Una Película de Policías es una cinta difícil de ver y que busca desatar debates. ¡Platicamos con el director Alonso Ruizpalacios y las productoras Elena Fortes y Daniela Alatorre sobre la película!
En el verano de 2020, el asesinato de George Floyd a manos de miembros de la policía local estadounidense desató una intensa discusión sobre las estructuras del sistema policial que, por supuesto, se extendió a México. Y con justa razón, días después de la indignación sobre Floyd, el hashtag #JusticiaParaGiovanni se hizo tendencia debido a que un joven murió bajo custodia judicial en Guadalajara, Jalisco. De acuerdo con datos del INEGI en 2016, 7 de cada 10 personas detenidas en el país sufrieron amenazas o agresiones por parte de la autoridad que los detuvo, incluyendo maltratos como ser desnudados, pateados o mordidos.
Los datos se vuelven todavía más sombríos si tomamos en cuenta que resultados de la encuesta Gallup de 2020 arrojaron que la confianza en la policía en México es la segunda peor de Latinoamérica, y que la crisis de imagen que viven las fuerzas armadas se debe a un profundo problema de corrupción que padecen todas las instituciones del país.
Para muchos/as, hablar de la policía en México es hablar de violencia, injusticia e impunidad. Por eso Una Película de Policías, el poderoso documental de Alonso Ruizpalacios se presenta en cartelera como un balde de agua fría que nos obliga a voltear a ver de forma empática a las personas que están detrás de las placas, para así poner en perspectiva cómo es la relación de la ciudadanía y los elementos de seguridad pública.
Evitando el Camino Fácil
Con la cantidad de evidencia e investigación sobre el tema, hacer un documental que fuera una denuncia al sistema judicial mexicano “habría sido fácil”. Sin embargo, el director optó por retratar la fuerza judicial desde otra perspectiva. Como nos comentó en entrevista para Fuera de Foco:
“Creo que es una inclinación natural [mía] de que no le veo caso hacer algo que nada más sea una reiteración de lo que ya estamos todos de acuerdo” dijo sobre la idea de haber concentrado su narrativa en los aspectos más sombríos de las instituciones policiales, pues él buscaba “hacer una exploración, una experiencia. No solamente decir algo, y mucho menos algo en lo que ya estamos todos de acuerdo. Porque, como dice un amigo, hay películas que pudieron haber sido nada más un tweet. Yo quería evitar eso”.
Una Película de Policías es un documental que mezcla los comentarios anecdóticos de los policías Teresa y Montoya, con crestomatías protagonizadas por Raúl Briones y Mónica del Carmen, para adentrarnos al día a día de un policía en México. Sus experiencias a veces parecen sacadas de películas de acción, y Ruizpalacios no teme utilizar todos los recursos narrativos de las series y películas de policías para resaltarlo. Pero eso es contrastado con las desgarradoras historias de precariedad, corrupción y violencia en la que viven y que nos permite mirarles como personas comunes y corrientes, víctimas de las mismas instituciones que representan.
Eso podría ser un choque bastante importante para algunas personas, pero para Ruizpalacios eso era un reto que estaba dispuesto a tomar: “No quería hacer sólo una denuncia simple, porque sería aburrida y poco útil. Ponerse de ese lado era más difícil, menos popular. Habrá mucha gente que de entrada una película que ofrezca una mirada empática a la policía le parecerá escandaloso o repugnante. A mi me atrae este reto porque es necesario y real. Vivimos en una era muy polarizada en donde todo está digerido y todo es una postura que tienes que tomar”.
Y es que Teresa y Montoya hablan sin reparo sobre la cantidad de mordidas que toman al día, pero también cuentan cómo cada herramienta de trabajo está secuestrada por sus mismos compañeros/a, que les obligan a pagar cuotas para obtener buen equipo de defensa, patrullas para hacer sus rondas, o incluso la oportunidad de trabajar en una buena plaza.
We Found Love in a hopeless Place
Parte de lo que hace que funcione la postura empática del filme es el hecho de que Teresa y Montoya son pareja en la vida real. La química que reflejan en pantalla y las horribles anécdotas, hacen que de repente Una Película de Policías se convierta en una historia sobre encontrar el amor en medio del caos. Y eso, fue literalmente “un regalo cinematográfico”:
“Entrevistamos a varios polis y se consideraron a muchas personas en algún momento. Pero al final, cuando platicamos con ellos fue tan rico y tan claro que [Una Película de Policías] tenía que ser de ellos porque es una historia de amor, eso fue un regalo cinematográfico para nosotros. Es algo que los sostiene y que es su refugio en un ambiente que puede ser muy hostil. Y no me refiero solamente por la policía, sino también por la precariedad en la que viven”.
