del inmueble. En el camino hacia afuera se encuentra a un desconcertado Andrew, a quien le arrebata las llaves del carro que le regaló y se despide con un escueto: «No creas lo que te digan«.

Sin nada de dinero, porque Modesto hasta vendió la casa semanas antes previendo el declive; Andrew y su madre quedan desamparados…. Pero éste no lo cree, confía demasiado en su padre para pensar que eso que pasó es real… «Debe haber un plan» se dice a sí mismo. Incluso llega a agredir a su madre tapándole la boca… El monstruo está naciendo en él.

De alguna forma consigue dinero y se va hasta Filipinas en donde huyó su padre. El encuentro es sentimental pero no tarda mucho en hacerse amargo… Andrew se siente engañado. «Si tú eres una mentira yo también lo soy» le dice a su padre, el que reacciona molesto al ver que su hijo es «débil como su madre».

Llega a tanto la discusión que Andrew toma un cuchillo al sentirse amenazado. Su padre le grita que lo intente pero un sudado Andrew no se atreve… no en ese entonces al menos. Al regresar a EEUU busca trabajo en una tienda, en donde comienza generando su red de mentiras que lo definirían hasta el final.

En conclusión

Estamos claros que estos factores no convierten a cualquier persona en asesino, pero nos deja claros que fueron acontecimientos de este estilo que formaron el carácter volátil de este hombre.