La empatía a la que nos invita Teresa y Montoya es sumamente interesante y abre muchas conversaciones. Pero en definitiva, el documental adquiere una visión única al presentar las opiniones y comentarios de Mónica del Carmen y Raúl Briones, quienes también recapitularon su experiencia dentro de La Academia de Policías y el Patrullaje incógnito que realizaron para la cinta. Y quienes tienen opiniones muy diferentes sobre lo que es la policía.
Según Elena Fortes, productora del filme, el acercamiento con las instituciones policiales fue crucial para la cinta y su investigación. Particularmente la policía de Nezahualcóyotl y las Academias de Culiacán y Ciudad de México, pues fueron los lugares que les permitieron grabar e incluir a ambos artistas sin que estudiantes o compañeros/as reales se dieran cuenta.
“Nos dieron acceso a los actores para poder seguirlos en sus patrullajes diarios y llevar a cabo el acercamiento. Se acercaron a la Academia de Culiacán y la Ciudad de México sin que los demás cadetes supieran. No hay artificio, la película se caracteriza por hacer uso de situaciones reales para provocar sentimientos y revelar ciertas cosas. Como en la marcha del orgullo, lo que ocurrió fue totalmente improvisado”.
El Reto de Humanizar al Victimario
Briones y Del Carmen entonces experimentan un poco las burlas y humillaciones que viven diariamente los elementos policiales que patrullan la ciudad. Y es desgarrador escuchar sus perspectivas, que evolucionan conforme se van adentrando al mundo judicial y avanza la cinta. Una Película de Policías no sólo busca presentarnos realidades sobre instituciones y precarización, de verdad busca contrastarlas con experiencias de personas de orígenes y estratos socioeconómicos totalmente diferentes, y eso muy seguramente generará polémica.
Pero para Elena, la polémica parece ser un elemento necesario de la cinta, pues sí buscaban tomar una postura y hacer que las personas repiensen su relación con las fuerzas judiciales:
“Siempre es un reto humanizar al victimario. Pero sin querer imponer maneras de pensar, lugares a dónde ir o causas que apoyar, queríamos abrir espacios para hablar. Aunque sí nos gustaría incidir en la percepción que se tiene de la policía, habiendo abierto este universo de cosas que quizá no sabemos”.
Sobre las cosas que no conocemos de la policía, el director nos dijo que eso era pivotal para la cinta y que justo espera que se desaten discusiones al respecto:
“Espero que se detonen conversaciones. Hay gente que le sorprenderá lo que ve en la película. Hay cosas que estoy seguro que la gente común no sabe, como el nivel de precariedad en el que tenemos nuestras instituciones”.
Polémica con Causa
Y es que, dentro de la montaña rusa de emociones que es Una Película de Policías, sus sorpresivos formatos y sus transiciones que cambian el tono de la cinta en un segundo, el filme es sorprendentemente ilustrativo y aleccionador, pues sí habla a detalle sobre todos los procesos que un/a policía debe pasar dentro del oficio. Y en un México en donde el Gobierno Federal está reemplazando a la policía local por una Guardia Nacional dominada por el ejército, entender estos aspectos se han vuelto un tema sumamente importante para mejorar la vida en el país.
Esa fue justamente una de las grandes lecciones que aprendió Ruizpalacios: “Si algo aprendí en todo este proceso es que se necesita fortalecer y hacer un pacto nuevo entre la ciudadanía y la fuerza judicial. Porque la policía ya es un agente que está muy cerca del ciudadano, lo tiene que conocer para poder trabajar con él para hacer valer la ley”.
Una Película de Policías utiliza todos los recursos narrativos a su alcance para darnos una película dinámica y a veces muy cómica, pero que en el camino nos deja en medio de una discusión que aparentemente ya terminó y donde supuestamente ya se alcanzó un consenso, para mostrarnos que detrás de los problemas sistémicos hay personas, y que si dejamos que la corrupción de las instituciones nos aleje de la empatía y la humanidad, entonces no hay desfinanciamiento ni reforma que nos pueda salvar en realidad.